Peter Tabichi es el mejor maestro del mundo. Llegó desde Kenia a la Argentina luego de haber sido galardonado por la fundación internacional Varkey en una premiación donde también participó la docente rosarina Cristina Gómez Centurión que compartió el podio con el africano.
Peter no dejaba de sonreír y saludaba con un inglés particular al llegar el lunes al país donde por primera vez conoció el frío. Tiene 37 años y fue reconocido como el por su trabajo en una de las aldeas más pobres de la región africana. Sencillo y directo expresó que si bien los recursos son importantes, "la pasión que pongan los maestros en su tarea es fundamental". Actualmente está realizando una gira por Latinoamérica dando charlas a docentes y directivos.
Peter es una persona muy sencilla. Creció en una aldea de Kenia. Su padre también era maestro y fue su gran inspirador. Cuenta que perdió a su mamá cuando era chico y que creció rodeado de sus hermanos. Estudió y logró su título de maestro en matemáticas y ciencias.
Trabajaba en una escuela acomodada, pero recorriendo el interior del país descubrió que allí podía ayudar mucho más y hace tres años comenzó a dar clases en el colegio público Keriko Mixed Day en Pwani Village, situado en una zona remota y semiárida del valle de Rift, en Kenia.
Desde entonces se duplicó la cantidad de alumnos. Cuando comenzó a enseñar había 200 chicos y ahora la matrícula supera los 400. "Es la pasión lo que atrae", dicen los que lo conocen. Y es así porque los chicos deben caminar unos 7 kilómetros para llegar hasta la escuela.
Las clases de Peter son creativas y didácticas. No cuenta con tecnología ni demasiado mobiliario pero los chicos no se las quieren perder. En cada aula hay más de 50 alumnos y el docente logra su atención.
Pero su tarea no termina en el aula. El maestro dedica los sábados a visitar a las familias. "Mi escuela está ubicada en una zona muy pobre donde se sufre mucho el hambre", expresa en diálogo con La Capital y cuenta que muchos chicos no se concentran en clases porque están desnutridos. Esto sucede porque la región es asolada por grandes períodos de sequía, que ellos llaman "hambruna", ya que esa es la fatal consecuencia.
Ante esta grave dificultad, el docente comenzó a enseñar a las familias otro tipo de cultivos que demanda mucha menos agua y que se puede mantener durante la época de sequía.
Peter tiene una mirada social muy fuerte. Es fraile de la orden franciscana. "Soy religioso porque quería estar disponible para dedicar todo mi ser y mis energías a ayudar a otros, preocuparme por los demás está en mi corazón", confesó el africano.
"Estoy orgulloso de mis estudiantes y sé que nuestra gran misión como docentes es despertar sus talentos. Trato de animarlos a pensar en soluciones que impacten en la comunidad y en todo el continente africano", enfatizó el maestro.
Los logros de sus alumnos son su gran recompensa. De hecho, hace poco dos alumnas recibieron un premio en la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería de Phoenix, en Arizona. Viajaron a Estados Unidos donde fueron distinguidas por la creación de un instrumento de medición para no videntes.
Peter cree en sus alumnos y les transmite confianza y entusiasmo. Así logró mejorar la autoestima de sus alumnos. En 2017, solo 16 de los 59 estudiantes ingresaron a la universidad, mientras que el año pasado lo hicieron 26 alumnos, y los casos de indisciplina se han reducido de 30 por semana a sólo tres.
Clubes de ciencia y paz
En 2007 las guerras tribales asolaron la región de Nakuru, de donde son la mayoría de los alumnos de Peter. Por eso muchos de ellos son huérfanos.
La idea que tuvo este docente para unir a las más de siete tribus que asisten a las escuela fue crear el Club de Paz. Allí realizan actividades como campamentos donde todos juntos plantan árboles como símbolo de la paz. Pero también armó equipos de fútbol mezclados y ese deporte genera una unidad en cada equipo que logra borrar las diferencias tribales.
También Peter creó el club de ciencia donde los chicos pueden desarrollar su creatividad. Dos de sus alumnas llevaron a cabo un proyecto que permite generar energía a partir de unos vegetales y aguas residuales.
Peter se encuentra realizando una gira por Latinoamérica. El martes se reunió en Buenos Aires con docentes, y recorrió el barrio Fuerte Apache. Allí les dijo a los docentes que es mejor "hablar menos y hacer más". En tanto, está dictando un programa de formación para directivos organizado por la fundación Varkey (ver aparte). Brindó una conferencia ayer en Corrientes y la gira continúa por Brasil, Chile y Colombia.
Premiación. El docente africano recibió el galardón en Dubai.