“Faltando dos fechas, el balance general es bueno”, tiró Miguel Angel Russo en la sala de conferencias del Cilindro de Avellaneda, minutos después de que su equipo terminara el partido en el que estuvo cerca de romper la racha de visitante que lo atormenta. Una declaración que puede tomarse como de compromiso, pero que va pintando ese análisis fino que deberá darse, sobre todo del lado del cuerpo técnico, una vez que el torneo llegue a su fin. Es que frente a los dos pasos que le restan, el canalla va camino a una evaluación que sin dudas tendrá más cosas buenas que de las otras, porque a juzgar cómo están hoy los números, Central tiene muchísimas chances de terminar entre los clasificados a copas internacionales. Y esa frase del entrenador seguramente tiene también mucho que ver con la gran chance que tuvo el equipo de volver a ganar fuera de Arroyito. Porque, al menos, el equipo tuvo rebeldía y ambición en comparación con otros tantos partidos en los que directamente ni compitió. "Fue uno de los mejores partidos de visitante que hicimos", señaló.
Unas cuantas quedaron claras después del empate en cancha de Racing. Una de ellas es esa enorme dificultad de hacerse fuerte en condición de visitante, algo que de haberlo logrado sin dudas hubiese mejorado considerablemente la campaña.
Ya es tarde para lamentos y para intentar correcciones del fondo que le permitan al equipo dar un salto de calidad porque le queda una sola excursión: a Córdoba para visitar a Belgrano. Pero Russo es de los técnicos que cada pasito al frente que da su equipo los toma de muy buena manera.
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Central llegó al empate ante Racing con el gol de Veliz. El equipo de Russo después tuvo las chances para ganarlo.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Por eso, el hecho de haber jugado mucho mejor que en otros partidos (más allá de lo diezmado que estaba Racing) fue algo que dejó más que conforme a un técnico que no es de descorchar cuando ve algo positivo, pero sí de tomarlo como un incentivo.
Si Central no se trajo los tres puntos desde Avellaneda fue porque hubo la impericia a la hora de la definición, además de cierta cuota de suerte, porque Racing también se equivocó en algunas claras que tuvo. Pero Russo sintió que Central no había sido el de antes, que esta vez fue un equipo competitivo.
Como viejo entendedor y analista del fútbol, sabrá también que para el semestre que viene deberá buscar la forma de que el equipo no dependa tanto del aporte de Ignacio Malcorra y Jaminton Campaz, pero de la misma forma se sentirá conforme con este primer semestre del canalla.
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Jaminton Campaz se exige ante la marca del defensor de Racing. El colombiano tuvo una clara y la desperdició.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Antes de que inicie el torneo hubo un objetivo claro que se planteó el grupo, en especial el cuerpo técnico, y fue llegar al final del mismo en zona de clasificación a copas internacionales, por eso el atrevimiento de parte de Russo a esta altura de la competencia, animándose a meterle un calificativo de tinte satisfactorio a la campaña.
No es para nada sencillo lo que le queda al canalla de aquí hasta el final, porque el próximo fin de semana recibirá nada menos que al mejor equipo argentino y flamante campeón: River. El final será frente a Belgrano, también de buen torneo.
Dependerá de lo que haga Central y también del salto que puedan aquellos equipos que están por debajo de la línea del canalla, pero a esta altura ya hay un atisbo de satisfacción de parte del entrenador.
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El Central de Russo hizo una gran campaña en el Gigante, donde sólo le queda un partido: ante el campeón River.
Leonardo Vincenti / La Capital
Le quedará a este Central inestable la chance de jugarse un pleno en Córdoba para ver si puede despedirse rompiendo esa flaquísima performance en condición de visitante, pero a esta altura Russo más que nadie sabe que esa materia que le quedará como pendiente deberá empezar a rendirla recién en la Copa de La Liga. Al menos notó que hubo un pequeño avance en ese sentido el sábado por la tarde contra Racing, en un partido en el que las ambiciones fueron otras y ya con eso le alcanzó para sentir que se había calzado otro traje.
El millonario llegará a Arroyito con el título de campeón y ante ese equipo el canalla tendrá la dura misión de defender la fuerte localía que lo acompañó hasta aquí. Y mantener el invicto frente a este River de Demichelis sería, además, algo así como un broche de oro en un terreno donde logró, sin dudas, uno de los puntos más fuertes.
Para Russo serán fundamentales los dos partidos que le quedan a Central porque con los resultados de ambos habrá una idea que, para bien o para mal, se potenciará, pero el DT tiene ya algunos indicios de lo que será su análisis cuando se baje el telón.