Una semana después de que Gustavo Daniel Rattaro, de 46 años, quedara tendido inerte con un escopetazo en la cabeza en la vivienda de un productor avícola de Coronel Bogado al que intentaron asaltar, efectivos de la Brigada Operativa de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) detuvieron a dos personas sospechosas de tener vinculación con la banda que dio el fallido del golpe que terminó con la muerte de uno de sus integrantes.
Con órdenes de allanamiento solicitadas por la fiscal de Investigación y Juicio Juliana González y del fiscal del distrito de Cañada de Gómez, Franco Miatello, en una vivienda de Granadero Baigorria fueron detenidos Andrea Carina B., de 45 años y madre de uno de los apuntados en la investigación, y Matías Gastón S., de 27, este último con residencia en Coronel Bogado.
En los allanamientos se secuestraron una pistola marca Bersa calibre 22, municiones, un cargador calibre 45, celulares, un microondas y vestimentas similares a las descriptas por las víctimas. Se investiga si la banda de Rattaro es la misma que dio otros cuatro golpes en jurisdicción del departamento judicial de Cañada de Gómez.
Rattaro era hermano de crianza de Walter Daniel Dulce Abregú, un hampón de Parque Oeste que fue condenado a 8 años de prisión por tráfico de drogas. La banda del Dulce es la contraparte de la gavilla de Iván Gabriel Tripi, sindicado vendedor de drogas que tuvo su centro neurálgico en los monoblocks del Parque Oeste y fue condenado a 7 años de prisión en un proceso abreviado homologado por el Tribunal Oral Federal 2 en mayo pasado.
El miércoles 13 de septiembre alrededor de las 17.30, cuatro personas armadas con pistolas y al menos un escopeta Itaka bajaron de un Ford Focus gris en el patio delantero de una humilde granja de gallinas ubicada en el medio del campo, entre Coronel Bogado y Fighiera. Los delincuentes se desplegaron a la manera de un golpe comando en el patio de la vivienda, y entre animales de granja uno retuvo a la dueña de la casa y otro fue sobre un empleado. A ambos los amenazaron con pistolas.
Según relató Carlos S., dueño de la finca y víctima del robo, Gustavo Rattaro pateó la puerta de la casa con una Itaka en la mano al grito de guerra de “¿dónde está la guita?”. “Entraron a lo loco. Disparando contra la casa. Yo los vi por la ventana y me di cuenta cómo venía la jugada”, rememoró en diálogo con este diario Carlos, quien estaba dentro de la casa con la puerta de madera cerrada.
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“Eran ellos o nosotros. No hubo más opción”, dijo con voz resuelta el hombre de 72 años al rememorar el ataque. Cuando Rattaro pateó la puerta de madera arma en mano, desconocía que al otro lado lo esperaba el destino dividido en 16 bolitas de plomo. “Yo me coloqué detrás de la pared de la habitación. Cuando pateó la puerta entró gritando que querían la guita e hizo un disparo que impactó en el freezer. Yo me corrí y gatillé. El disparo le pegó en la cara. Cayó ahí, donde usted está parado”, le contó Carlos a este cronista.
El duelo de escopetas se dio a menos de un metro y medio de distancia. El impacto sobre Rattaro fue determinante y murió en el lugar. La detonación generó un efecto desbande en sus cómplices, que huyeron en el Focus y lo dejaron tirado a unos 300 metros de la granja.
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La granja de gallinas ponedoras ubicada a 12 kilómetros de Coronel Bogado que cuatro hombres, armados hasta los dientes, entraron a robar.
Foto: Silvina Salinas.
Seguidilla
Carlos S. estuvo pocas horas detenido en la subcomisaría 10ª de Bogado hasta que la fiscal Georgina Pairola recabó los indicios necesarios para sostener que había actuado en defensa propia. De seguir la investigación por este camino, el expediente en el que está mencionado por el homicidio será cerrado.
En paralelo comenzó otro expediente judicial que pone en la mira a los delincuentes que actuaron en despoblado y en banda en el campo ubicado a 12 kilómetros de Bogado. Esa pesquisa quedó en manos de la fiscal González. Mientras la fiscal rosarina trabajaba en el robo en la granja se cruzó con otra investigación en manos de su par Miatello de Cañada de Gómez, quien estaba tras una banda que había cometido al menos cuatro hechos de robo calificado en despoblado y en banda. Ocurrieron en Correa, en Amstrong y dos en Cañada de Gómez.
Una semana antes de ingresar a la granja de gallinas ponedoras de Bogado, el 8 de septiembre, la banda había cometido un golpe en la zona rural en Cañada de Gómez, y un día antes en Correa. Ambos fiscales gestionaron una serie de allanamientos para buscar a los cómplices de Rattaro. En Rosario esas medidas se llevaron adelante en Cerrito al 5600, en el Fonavi de Parque Oeste donde vivía el fallecido por un escopetazo; en Perú al 2800 y en Urdinarraín al 7900.
La búsqueda se extendió hasta domicilios de Calle 5 entre 3060 y 3048 de Villa Gobernación Gálvez y a Calle 2 al 300 de Granadero Baigorria. En este último domicilio fueron detenidos Andrea Carina B., madre de uno de los principales apuntados en la investigación, y Matías Gastón S., este último con residencia en Coronel Bogado, quienes serán imputados en las próximas horas.