Un hombre fue detenido este jueves implicado en el asesinato de Juan Ezequiel Acosta, un chico de 16 años que fue acribillado a balazos bajo el puente de Pellegrini y Guatemala, en barrio Belgrano, el pasado 22 de agosto.
El allanmiento de la AIC en
Un hombre fue detenido este jueves implicado en el asesinato de Juan Ezequiel Acosta, un chico de 16 años que fue acribillado a balazos bajo el puente de Pellegrini y Guatemala, en barrio Belgrano, el pasado 22 de agosto.
Personal de la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) realizó en las últimas horas un allanamiento en un pasillo de Cochabamba al 7200, en la zona oeste de Rosario, donde logró detener a Daniel Ezequiel C., de 30 años, en el marco que se investiga el crimen de Juan Acosta.
Por esta misma causa la policía ya logró la detención de Alejo Martin G., de 17 años. La causa está a cargo del fiscal de Homicidios Dolosos Alejandro Ferlazzo.
Según publicó La Capital en su momento, a Ezequiel lo fueron a buscar a su casa, no pudieron matarlo allí y media hora después sus asesinos lo encontraron debajo del puente de Pellegrini y Guatemala donde lo acribillaron a balazos.
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Según testimonios de vecinos, dos personas se acercaron a la casa de Pampa al 7300 en una moto del tipo ciclomotor y al llegar dispararon varias veces contra las chapas de la vivienda en la que el chico vivía junto a su madre y un hermano mayor. El chapón que oficia de puerta de acceso a un pequeño patio y a dos habitaciones de chapas, cortinado y madera, presentaba tres orificios de bala, resultado del ataque de la madrugada del lunes y de otro atentado de hace un mes.
Una vez que las balas atronaron en la esquina de Pampa y Nicaragua, Ezequiel pudo escabullirse y de una forma aún desconocida llegó hasta el puente de Pellegrini y Guatemala, a unas cinco cuadras de su casa, donde comienza la autopista a Córdoba.
Eran cerca de las 2 y los pocos vecinos que viven en las inmediaciones del puente no estaban en la calle, sólo escucharon los tiros. Aparentemente el chico intentó esconderse y protegerse entre las gruesas columnas del puente, pero sin lugar para escapar cayó allí. Más tarde la policía secuestró once vainas servidas y una bala de plomo encamisada y deformada, por lo que se presume que fueron dos las personas que dispararon sus armas. En un paredón del puente se lee un epitafio: "Dari, gracias por los momentos vividos, te recordamos. Tus amigos".