El crimen de Ivana Garcilazo, la hincha de Rosario Central que murió alcanzada por un piedrazo en la cabeza en 2023 en la esquina de Ovidio Lagos y Montevideo, se discutirá en una instancia clave este martes en el Centro de Justicia Penal. A partir de las 8, y según se prevé con los tres acusados conectados por pantalla, el fiscal y la querella presentarán sus acusaciones de cara al juicio oral, previsto para marzo o abril del año que viene. En esta instancia adelantarán las penas que requirieron previamente por escrito en sus acusaciones por el caso, que van de los 30 a los 33 años por el delito de homicidio agravado.
El trámite llegará precedido por una reciente controversia ante un planteo de la defensa del último detenido, quien pidió retrasar el trámite para que le practiquen un estudio de la vista. Si bien el peritaje fue autorizado por el juez Fernando Sosa, quien ordenó realizar el examen de agudeza visual en un efector público, la fecha de la audiencia preliminar se mantuvo.
“Esperamos que todo se siga dando como hasta ahora y que el trámite sea dinámico”, dijo el abogado querellante Marcos Cella, quien representa a la familia de Ivana.
La instancia está agendada para este martes en la sala 1 del Centro de Justicia Penal. Se trata de una de las etapas del proceso en el que las partes acusatorias presentan su pretensión de pena y el encuadre legal con que esperan que el caso llegue a juicio. Las defensas pueden solicitar sobreseimientos o el cese de medidas de detención. En función de lo que resuelva el juez, comenzarán a discutirse las pruebas a presentar en el juicio.
En este caso, los tres implicados por la muerte de Ivana llegan bajo arresto preventivo que cumplen en las cárceles de Coronda y Piñero, desde donde se espera que se conecten a la audiencia por videoconferencia. El fiscal Artacho reclama para los acusados 30 años de prisión como coautores de un homicidio simple, delito que se considera agravado por haber ocurrido en ocasión de un espectáculo deportivo. La querella reclama la pena más alta para ese delito: 33 años.
Cerca del estadio
Ivana Garcilazo tenía 32 años. En el anochecer del sábado 30 de septiembre de 2023 fue atacada con un piedrazo que le provocó un traumatismo encéfalocraneano grave. De acuerdo con la investigación, hinchas de Newell’s le arrojaron objetos contundentes cuando volvía en moto de un clásico rosarino en el Gigante de Arroyito, seguida por su novio. Por esta acción posterior a la victoria canalla sufrió un golpe en la cabeza y cayó de la moto, a pocas cuadras del estadio Marcelo Bielsa.
De acuerdo con la pesquisa, los hinchas se habían reunido a ver el partido y tras el resultado al menos tres decidieron ir a las inmediaciones de la cancha de Newell’s. El fiscal Artacho considera que a Garcilazo la atacaron por su pertenencia al club rival y que es indiferente quién arrojó el piedrazo letal porque todos fueron “aportes esenciales en el marco de un plan”, sin los cuales “el hecho no se hubiera cometido en esas circunstancias específicas”.
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Los acusados son los hinchas Ariel Cabrera, Juan José “Tuerca” Masson y Damián Reifenstuel, este último detenido en Bolivia tras permanecer prófugo un año y nueve meses. Tras la extradición, fue imputado en julio. La semana pasada, su defensor solicitó retrasar la preliminar para que se le practique una pericia ocular a este hombre de 45 años, profesor de química y detenido en la cárcel de Piñero.
Pericia visual
En concreto, durante una audiencia, requirió que le practicaran una pericia de agudeza visual. Los abogados plantearon que el resultado de la pericia sería fundamental para preparar sus argumentos, por eso pedían la postergación de la audiencia, que ya está fijada en la grilla oficial.
El juez Sosa solicitó que el acusado fuera retirado de la sala por efectivos del Servicio Penitenciario y examinado en un efector público por un especialista. Según Cella, los resultados del examen no tardarán en conocerse.
El planteo generó malestar en la familia de Garcilazo. Su abogado consideró que se trata de “una pericia infantil” para probar que Reifenstuel no era capaz de apuntarle a la víctima: “¿Qué agudeza visual necesitás para lanzar una baldosa a unos metros?”, opinó.