La historia de Emiliano Vecchio en Central está a punto de transformarse justamente en eso, en historia. De no ocurrir nada extraño el volante ofensivo se desvincularía del club de Arroyito, donde tiene contrato hasta diciembre de 2023. Es que en el mediodía de este martes se dio la primera reunión entre las partes, en la que se comenzó a hablar sobre la forma de salida más elegante posible luego de que el entrenador Leandro Somoza incluyera a Vecchio en la lista de seis futbolistas que no tendrá en cuenta de aquí en más. Y el punto sobre el que giró ese primer cónclave fue el de la rescisión de contrato, que algunas horas más tarde se terminó materializando, cuando se llegó a un acuerdo de palabra. El mismo será traducido a los papeles este jueves, con la firma correspondiente. Cuando eso suceda, se podrá afirmar que Vecchio ya no es más jugador de Central, pero a esta altura está todo dado para que así ocurra. Así, de aquellas adjetivaciones del mediodía, que hablaban de una reunión “positiva” y en “buenos términos”, se pasó a un acuerdo verbal, al que sólo le falta el respaldo de los papeles.
Después de un fin de semana cargado, con audios que se viralizaron y un sinfín de conjeturas y especulaciones, desde la comisión directiva convocaron a la gente que maneja la carrera de Vecchio para empezar a charlar sobre el futuro.
De la reunión participaron el presidente Rodolfo Di Pollina, el vicepresidente primero Ricardo Carloni, el secretario Guillermo Hanono, la contadora del club Romina Baronti y Sergio Lami, representante del futbolista.
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Vecchio dialoga con Somoza, en el partido contra Tigre, el único en el que fue titular con el nuevo DT.
Héctor Rio / La Capital
“Lo que se hizo fue tratar de encontrar el equilibrio para cerrar el tema”, confió una fuente allegada a la dirigencia, la misma que insistió con la idea de que la reunión fue “en muy buenos términos”. Desde el entorno de Vecchio se expresaron en los mismos términos. Y todo eso fue lo que condujo, horas después, a que el acuerdo fuera total.
La idea primaria de la dirigencia de Central era darle forma a la rescisión de contrato, pero en situaciones de este tipo la cuestión económica suele tener su injerencia. El club no querrá que esta medida resulte una piedra en el zapato para la tesorería y, por supuesto, a Vecchio lo asistía todo el derecho de reclamar lo que le corresponde (tiene por delante 18 mese de contrato). No obstante, advierten que las pretensiones del futbolistas lejos estuvieron, incluso en esta charla preliminar, de llevar la negociación a un terreno fangoso, en el cual costara avanzar. Es más, ya en horas de la tarde, con las revoluciones un poco más bajas, se dieron algunos nuevos pasos en la negociación, aunque ya con mayores precisiones. Los mismos tuvieron que ver con el intercambio de papeles, hasta que se llegó a un puto de acuerdo. Vecchio (está de vacaciones junto a su familia) cobrará hasta el día que trabajó.
La diferencia que había quedado expuesta sobre la mesa en la reunión del mediodía era mínima. Es que la posición que habían establecido del lado del futbolista fue apelada en cierta forma por los interlocutores de una dirigencia que, advirtieron, lamentan que la historia se haya presentado en estos términos, pero que de la misma forma entienden que es algo que deben llevar a cabo sí o sí por tratarse de una decisión que corre pura y exclusivamente por parte del entrenador.
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Vecchio con la camiseta de Central, una imagen que difícilmente se repita.
Marcelo Bustamante / La Capital
Vecchio tranquilamente podría decidir quedarse a pelear por un lugar y cumplir con el año y medio de contrato que le queda por delante. De hecho fue lo que pensó e hizo público después del partido contra Huracán, cuando señaló que quería quedarse “muchos años más en Central”. Más allá de eso, en estos últimos días el conflicto tomó otro color y quizá por eso Vecchio entendió que no valía la pena intentar torcer el pensamiento de Somoza y que lo más conveniente es acordar una salida lo más cordial posible. “Se escuchó con respeto el planteo que se hizo del lado del jugador, pero la verdad es que no vinieron por todo, sino que lo hicieron con una postura muy medida”, destacó una voz autorizada, conocieron los detalles de lo expuesto en esa reunión.
La salida de Vecchio de Central ya está encaminada y a esta altura prácticamente nadie se atreve a pronosticar la aparición de algún contratiempo. Antes de la reunión hubo quienes barajaron la posibilidad de que Vecchio pudiera se cedido a préstamo, pero ya en el arranque de la negociación con el volante canalla figura dominante fue la de la rescisión del contrato.
Somoza ya avisó que Vecchio no será tenido en cuenta, que no encaja dentro de su proyecto futbolístico (en los ocho partidos que dirigió, siete los jugó con un enganche definido) y después de algunos audios que se filtraron (se escuchó uno de Carloni y otro del propio Vecchio) todo se calentó un poco más, pero lo concreto es que su salida ya fue acordada de palabra y que sólo falta firmarla.
Los otros cinco deben esperar
En la misma situación que Emiliano Vecchio están otros cinco futbolistas, a los que Leandro Somoza no tendrá en cuenta. Son los casos de los defensores Javier Báez y Ricardo Garay, los mediocampistas Martín Rabuñal y Michael Covea, y el delantero Milton Caraglio, todos con contratos vigentes. Con todos ellos deben sentarse a charlar para acordar sus salidas del club, pero lo harán una vez sellado el acuerdo con Vecchio, ya que consideran que es la situación “más relevante”. Pero es un hecho que ninguno seguirá.