Ningún vecino de Empalme Graneros podrá olvidar la mañana del 26 de agosto del año pasado cuando Génova al 2400, la cuadra del club Reflejos, se vio tapizada por ladrillos de cocaína que una banda trasnacional pretendía enviar a Dubai en un buque de ultramar vía un puerto de España. Fueron 1.515,3 kilos de cocaína los encontrados en un procedimiento de la Policía Federal los que se secuestraron en un galpón de Génova 2425. A esto se le sumaron 143 kilos de la misma droga incautada en un depósito de Cerrito 17. Por esta incautación comenzarán a ser juzgados por el Tribunal Oral Federal 3 (TOF3) a partir del miércoles 8 de noviembre once personas, ninguno de ellos rosarinos, acusados de integrar una organización criminal abocada al tráfico. Dos altos jefes fueron detenidos: El colombiano Gabriel Jaime Londoño Rojas está bajo proceso de extradición desde los Emiratos Arabes Unidos donde fue detenido en diciembre pasado, y su par Alvaro Antonio Ramírez Duque fue apresado en mayo pasado en Madrid. Hay al menos dos prófugos.
Entre el 21 de junio y el 26 de agosto del año pasado 3092 kilos de cocaína de máxima pureza transitaron por Rosario con destino internacional vía Hidrovía teniendo como punto de partida la Terminal Puerto Rosario (TPR). De ese global los 1662,3 kilos tenían dueño, entre ellos los colombianos Londoño Rojas y Ramírez Duque, dos fantasmas para los investigadores nacionales. La Hidrovía Paraná-Paraguay se transformó, y se potenció en medio de la pandemia por Covid 19, en una vía de salida, entre otras cosas, de la cocaína sudamericana hacia Europa, Asia y Oceanía.
A la hora de analizar la estructura de esta organización según la investigación del fiscal subrogante de Campana Gastón Arauz en la cima estaban los colombianos junto al prófugo Newson Cheung Sabogal, socio de Londoño Rojas y conexión con los Países Bajos ya que tiene doble nacionalidad (colombiana/neerlandesa). Los tres están señalados como “líderes de la empresa criminal en el ámbito internacional”.
Los otros 1.434 kilos salieron de la TPR y fueron detectados los puertos de Rotterdam (866 kilos en dos contenedores), Países Bajos, y en el de Santos (568 en un cargamento de maní), Brasil. Se estima que pertenecían a la misma sociedad.
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Los narcos habían utilizado el viejo método “rip off” o “gancho ciego”, una técnica utilizada por bandas narcos para contaminar con droga un cargamento legal. Según la acusación la droga capturada en Empalme Graneros estaba disimulada dentro de bolsas “big bag” _un tipo de bolsa especial que se usa para la exploración de granos_ en medio de un cargamento de expeler de maíz, que es un gránulo, y bañados con repelente para animales domésticos para impedir que fuera detectado por los perros rastreadores.
Los panes de cocaína estaban rotulados con los sellos de las marcas “Supreme” y “Louis Vuitton”. La droga estaba distribuida en 1.535 panes y ocultos en 19 bolsones big bag de 1.250 kilos de alimento balanceado.
Se proyectó que la carga fuera transportada en el interior del buque en medio de 150 toneladas de expeller de maíz y no en la parte exterior del barco como ocurrió con los cargamentos detectados en Australia en las últimas semanas. Los 1.662,3 kilos de droga encontrados el 26 de agosto pasado fueron detectados en el marco de 29 allanamientos ordenados por el juez Adrián González Charvay y realizados por el área rosarina de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina (PFA), de la Dirección General de Hidrovías Paraná, con apoyo del área de Narcocriminalidad de la AFIP/Aduana y la participación de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés).
