Parece una película de ciencia ficción que un entrenador que dirigió su primera práctica en Central el pasado domingo 24 de febrero, es decir hace apenas 22 días, hoy se juegue literalmente el cargo en el partido de altísimo voltaje que disputarán los canallas ante San Lorenzo. Es cierto que el incipiente ciclo de Paulo Ferarri aún no logró ganar ninguno de los cinco partidos que disputó (cuatro empates y una derrota), pero de ahí a que sean los propios dirigentes los que pongan en duda su continuidad, haciendo referencia al malestar generalizado de los hinchas ante el magro promedio, refleja un estado de anarquía a la hora de manejar los destinos del fútbol profesional (ver página 2). Todo indica que el futuro del Loncho está atado al resultado de esta tarde. Una victoria y hasta un empate le salvarían el pellejo al DT, pero una derrota decretaría su salida. Un verdadero despróposito para un entrenador del riñon del club que no hace ni siquiera un mes que ocupa el cargo.