Sonó el himno de España y el rey Felipe VI aguantó impertérrito la sonora silbatina por parte de la hinchada del Barcelona. En medio Vicente Calderón ondearon a la vez numerosas esteladas, las banderas independentistas catalanas que el gobierno español intentó prohibir desatando una gran polémica.
La final de la Copa del Rey, jugada en Madrid, volvió a ser hoy escenario de reivindicaciones secesionistas. La contestación llegó de la otra mitad del estadio: la hinchada del Sevilla desplegó banderas españolas durante la sonora silbatina.
Entre cánticos del himno sevillista, en las tribunas del equipo de Unai Emery se escuchó también "¡Que viva España!" y "¡Yo soy español, español, español!". Reivindicación hispana.
"Si no hubieran cambiado las cosas, no hubiera asistido a un partido donde no hay libertad de expresión", dijo a su llegada al estadio el jefe del Gobierno de Cataluña, el secesionista Carles Puigdemont.
El hombre que quiere conducir a la región del noreste a la independencia de España en menos de dos años siguió el partido muy cerca del rey Felipe y solo el ministro de Educación, Cultura y Deporte lo separaba de la reina Letizia.
Puigdemont y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, dieron marcha atrás en su decisión de no acudir a la final solo cuando la Justicia revocó el veto de la enseña secesionista. Lo mismo hizo la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que había anunciado su intención de no asistir en solidaridad con su par de Barcelona.
La cúpula del club azulgrana seguía hoy molesta por el veto inicial. "Estamos indignadísimos", dijo su presidente, Josep María Bartomeu.
La polémica prohibición de las banderas secesionistas por parte de la Delegación del Gobierno en Madrid calentó los días previos al partido y ensombreció su trascendencia deportiva.
Dos días después del veto, un juez revocó la decisión, que tampoco había encontrado respaldo cerrado en la opinión pública. No incitan a la violencia, argumentó el magistrado.
Llegó el partido y la hinchada del Barça sacó las esteladas y silbó. Y las enseñas secesionistas ondearon hoy en una zona del Vicente Calderón donde habitualmente flamean banderas de España: el fondo que ocupan los hinchas más radicales del Atlético de Madrid.
La de hoy no fue una silbatina tan fuerte como la del año pasado, cuando el rechazo al himno y al rey inundaron el Campo Nou en la final del Barça contra el Athletic de Bilbao, equipos ambos con hinchada secesionista.
Pero no fue lo mínima que algunos medios españoles narraron al momento en sus webs. Los chiflidos fueron fuertes y se oyeron pese al volumen atronador con el que el himno español sonaba por los altavoces del estadio.
Ya van varios años, desde el Athletic de Bilbao contra el Barcelona de 2009, en los que los abucheos y silbidos al himno de España siembran controversia en una final de la Copa del Rey cada vez que la juega uno de los equipos con hinchada secesionista. Para Felipe VI, proclamado en junio de 2014, fue la segunda.