Hasta un rato antes de empezar el partido en el Nuevo Gasómetro no se sabía oficialmente si la Conmebol habilitaría a Emiliano Vecchio para jugar. Central acompañó estudios médicos además del resultado negativo del hisopado practicado el lunes y como estaba con el tiempo muy justo no se sabía si podría estar. Finalmente el OK llegó, y el 10 pudo salir a la cancha. Y vaya que resultó decisivo su aporte. No sólo clarificó siempre las acciones auriazules cada vez que la pelota pasó por sus pies. Ta,bbién convirtió un verdadero golazo. El de la victoria tras gran asistencia de Marco Ruben, que fue el moño a una noche soñada que había empezado con total incertidumbre. “La verdad es que ya en el primer tiempo estábamos para ganarlo por dos o tres goles”, dijo el enganche resaltando el valor colectivo.
Hace rato que Vecchio viene buscando la pelota más retrasado y a veces aparece demasiado lejos del arco rival, donde más se lo necesita. Claro que el Kily González que entendió que no podía desempeñarse de 5 principal y al jugar en este caso Emmanuel Ojeda al lado, su obligación defensiva no es la misma y tiene la libertad para moverse en cierta manera por donde más puede pesar.
Nadie mejor que él para leer el juego y por eso apareció raudo por el centro del área para recibir la genial asistencia de Ruben y definir con sabiduría, al palo izquierdo abajo de Torrico, sellando una victoria impostergable y merecida por cierto.
Vecchio jugó el clásico y no pudo volver a hacerlo. No pudo estar en el empate en Chile ante Huachipato ni en la eliminación en Vicente López en la Copa de la Liga. El test negativo del lunes último alimentó la esperanza para el Kily de volver a tenerlo y aunque su presencia se hizo esperar, resultó decisiva.
“Ganamos porque jugamos bien al fútbol. Hay que tener personalidad, correr pero cuando jugás bien estás más cerca de ganar”, declaró Vecchio. “Ganamos porque llevamos adelante el plan del cuerpo técnico”, acotó.
“No tuve síntomas (del Covid) y me entrené en casa. Me sentí bien hasta los últimos minutos”, explicó sobre su particular situación. “Estoy más viejito y sensible pero esta victoria me moviliza mucho”, señaló emocionado. “Salvo ante Platense, encontramos una regularidad. Este triunfo fue espectacular. Hicimos noventa minutos bárbaros”, cerró.
El Kily los gritó afuera
El Kily lamentó todas las situaciones desperdiciadas, hasta que se fue de boca (tras una falta a Vecchio) y Bruno Arleu lo expulsó. Ya en la platea pudo gritar el gol de Gattoni en contra primero y de Vecchio después, handy en mano, con el que se comunicaba con su cuerpo técnico. Igual, los jugadores los escuchaban perfecto.
Central no podría jugar en el Gigante
El partido entre Central y Huachipato del próximo miércoles podría no jugarse en Arroyito y si eso se confirma los canallas deberán mudarse a Buenos Aires. Podría ser Arsenal o Racing. El inconveniente está en la imposibilidad del aeropuerto de Rosario de recibir vuelos internacionales y según los protocolos de Conmebol los estadios tienen que estar a no más de 150 kilómetros del aeropuerto, dentro de lo que se conoce como el “corredor sanitario”.
Desde Central esgrimen que están dispuestos a hacerse cargo del costo del traslado desde Ezeiza a Rosario, pero no es sencillo. Huachipato sólo aceptaría si el vuelo de vuelta es directo, desde Fisherton a Santiago de Chile, que es el permiso que debe lograr Central y para lo que tendría tiempo hasta hoy al mediodía.
Muchos equipos ya perdieron la localía y ahora le puede ocurrir a los canallas, que de tener que jugar en otra cancha lo harían en Sarandí o Avellaneda.