David Alejandro Itatí Perona, conocido como el rey del juego ilegal de Rafaela y detenido hace una semana en la causa por extorsiones y apuestas clandestinas en puntos distantes de la provincia, fue imputado por integrar una asociación ilícita, controlar casas de juego ilegales y prestar dinero mediante el cambio de cheques. El juez Florentino Malaponte le dictó la prisión preventiva por el plazo legal de dos años, medida que el acusado cumplirá en un domicilio por los problemas de salud que le acarrea su sobrepeso de casi 270 kilos.
Perona fue imputado como miembro de una asociación ilícita y como administrador y organizador de un sistema de captación de juegos de azar no autorizados. Para la fiscalía integraba esa organización junto a otras tres personas ya imputadas, entre ellas el capitalista de juego rosarino Leonardo Andrés Peiti, cuya denuncia sobre el pago de coimas a cambio de protección les costó el puesto al ex fiscal regional Patrici Serjal y a su subordinado Gustavo Ponce Asahad, imputados en la trama de extorsiones y detenidos.
La organización, según la fiscalía, funcionó al menos desde el 27 de junio de 2018. Entonces se obtuvo la imagen de un cheque del banco Santander Río sucursal Rafaela fechado ese día. El documento fue hallado en un pen drive secuestrado a la secretaria de Peiti, dentro de una carpeta identificada como "back up Leo". Era un cheque intercambiado entre Perona y Peiti que debajo tenía anotado "David". El cierre de las actividades ilegales se fijó el 8 de agosto, fecha en que fue detenido Perona.
Según indicaron en la audiencia los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, la asociación ilícita tenía como objeto la "organización y explotación económica de salas de juego clandestino en localidades de la provincia", entre ellas Rosario, Villa Gobernador Gálvez y Rafaela. A Perona le atribuyeron el control de una sala de Tucumán 325 de su ciudad "donde se llevaban a cabo cargas de dinero a distintas páginas web de juegos de azar" para obtener un "lucro ilícito". También le atribuyeron controlar una casa de Comandante Espora 229 de Villa Gobernador Gálvez, donde fue apresado al salir llevando 150 mil pesos en efectivo el ex comisario Alejandro Torrisi el pasado 20 de julio.
Otra actividad ilegal asignada fue poner a circular el dinero obtenido en forma ilícita como prestamista y mediante cambio de cheques.
La causa
Perona fue imputado en el marco de la causa por juego clandestino, extorsión y asociación ilícita que lleva adelante la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación. La investigación surgió al detectarse una red de casinos clandestinos en el Gran Rosario manejados por una banda que, además, extorsionaba a empresarios de distintos rubros.
La pesquisa se abrió tras la detención, el 15 de enero, de Maximiliano "Cachete" Díaz, un hombre vinculado a la banda de Los Monos acusado de organizar un ataque contra el casino City Center cuatro días antes, hecho en que murió un apostador. Con él como organizador, también fue imputado el ex jefe de la Unidad Regional VI de policía, el mencionado comisario Torrisi.
Otro de los acusados es el empresario de juego Leonardo Peiti, quien provocó un tembladeral al declarar que a cambio de una coima mensual al ahora suspendido fiscal Gustavo Ponce Asahad y a su jefe, el destituido fiscal regional Patricio Serjal, obtenía protección e información sobre causas en su contra.
Entre las ramificaciones del expediente, los fiscales Edery, Schiappa Pietra, Gisela Paolicelli y María Eugenia Iribarren llegaron a Rafaela en busca de David Perona, de 44 años y conocido como el rey del juego ilegal. Lo apresaron el viernes 7 de agosto en su departamento de Sargento Cabral 23 y allanaron otras tres viviendas. Se incautaron 15 mil dólares, más de un millón de pesos en efectivo, alhajas de oro y varios vehículos.
