Era el momento indicado. El de pegar un salto de victoria. El rival, Chacarita, invitaba a eso y Newell's no dejó pasar la oportunidad superando a su rival por 2-1. Sin lucir mucho, pero mostrando cierta contundencia el equipo de Llop pegó el golpe justo para ganar por segunda vez en la Superliga y conservar el invicto de local (dos triunfos y dos empates). Necesitaba sumar de a tres, sin importar el cómo lo conseguía. Y eso es lo que hizo en un Coloso que no lució completo como la mayoría de las veces y por un detalle justificado. El bono obligatorio que se puso a la venta sin dudas que influyó notoriamente (ver página 5).
Poco y nada aportaba el partido. Costaba despabilarse en la mañana dominguera porque Newell's mostraba intenciones, pero carecía del punch necesario para dibujar una sonrisa. Y justo frente a un rival que lucía endeble, tal como lo reflejan los números cosechados en la presente Superliga. Hasta que a segundos de la media hora de juego apareció Sarmiento en soledad dentro del área para sentenciar a Fernández. Y así desatar un festejo loco, desenfrenado, sacándose la mufa y festejando emocionado su primer gol con la rojinegra. Un pase perfecto de Rivero para dejarlo de cara al gol y establecer el 1-0 que a esa altura llenó de tranquilidad e hizo saltar de sus asientos a los hinchas.
Esa ventaja obligó a Chacarita a salir un poco más de la cueva. Y así Newell's logró tener algo más de espacio en la ofensiva. Por eso aparecieron más opciones que generaron zozobra en el arco de la visita. Sarmiento (36') envió un centro al segundo palo, Leal (que tuvo un mediodía negro) metió un cabezazo y el arquero tapó justo. Pero tres minutos más tarde otra vez explotó el Coloso con un testazo goleador de Bianchi para inflar la red y poner el 2-0.
Newell's comenzaba a definir el pleito y Chaca, herido en su orgullo, fue con todas sus limitaciones a cuestas a buscar el descuento que consiguió a través de Ré, pero el juez asistente levantó erróneamente la bandera sancionando posición adelantada.
La Lepra necesitaba cerrar el partido sabiendo que el funebrero iba a quemar sus naves con el fin de revertir el resultado. Sarmiento encabezó una contra, lo dejó solo a Leal y el disparo "sobrador" encontró el pie de Fernández para evitar el tercero. Y en la contra la visita estuvo cerca de achicar la diferencia con un tremendo disparo de Rodríguez, pero Pocrnjic voló para desviarlo.
Una, dos y tres chances tuvo el portugués, que buscaba su gol, pero otra vez perdió ante el arquero. Hasta que se fue reemplazado por Guevgeozian. El golazo de Morinigo (82'), de otro encuentro, prendió la luz de alerta, pero no tuvo demasiado tiempo para una levantada funebrera y llevarse al menos una igualdad.
Newell's golpeó en los momentos justos y dejó de rodillas a un rival que poco y nada pudo hacer para revertir su pésima realidad futbolística. Sin lucir demasiado, la Lepra logró lo más importante: ganar. Y eso en la escala de necesidades fue lo más valioso de la mañana en el Parque.