La vivienda de Mario Segovia que fue allanada la mañana de este martes por la Policía Federal es un enorme chalet ubicado en Álvarez Condarco Bis al 400 del barrio Fisherton, frente al Rosario Golf Club. En esta ocasión fue por una investigación vinculada a la compra de material armamentístico. Pero en 2008, cuando Segovia tenía 34 años y se lo investigaba por contrabando, ese mismo domicilio fue allanado como antesala de la caída de quien sería conocido como el "rey de la efedrina".
Mario Segovia está preso en la cárcel de Ezeiza, donde cumple la condena de 17 años y medio de prisión por distintos delitos vinculados al contrabando de efedrina. A ese punto llegó luego de iniciar en 2002 su carrera como comerciante y piloto de avión, a partir de la cual tejió los nexos que terminaron por exponer sus actividades delictivas.
En el año 2002, según contó el propio Segovia en entrevistas a distintos medios, comenzó con su actividad vinculada al comercio exterior. En ese entonces importaba juguetes y otros elementos. Pero a mediados de 2005, según Segovia por pedido de clientes mexicanos, se involucró en el envío de efedrina. Así comenzó el camino por el cual terminaría tras las rejas.
En 2007 se inició una investigación tras el descubrimiento de un cargamento de 294 kilos de efedrina camuflados en 12 toneladas de azúcar M&K que finalmente fue enviado a Naucalpan, México. El dueño de la firma, Maximiliano Iñurrutegui, y la representante de la exportadora Euromac SRL, Ángela Colángelo, fueron condenados: él a tres años y ella a dos años y ocho meses de cárcel.
Por esa causa Mario Segovia fue condenado a 9 años de prisión. Es que tras el seguimiento de nuevos cargamentos se pudo dar con uno camuflado en el mismo sistema con paquetes de azúcar, preparado para ser exportado a México.
Al ser detenido en mayo de 2008 Segovia tenía un Rolls Royce valuado en 600 mil dólares, una camioneta Land Rover y dos Hummer. También le secuestraron diez armas de fuego, lingotes de oro en un peso de tres kilos y una suma de dinero cercana a los 300 mil euros y 70 mil dólares. El vertiginoso enriquecimiento de Segovia no pudo ser justificado: 5 años atrás había enfrentado un juicio por desalojo por no pagar el alquiler.
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La conexión de Segovia con México continuó al ser acusado junto a Juan Jesús Martínez Espinoza, oriundo de ese país, por el hallazgo de un laboratorio clandestino en Ingeniero Maschwitz, en el cual se secuestraron 200 kilos de efedrina y elementos de fabricación de drogas sintéticas, por lo cual fue condenado a 14 años.
Las condenas al "Rey de la Efedrina" fueron unificadas en 17 años y medio. En mayo de 2020, después de lograr una reducción de pena de 9 meses y 15 días por estímulo educativo, pidió la libertad condicional. Sin embargo el Tribunal Oral Federal 2 de San Martín denegó el pedido.
Plan de evasión de Ezeiza
En noviembre de 2017, en una requisa fue hallado un croquis de la cárcel de Ezeiza y una tablet en la celda de Segovia, ante este hallazgo los investigadores sospechan que planeaba fugarse y que, además, continuaba cometiendo delitos desde la cárcel.
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Las causas por los hallazgos fueron radicadas en la Fiscalía Federal a cargo de Leonel Gómez Barbella, quien requirió diligencias ante las sospechas de que el Rey de la Efedrina planeaba escaparse del penal, entre ellas, pidió medidas tendientes a determinar si Segovia fue quien realizó el dibujo a mano alzada del plano de un sector de la cárcel.
En julio de 2018, la Sala I de la Cámara de Casación Penal rechazó en forma unánime el recurso presentado por la defensa de Segovia, que pretendía que se le otorgara la libertad condicional al entender que su estado de prisión "resulta arbitrario ante la inobservancia de las reglas procesales", y que el mismo deviene de "que las condenas impuestas aún no están firmes".