Un joven de 21 años que está sospechado de haber participado del crimen de José María Ferreyra, ocurrido en octubre pasado en el extremo sudoeste de la ciudad, se entregó ayer en la Fiscalía de Homicidios. Se trata de Mauricio Julián P., quien además del homicidio podría ser imputado —en principio mañana— de las heridas sufridas por un hijo de la víctima. No obstante, el principal sospechoso continuaba prófugo al cierre de esta
Ferreyra era un albañil de 55 años que vivía en Vicente Medina al 6800, calle que marca el límite entre el barrio Tío Rolo y una zona de quintas y campo. La madrugada del pasado 27 de octubre se encontraba junto con uno de sus ocho hijos en la puerta de su casa cuando apareció en escena Mauricio P. y comenzaron a discutir.
Tal como informara este diario al día siguiente, en medio de la discusión salió del pasillo un familiar de Mauricio, Carlos P., esgrimiendo un arma de fuego con la cual comenzó a disparar. Según fuentes policiales, en un momento Ferreyra cayó pero Carlos P. continuó disparando. Entonces el hijo de Ferreyra, Oscar, le recriminó lo que estaba haciendo y el tirador le respondió con un balazo en el pie, tras lo cual se dio a la fuga.
José María fue trasladado en una camioneta de la policía hasta el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) donde le diagnosticaron múltiples heridas de arma de fuego en la zona del tórax. Su hijo, con una fractura en el pie derecho ocasionada por el balazo, recuperó el alta momentos después pero el albañil murió como consecuencia de las heridas sufridas.
En la escena del crimen la policía levantó diez vainas servidas calibre 9 milímetros, un cartucho intacto y dos plomos encamisados. Además tomaron testimonios que sindicaron a miembros de la familia P. como los agresores. Así, hubo allanamientos que resultaron negativos.
Ayer se supo que Mauricio P. se presentó en compañía de un abogado defensor en sede judicial y quedó detenido por orden del fiscal de Homicidios Adrián Spelta, quien lo imputará en principio mañana. Respecto de Carlos P., sindicado como el autor material del crimen, hasta ayer no había trascendido que haya sido localizado por los investigadores.
Dueños del barrio
En la crónica del hecho, por esos días vecinos dijeron a este diario que si bien los motivos de la discusión que derivó en la mortal agresión no estaban claros, parecía ser un hecho más en los que la familia de P. querían "meter miedo en el barrio".
"Esta banda —dijo un vecino en alusión a la familia P.— tiene varias casas por acá. Hace como 20 años que viven en Tío Rolo y unos cinco que venden drogas. Quieren ser los dueños del barrio. Si estás en la calle te obligan a entrar a tu casa o te piden plata. Andan en motos a los tiros en la calle".
sudoeste. El hecho ocurrió el 27 de octubre en Vicente Medina al 6800.