Un padre y dos hijos fueron condenados a 3 años de prisión condicional por retener a un asaltante que había ingresado a la casa de la familia en la ciudad de San Lorenzo, atarlo de pies y manos y someterlo a una fuerte golpiza, además de golpearle un dedo con un martillo. El ladrón a quien privaron de la libertad de manera ilegal había estado implicado tiempo antes en un crimen cometido el Año Nuevo de 2021 en Granadero Baigorria, homicidio por el que su hermano fue sentenciado el mes pasado a 20 años de prisión.
Las condenas se fijaron en un juicio abreviado que se realizó el viernes en los tribunales de San Lorenzo. El juez Eugenio Romanini homologó un procedimiento abreviado presentado por el fiscal Leandro Lucente y condenó Walter Guedilla, Ernesto Ezequiel Guedilla y Brian Miguel Guedilla a la pena de 3 años de prisión condicional. Los acusados, un padre y sus hijos, fueron sentenciados por los delitos de privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida con violencia y lesiones leves dolosas.
Durante el tiempo de la condena deberán someterse al control de la Dirección y Asistencia Pos Penitenciaria y regirá sobre ellos una prohibición de acercamiento a la víctima, entre otras reglas de conducta, como la prohibición de portar armas.
Según la reconstrucción del caso que realizó la fiscalía, el 23 de febrero de 2022 Walter Guedilla llegó entre las 3 y las 4 de la madrugada a su casa de Paraguay al 1000 de San Lorenzo y se encontró con un ladrón identificado como Nicolás “Laucha” Tofanelli, quien revisaba su casa buscando objetos de valor. De la vivienda se habían llevado un televisor.
El hombre tomó al asaltante por la fuerza y enseguida fue asistido por Ernesto y Brian Guedilla. Entre todos lo mantuvieron retenido en el lugar, lo ataron de pies y manos y lo golpearon. Esto le causó a la víctima diversas lesiones, algunas con un martillo que usaron para golpearle un dedo. De la agresión participó al menos una persona más cuya identidad se desconoce.
Luego trasladaron en un auto al asaltante hasta una dirección que éste indicó en República de Chile al 1300 de San Lorenzo, donde se encontraba otra persona a quien le exigieron la entrega del televisor. Esta persona respondió que lo había comprado pero de todos modos entregó el aparato.
Mientras eso ocurría, de la casa salió corriendo otro muchacho, a quien Brian Guedilla alcanzó en el cruce de Ayohuma y Misiones y lo golpeó. En ese momento intervino la policía y lo detuvo. Desde allí se fueron hasta una casa de la calle Paraguay y apresaron al otro hermano y al padre de ambos.
Tofanelli, víctima en este caso de la retención ilegal y la golpiza, había estado involucrado cuando tenía 17 años en una gresca que derivó en un crimen en los festejos por Año Nuevo en el barrio San Fernando de Granadero Baigorria. La familia de la víctima, Alexandro Buljubasich, había convocado por redes sociales a un encuentro en su galpón en la zona de 6 de Enero y Las Verbenas, donde tenían una gomería y un lavadero de autos. A las 4.30 había varios grupos que entre música y tragos ocupaban buena parte de la calle.
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A Alexandro le avisaron que había una pelea y cuando fue a separar a los implicados se encontró con Lauchita Tofanelli, conocido del barrio, quien mostraba un arma de fuego, enojado porque a un amigo lo habían golpeado en una discusión. Esto había provocado que la gente se abriera y el chico quedara en medio de un círculo. “Guachín, quedate tranquilo. Guardá eso que vas a lastimar a alguien. En otro lado los agarrás”, le dijo la víctima. Pero el adolescente estaba desencajado y según testigos le apuntó y le gatilló, aunque la bala no salió.
Tras ese intercambio, Alexandro se le fue encima y junto a otras personas lograron desarmarlo. “Fijate que me sacaron el fierro”, le gritó el chico a su hermano, Hugo Adrián Pistola Tofanelli, que estaba a unos metros, disparó a corta distancia al pecho de la víctima con una escopeta recortada. El disparo tumbó al muchacho de 25 años, quien cayó encima de una mujer que vio cómo comenzaba a sangrar de “todos los agujeritos en el pecho”.
En octubre pasado el autor del disparo recibió una condena a 20 años de prisión por el crimen al término de un juicio oral. Los jueces Román Lanzón, Hebe Marcogliese y Gustavo Pérez de Urrechu plantearon que el crimen no estuvo motivado más que en “discusiones sin mayor sentido” y reprocharon el uso de un arma de guerra en “una fiesta donde había familias”.