El 8 de noviembre
El miércoles 8 de noviembre a las 9 de la mañana está programado que Luciano Nicolás Argüello, Marco Rodrigo Páez, Gabriel Andrés (Vecino) Nicolau, Lucas Eduardo Hitters, José Damián “Tano” Sofía, Gastón Ariel Sofía (hijo del Tano, se hacía llamar “Walter”), Fabián Héctor “Mono” Crucianelli, Oscar Alfredo Rossi (se hacía llamar “Nicolás”) y Osvaldo Enrique Gorosito (con residencia en Funes) se sienten en el banquillo del TOF 3 a escuchar la acusación del fiscal federal Federico Reynares Solari. Por el momento están proyectadas ocho jornadas de juicio y debate que continuarán los días 9, 22, 23, 27, 28, 29 y 30.
Los acusados fueron procesados el 14 de septiembre. Deberán responder como coautores del delito de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes en sus modalidades de almacenamiento y tenencia con fines de comercialización, agravado por el número de personas intervinientes y por la tentativa de contrabando agravado por tratarse de estupefacientes inequívocamente destinados a su comercialización y por la cantidad de personas involucradas.
En el caso de Argüello deberá responder, además, como autor del delito de tenencia de arma de guerra (uso civil condicional) sin la debida autorización legal a partir del secuestro en su poder de una pistola calibre 9 milímetros, marca Pietro Beretta Gardone con la numeración interna y externa limada impidiendo ver su numeración. Argüello era el encargado de custodiar los domicilios en Rosario mientras los más pesados de la banda trabajaban en el acondicionamiento del embarque.
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De la investigación se desprende que la cocaína iba a ser exportada a España mediante una empresa conformada hace poco más de un año con el fin de realizar envíos de estupefacientes a Europa en cargamentos de expeler, un alimento balanceado realizado a base de maíz y fabricado por una cerealera cercana a Bahía Blanca, cuyos dueños son poseedores de un depósito de grandes dimensiones en la ciudad cordobesa de Villa María. “Es posible afirmar que Nicolau, Páez y Hitters fueron los encargados de acondicionar el material estupefaciente secuestrado en los allanamientos”, se explicó en el auto de elevación a juicio de la causa.
Para los acusadores en la estructura de la organización por debajo de los colombianos Londoño Rojas, Ramírez Duque y Cheung Sabogal se ubicaban en un segundo escalón Páez, Hitters Argüello y Gorosito. Todos ellos bajo el liderazgo de Nicolau, quien respondía directamente a la cúpula dirigencial de los colombianos.
Este eslabón en el organigrama se ocupaba de funciones en territorio argentino. Nicolau era la única persona que se reunía con ellos. Con Ramírez Duque se reunió en Rosario y lo llevó a ver varios depósitos, entre ellos el de Génova 2425, frente al club Reflejos.
El Tano Sofía
El último eslabón estaba encabezado por el Tano Sofía y lo conformaban su hijo Gastón Ariel, Rossi, Crucianelli y el prófugo Gustavo Alejandro Bruzzone. En algunas oportunidades trataron con algunos de los integrantes del segundo estamento, según la acusación. Mantenían relación directa y se valían del grupo de exportadores conformado por Juan Manuel Coresa, Miguel Angel Manzur, Héctor Ernesto Pérez y Néstor Horacio Lombardi (estos últimos bajo falta de mérito dictada el 2 de septiembre de 2022) para concretar la remisión al extranjero a través de la firma “Pepe Cereales S.A.”. Estos eran los instruidos en trámites de exportación de granos.
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El Tano Sofía es un hombre conocido por los investigadores federales ya que estuvo mencionado dentro de la pesquisa que terminó en la caída en el año 2021 del traficante de drogas bosnio Bozidar “Bozo” Ratkovic y por haber amenazado a la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, ex esposa del fallecido fiscal Alberto Nisman, en 2018. Del expediente de Bozo Ratkovic se generó la investigación sobre el Tano Sofía que operó como puntapié inicial del hallazgo de la droga en Empalme.
La banda de Ratkovic está a la espera de juicio oral y público por haber sido considerados responsables del delito de contrabando agravado por tratarse de estupefacientes inequívocamente destinados a su comercialización y por haber intervenido en el hecho tres personas, en grado de tentativa. Una carga controlada que cayó en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, en España.