Si para Néstor Pitana haber dirigido el partido inaugural del Mundial 2018 entre Rusia y Arabia Saudita ya era un motivo de distinción, la elección para ser el árbitro de la final de mañana entre Francia y Croacia es sencillamente su consagración. Ahora sí el juez argentino, nacido en Misiones hace 43 años, podrá decir que escaló el monte Everest en su profesión. Porque estar en el encuentro que paralizará al planeta fútbol se aproxima bastante a tocar el cielo con las manos. Una responsabilidad que también vivió Horacio Elizondo en Alemania 2006, cuando estuvo en la inauguración entre Alemania y Costa Rica en Munich y luego fue el referí en la consagración de Italia ante Francia en la definición por penales en el estadio Olímpico de Berlín.
Los reflectores del mundo no sólo iluminarán a Pitana mañana en el mediodía de nuestro país. También se posarán en la figura de sus asistentes Hernán Maidana y Juan Pablo Belatti, todos representantes argentinos en la gran final en Moscú. Además de tener reservado ya un lugar en la historia de los mundiales, Pitana también ocupa el podio de los árbitros mejores pagos en Rusia 2018. Que esté arriba en ese lote no es antojadizo. Está junto a dos de los mejores jueces del mundo como el alemán Felix Brych y el turco Cuneyt Cakir. Es que la Fifa lo tiene muy bien considerado, incluso por encima de la mayoría de los 36 árbitros y 63 asistentes que estuvieron en Rusia. Por eso lo ubicó dentro de la categoría más alta que establece en función de la experiencia, el historial internacional y el momento que atraviesa en su carrera. Con esos atributos hay pocos y Pitana es uno de ellos.
Sólo por participar del Mundial embolsará 70 mil dólares y a eso hay que sumarles los 3 mil dólares que cobrará por cada encuentro que dirigió. Como en Rusia 2018 ya arbitró en cuatro encuentros tiene asegurado 12 mil dólares más. El registro es que dirigió el partido inaugural entre Rusia y Arabia Saudita, conducida técnicamente por ex el jugador y entrenador de Central Juan Antonio Pizzi, y aquel día marcó varias veces sacar del medio porque los locales apabullaron 5 a 0. También fue protagonista de la goleada de Suecia ante México en Ekaterimburgo, en la victoria de Croacia por penales ante Dinamarca en Nizhny Nóvgorod por los octavos de final y en el triunfo de Francia 2 a 0 ante Uruguay, también en Nizhny pero por cuartos. Ahora con la final sumará otros 3 mil más del billete estadounidenses a su cuenta bancaria.
En total, Pitana cobrará 85 mil dólares. Una cifra que toma considerable distancia de la que recibieron los colegas que dirigieron la misma cantidad de partidos en los anteriores mundiales, ya que en Sudáfrica 2010 por participar cobraban 34 mil dólares y en Brasil 2014 la cifra subió a 50 mil.
De cualquier forma, no hay dinero que pague el orgullo que debe sentir por ser el representante argentino en un acontecimiento planetario como es la final de un Mundial.
Con muy buenos puntajes
Pitana está jugando un gran Mundial. En los cuatro partidos en los que estuvo logró puntajes promisorios, más allá de algunas dudas que generó en la utilización del VAR en el encuentro entre Suecia y México cuando debió revisar una jugada en la que había habido mano de Javier Hernández en el área, pero al final no sancionó penal. Aunque lo que más sedujo a la Comisión de Arbitros de la Fifa sobre sus actuaciones fue la capacidad que mostró para llevar las riendas de los partidos. Gustó mucho ese perfil conciliador que utilizó para desactivar cualquier situación polémica que se le presentaba.
Sereno y concentrado, ninguna escaramuza escapó a su control ni su autoridad fue puesta en entredicho por los jugadores. El ejemplo más claro de esto fue cómo manejó con cintura y sin recurrir a movimientos aparatosos la jugada en la que Kylian Mbappé gozó a Cristian Rodríguez en el partido entre Francia y Uruguay por los cuartos de final. Pitana puso paños fríos y amonestó a los dos. No es casualidad que con ese estilo de conducción haya sacado en los cuatros cotejos 12 tarjetas amarillas y ninguna roja.
Además, para tomar la determinación de designarlo, la Comisión de Arbitros de la Fifa estudió en detalles cómo Pitana interactuó con la asistencia arbitral por video. Y esa materia la aprobó con buenos rendimientos pese a la duda que dejó en la jugada que pareció penal para Suecia. Se mostró a la altura a la hora de seguir de cerca y con atención el juego vertical y en velocidad que se observó en el Mundial. El argentino registra desplazamientos de 12 kilómetros por partido y su estereotipo arbitral calzó a la medida del torneo.
En tren de buscar razones, también se impone decir que Pitana estará en la final porque no la jugará Argentina. La eliminación de Argentina en octavos le abrió a Pitana una posibilidad de estar en el último partido de Rusia 2018 y ganar su propio Mundial. Claro que para que esas expectativas tuvieran sustento también era muy necesario que el juez hubiera tenido destacados desempeños. Y Pitana, muy bien secundado por sus colaboradores, aprobó con creces cada uno de los cuatro exámenes que hasta ahora le tomaron.
Contando la final, Pitana impartirá justicia en su noveno partido mundialista. Esta marca lo posiciona como el segundo árbitro con más encuentros dirigidos en Copas del Mundo, sólo superado por el uzbeco Ravshan Irmatov, quien tiene 11.
Pitana entra en la historia
Será la cuarta vez que un árbitro llega a dirigir cinco partidos en un mismo Mundial. Antes lo hicieron Benito Archundia (México), Horacio Elizondo (Argentina) y Ravshan Irmatov (Uzbekistán). Y será la tercera ocasión en la que un juez dirige el partido inaugural y la final. George Reader (Inglaterra) en 1950 y Elizondo en 2006 son los otros dos.