Uno de los materiales que condujo a los fiscales hacia Perona fue un pen drive secuestrado en poder de la secretaria de Peiti en un domicilio de Paraguay al 200 de Rosario allanado el 25 de julio. Allí, bajo el rótulo "David3", Perona estaba registrado como contacto en un celular del empresario rosarino. Si bien no se recuperaron conversaciones entre ellos, sí se encontraron anotaciones de Peiti sobre el movimiento de casino en los que nombraba a "David". Y también se acreditó el intercambio de cheques.
Otro punto de contacto fue un Renault Kwid que estaba frente a la casa de Peiti allanada antes de que se presentara en fiscalía y prendiera el ventilador. Ese auto, se determinó, está a nombre de Perona, quien lo había ganado en un bingo que se realizó el 4 de febrero pasado en el Club Atlético Brown de San Vicente. La imputación cita un portal de noticias que calificó el evento como una "velada a pleno", en la que más de 50 mil personas bailaron "al ritmo del grupo Ráfaga". El abogado de Peiti, Luis Rossini, dijo a este diario que Perona conoce a su cliente "por cuestiones laborales y de la vida" y que le había vendido el auto aunque faltaba transferirlo.
Buena fortuna
La buena fortuna a la hora de ganar vehículos en bingos parece haber tocado a la puerta de los dos capitalistas de juego. Según la imputación, el 7 de noviembre de 2011 Perona ganó en otro bingo una Toyota Rav 4x4 y un Ford Ka Fly. Mientras que el padre de Peiti ganó un Toyota Etios en un sorteo del club San Jorge. En ese sentido, los fiscales dicen que la obtención de premios en sorteos es un elemento indiciario en las investigaciones sobre lavado de dinero.
Otro tramo de la evidencia alude a mensajes y capturas de pantalla a Perona sobre el movimiento de las casas de juegos de Rafaela, en los que alude a la modalidad de las apuestas y da indicaciones: "La idea es que el negocio siempre esté a full con todas las cosas, si falta algo avisar". También se detectó que el hombre administraba sitios web de apuestas como "betplatino.com", "planetabet.com" y "kunarku.com".
Por último los fiscales citaron intercambios de mensajes entre Perona y el ex comisario Torrisi, a quien el rafaelino en una ocasión le dijo que vaya a buscar la plata al local de Villa Gobernador Gálvez, donde el 20 de julio de allanó un casino, se incautaron nueve computadoras, dinero en efectivo y un arma. "Hola Pipi querido, ¿me escuchás Pipi? Necesito que estés antes de las tres y media en Gálvez así pasás a buscar la plata ahí", le reclamaba Perona en el mensaje.
El acusado, conectado a la audiencia por videoconferencia, hizo un breve descargo. Y el juez Florentino Malaponte ordenó que cumpla prisión preventiva en modalidad domiciliaria, tal como solicitó el defensor Pablo Mosconi, porque se encuentra bajo los supuestos legales que lo permiten, ya que pesa 270 kilos y tienen problemas de salud asociados a la obesidad como hipertiroidismo, hipertensión y diabetes. El mayor énfasis de la defensa estuvo puesto en demostrar que tenía medios para justificar el dinero hallado en los allanamientos.
Pintadas en los muros de la ciudad
Una línea de la pesquisa que llevó al imputado fueron pintadas que decían "Casino David Perona", "Casino Perona Clan" y "Casinos Perona". Un vecino afectado por esas pintadas contó: "Tenía un quiosco como fachada y atrás de una mampara de durlock el casinito. En el quiosco tiene empleados. David controlaba y se iba. Siempre vi muchos autos pero nunca me molestó. Sí cuando me pintaron la oficina, el 28 de junio". Y añadió que "Perona se hizo cargo del daño, no por haber hecho él las pintadas sino porque no quería tener problemas con los vecinos. Me pidió disculpas y mandó gente a pintar la fachada". En tanto, otro testigo indicó los domicilios de algunas salas clandestinas y dijo que Perona "siempre se manejó en el ámbito del juego" pero "también es prestamista".