Casi 26 años después de la llamada "Masacre de Wilde", un tribunal de Lomas de Zamora realizará el juicio oral y público contra nueve ex policías acusados de haber disparado cerca de 200 balazos que mataron a cuatro víctimas inocentes que viajaban en dos autos en un emblemático caso de gatillo fácil.
Fuentes judiciales informaron que el 6 de diciembre tendrá lugar la audiencia preliminar convocada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora para organizar con las partes aspectos vinculados a la prueba y el debate.
En ese marco, los jueces Jorge Camino, Claudio Fernández y Marcelo Dellature se reunirán con la fiscal Viviana Simón; los abogados de las familias de las víctimas (cuatro querellas) y los de los imputados.
"Tiene mucha importancia que por fin llegue a juicio uno de los casos más emblemáticos de asesinato policial múltiple y violencia institucional que recuerda la historia", dijo el abogado Ciro Annicchiarico, que representa a la familia de Edgardo Cicutín, una de las víctimas.
El letrado dijo que los acusados tuvieron "impunidad" durante años porque "la mayoría tenían altos cargos" y lograron ser sobreseídos en varias instancias hasta que en 2013 la Suprema Corte de Justicia ordenó reabrir la investigación.
Los procesados que llegan a juicio son los ex comisarios Roberto Mantel, Hugo Reyes y Eduardo Gómez, el ex oficial Osvaldo Lorenzón, los ex subtenientes Marciano González (cuya defensa pidió que lo eximan de ir a juicio por padecer demencia senil) y Pablo Dudek, y los ex oficiales Julio Gatto y Marcelo Valenga. En tanto, el ex cabo Marcos Rodríguez es el único que está preso porque permaneció prófugo 20 años y fue detenido en 2014 en Córdoba.
En el debate, los acusados deberán responder por los delitos de cuádruple homicidio simple y un homicidio simple en grado de tentativa.
El hecho
La "Masacre de Wilde" ocurrió el 10 de enero de 1994 cuando policías de la Brigada de Lanús persiguieron a los ocupantes de dos autos al confundirlos con delincuentes y los asesinaron a balazos. Las víctimas fueron el remisero Norberto Corbo y sus pasajeros, Claudio Mendoza y Enrique Bielsa, quienes viajaban en un Peugeot 505, y el vendedor de libros Edgardo Cicutín, que iba en un Dodge 1500 conducido por Claudio Díaz.
Un Renault 21 en el que iban cuatro de los efectivos interceptó el paso y chocó el Peugeot mientras que minutos después se sumaron otros cinco policías que llegaron en otro vehículo y acribillaron a balazos ese auto matando a los tres ocupantes.
Ante eso Díaz trató de eludir la escena pero los policías lo hicieron detener, bajar del Dodge 1500 con sus manos en alto y tirarse al piso. Cuando Cicutín trató de hacer lo mismo, fue baleado y luego murió en el hospital de Wilde a raíz de las graves heridas sufridas. De acuerdo a los peritajes, ambos vehículos y las víctimas recibieron unos 200 impactos de balas calibre 9 milímetros.
Los once policías que intervinieron en el hecho fueron detenidos, pero la Cámara de Apelaciones y Garantías los liberó y sobreseyó.
Además de quienes irán a juicio, estaban imputados los comisarios César Córdoba y Carlos Saladino, (fallecidos), quienes tenían como subjefe al ex comisario y actual abogado Juan José Ribelli, procesado y luego absuelto por el atentado a la AMIA y quien no estaba en el país cuando ocurrió el hecho.
sangre. El Dodge 1500 donde iba una de las víctimas fatales del hecho.