Un hombre fue detenido por el homicidio de Fernando Ezequiel Ferreyra, acribillado a tiros el pasado 2 de agosto en Capitán Bermúdez. Fuentes policiales lo identificaron como Matías Ezequiel E., sobre quien pesaba un pedido de captura desde el pasado 4 de septiembre luego de que el avance de la investigación lo colocara como sospechoso del crimen.
Efectivos del Comando Radioeléctrico detuvieron al sospechoso el sábado a la tarde en la zona céntrica de Granadero Baigorria. Hasta allí habían llegado los uniformados a partir de un llamado al 911 que advertía sobre "un hombre que portaba un cuchillo".
Si bien cuando los uniformados llegaron y requisaron al sospechosos no hallaron armas, al constatar su identidad salió a la luz de quién se trataba y el pedido de captura que pesaba sobre él, por orden del fiscal sanlorencino Leandro Lucente. Así, el sospechoso quedó detenido.
El homicidio por el cual cayó preso Matías E. ocurrió el 2 de agosto de 2018. Esa tarde el cuerpo de Fernando Ezequiel Ferreyra quedó tirado en la entrada de un pasillo ubicado a unos cien metros de Olegario Víctor Andrade y Estrada, en Capitán Bermúdez. Dos balazos le ingresaron por la espalda y le salieron por el tórax.
La víctima tenía 32 años y si bien era de Granadero Baigorria no tenía domicilio fijo. Junto a él se encontraba un joven de 26 años identificado como Fabricio Leonel V., domiciliado a una cuadra del lugar del ataque, quien resultó herido con un tiro en el pecho.
Según se comentaba por aquellos días, el ataque contra Ferreyra ocurrió luego del crimen de "Juanse" Ríos, ocurrido el 22 de julio del año pasado. Desde ese momento tanto Baigorria cómo Bermúdez sufrieron una ola de violencia que se evidenció ese 2 de agosto cuando Ferreyra y su compañero, quienes según fuentes policiales "vendían drogas en la esquina de Olegario Víctor Andrade y Estrada" —una zona de Bermúdez conocida como El Zanjón— fueron atacados a balazos por personas que les dispararon desde una moto en la que circulaban a cara descubierta.
"Se la pegaron al más insignificante de todos. Ese pibe había empezado a vender el día que lo mataron porque antes era soldadito. Llegaron en una moto y nos les dieron chance a nada", relató un vecino del lugar. "Vivir en este barrio se volvió una pesadilla. Usted tiene que entender que hasta hace cinco años nosotros nos sentábamos a tomar mate en la vereda, pero ahora todo eso es imposible", dijo el mismo vecino a este diario.
Una fuente de la investigación en manos del fiscal Lucente sostuvo por esos días que no se podía asegurar que el ataque estuviera relacionado con la guerra que mantenían en esos meses las familias Ríos (a la que pertenecía Juanse) y Rodríguez (afincada en barrio Copello), pero tampoco lo descartaba.
Esquina conocida
El cruce de calles donde fue mortalmente acribillado Ferreyra está sindicado desde hace unos años está sindicado como un punto de venta de drogas. El día que lo mataron Ferreyra y su compañero "estaban en la esquina vendiendo, porque ya no se usa más el búnker. Todos saben que están allí, pasan y compran", comentaba por entonces un vecino a este diario.
Ferreyra intentó refugiarse en un pasillo pero a metros del ingreso a esa callejuela quedó tirado agonizante con su cara contra las ramas de un árbol. "El pibe que mataron habrá empezado a vender ayer o anteayer. No duró mucho. Después del ataque la moto salió por Andrade hacia Lugones a los tiros limpios", confió un residente de la zona. De entre sus ropas le incautaron un teléfono celular Nokia negro y alrededor de mil pesos.
El asesinato de Ferreyra tiene como telón de fondo el enfrentamiento de dos bandas antagónicas. Los Ríos, que fueran liderados por Juan Ramón "Juanse" Ríos, muerto el pasado 22 de julio tras agonizar un mes; y los Rodríguez, con asiento en el barrio Copello de Bermúdez.