Por Leo Graciarena
Pudo ser una balacera más contra el frente de una vivienda de las dos o tres que diariamente se registran en Rosario. Pero esta vez la moneda cayó del lado de la muerte. A las 20.30 del lunes atacaron, desde una moto y un auto, con pistolas con calibre 9 milímetros el desvencijado portón de madera de una humilde vivienda de Seren al 7700. Detrás de esas maderas estaban reunidas dos familias con niños. La descarga de plomo impactó de llenó contra Sol Jazmín Delgado, de 21, quien cayó agonizante. Dos hombres que estaban junto a ella fueron heridos, de los cuales uno estaba internado anoche con pronóstico reservado
"Se escucharon una cantidad terrible de balazos, como 30 disparos en dos tandas. Mi hija había salido justo a hacer un mandado a un negocio frente a casa y escuchamos las detonaciones. Me asomé a buscarla y la metí para adentro. Vi a un hombre herido tirado en la vereda y me acordé que había criaturas adentro. Y me metí. Era un chiquero de sangre. Fuimos sacando los chicos. Pasé por delante de la piba agonizante. Me pidió ayuda y le pedí perdón. Pero saqué a los chicos, era desgarrador escucharlos llorar. Tres de los pibitos eran los hijos de la chica muerta. Y me metí en mi casa, yo no quiero quilombo", explicó un vecino como quien narra la evacuación de un incendio dantesco.
"No tiraron de un solo lado, amigo. Vinieron un auto y una moto y dispararon. Y cuando se iban (hacia calle Donado) salieron de la casa y aún heridos dispararon. Después se subieron a un auto y se fueron todos", indicó otro residente. Minutos después del ataque, a unos 450 metros de la escena del crimen, en cortada Kanner y Donado, fue hallado un Chevrolet Corsa rojo que tenía la luneta destrozada y cinco vainas calibre 9 milímetros en su interior, calibre similar al utilizado en el homicidio de Delgado. En el auto no había ocupantes y se pudo averiguar quien era su titular ya que tenía papeles del seguro. El nombre del titular, y si éste quedó afectado a la causa, no fue dado a conocer.
En diálogo con la prensa la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro indicó ayer al mediodía que la vivienda atacada no era un quiosco de venta de drogas y que la familia que vivía allí se había mudado hacia un mes y alquilaba. Que el Chevrolet Corsa secuestrado —hasta ese momento no estaba denunciado como robado— no tenía impactos de bala pero sí su luneta estallada.
La fiscal ordenó que para confirmar o descartar un enfrentamiento a tiros se les practicara dermotest a los cuatro adultos, incluso a la persona fallecida. Sobre el móvil, Fabbro indicó que una línea de investigación —no la única— estaba direccionada hacia una venganza por un ataque a balazos la noche del sábado en una casa de Misiones 2100, en barrio Santa Lucía, donde fue herida una mujer de 60 años que anoche seguía internada.
Nuevos en el barrio
La cortada Seren (ex 1841) corre paralela a Martínez Estrada, el limite natural del barrio 7 de Septiembre, entre las calles Donado y Cachi al 1500 bis. Para quienes viven en ese pasaje de casas iguales construidas con proyectos sociales la zona se llama barrio Nuevo. Está ubicado detrás de los galpones de la Aduana y del histórico motel Gato Negro.
A la cuadra hace poco más de una semana se había mudado una familia joven con al menos dos hijos pequeños. "Era gente que no se daba con nadie. No tenían contacto con los vecinos. Sus hijos jugaban solos, no se daban con los pibitos de la cuadra. Salían a la mañana en su auto gris y volvían a la noche. Parecía que estaban como «refugiados» y se ve que anoche los encontraron", arriesgó un vecino.
"Hace unos días llegaron una amigos de la pareja en una rural Ford y se instalaron ahí. Todos nos reíamos por cómo tenían que empujar a la Ford para que arrancara", contó un vecino en referencia al vehículo desvencijado que quedó estacionado frente a la casa atacada.
El lunes cerca de las 20.30, según confirmó la fiscal, había en la casa cuatro adultos y tres pequeños. El ingreso de la humilde vivienda, una especie de rectángulo en el que se concentraban todos los ambientes de la casa menos el baño, era un portón de maderas endebles que no soportó la balacera.
"Fueron como 30 balazos en dos tandas. Primero el ataque contra la casa y después se ve que respondieron desde adentro cuando el auto ya se escapaba", indicó un vecino. Otros vecinos confiaron que los atacantes llegaron en una Honda Falcon y en el Corsa rojo que descartaron a cuatro cuadras y media de la escena del crimen. Y que no hubo un solo tirador.
Además de Delgado, quien murió en el lugar, fueron heridos su pareja Carlos Gabriel A. quien fue atendido en el lugar con un balazo en el muslo derecho y pidió no ser internado, Carlos Saúl G., quien al cierre de esta edición estaba internado en estado reservado en el hospital Eva Perón con heridas en muslo izquierdo, tórax y tobillo derecho.