Este jueves, comenzó una audiencia imputativa contra un grupo de 9 personas acusadas del delito de asociación ilícita, a partir de la cual realizaban extorsiones, amenazas, usurpaciones y balaceras, sobre todo en la zona noroeste de la ciudad. Entre los sindicados como parte de la banda está Mauro G., quien fue detenido hace unos días y de quien además se sospecha que está detrás de una fuerte disputa entre bandas en los barrios Ludueña y Empalme Graneros que en lo que va de 2022 se cobró más de veinte vidas. Según la acusación este grupo estaba comandado por dos personas detenidas en la cárcel de Piñero.
La investigación comenzó en julio de 2021, cuando el fiscal Pablo Socca -de la unidad especializada en balaceras- comenzó a unir distintos episodios aislados de extorsiones y balaceras contra vecinos y comerciantes de barrio Ludueña. “Esta organización criminal procuró ocupar y dominar sectores y barrios de la ciudad de Rosario, principalmente Ludueña y Empalme Graneros, y excluir de allí a bandas antagónicas con el fin de obtener beneficios económicos producto de diversas actividades ilícitas”, indicó el fiscal en su acusación.
Según Socca, para llevar a cabo ese objetivo los integrantes de la banda “cometieron sistemáticamente diversos delitos”. Entre ellos, describió, hubo homicidios, amenazas, abuso de armas, portación y tenencia ilegal de armas de fuego, venta ilegal de estupefacientes y casi 40 extorsiones, algunas de ellas seguidas de balaceras, a comerciantes y vecinos de Ludueña y Empalme Graneros.
Ya no es llamativo que una banda tenga parte de su comando en alguna cárcel. En este caso, siempre según la acusación fiscal, el grupo estaba liderado por dos personas detenidas en la cárcel de Piñero. Ellos son Andy B. y Julián A, acusados de impartir órdenes mediante el manejo de celulares a través de varias decenas de líneas telefónicas. En el inicio de la audiencia el fiscal explicó que estas dos personas mandaban a otras a extorsionar o amenazar, e incluso lo hicieron personalmente, también ordenando extorsiones, usurpaciones y balaceras cuando las víctimas no abonaban el dinero requerido o bien para “infundir temor público”.
A su vez, Socca destacó que no descarta que el grupo sea una célula o una subestructura de “una asociación ilícita de mayor envergadura”. En ese sentido entre las evidencias aparece un mensaje enviado desde la cárcel que decía “yo soy amigo del loco, el de lentes, el que maneja todo”, apodos que según varias investigaciones son los que se utilizan para hacer referencia a Ariel Máximo “Guille” Cantero.
Por debajo de las órdenes que salían de la cárcel aparecen las sospechas contra Mauro G. como quien comandaba en la calle. Para el fiscal, Socca es el “jefe de sicarios de la organización” y uno de los integrantes más importantes de la banda. “Se encarga en algunas oportunidades personalmente de concretar los atentados contra la vida, contra la integridad física de las personas o contra viviendas, extorsiones o usurpaciones que le encargan los líderes de la banda”, describió.
El nombre de Mauro G. fue el que apareció en los últimos meses como cabeza de uno de los dos grupos que se disputan el narcomenudeo en los barrios Ludueña, Empalme Graneros y Ludueña contra la otra parte, que respondería a los intereses de “Fran” Riquelme, detenido en la cárcel de Coronda por la balacera contra un testigo de la causa contra otro narco de peso: Esteban Alvarado. En ese sentido Socca indicó que G. “aprovechando su condición de referente criminal en barrio Ludueña se encarga de reclutar nuevos ‘soldaditos’”. Sospecha que va a tono con lo que los vecinos de ese barrio aseguraron a La Capital, luego de una saga de homicidios ocurridos entre abril y mayo pasado, acerca de que esta persona tiene “un ejército de pibitos que lo blindan”.
Los otros integrantes de la banda serían Natanael C., Nicolás B., Gustavo C., Marcelo R., Nahuel A. y Jackeline A. El fiscal asegura que, como partes de la asociación ilícita, cumplieron distintos roles para sostener el funcionamiento delictivo del grupo. La audiencia imputativa se extenderá al menos por dos jornadas, por lo cual todavía se desconoce su resolución.