Hay partidos en lo que además de lo futbolístico juegan mucho las emociones y una clara muestra de ello es lo que lo que se viene este martes en Montevideo, donde Central deberá hacer prevalecer lo que tiene que ver únicamente con el juego, amén de que en ese terreno esté también un paso detrás de Peñarol. Este equipo de Russo ya atravesó con éxito la estación Deportivo Riestra, por la Liga Profesional, pero lo que siempre dio vueltas en la cabeza de todos en Arroyito es este choque con olor a final que se disputará en el Campeón del Siglo.
En tren de comparación, Peñarol llega con un plus y mejor parado, tanto desde lo futbolístico como desde lo emocional. Y las pruebas están a la vista: el canalla con una obligación extrema y el carbonero con cierta licencia y encima envalentonado por el título logrado, a dos fechas del final, en el torneo Apertura de Uruguay. ¿Cuáles son algunas de las diferencias entre uno y otro?
El arrastre
CENTRAL jugó un partido antes de ese encuentro en Uruguay y fue frente a Deportiva Riestra, por la 3ª fecha de la Liga Profesional. Allí el canalla buscaba cierta cuota de oxígeno pura y exclusivamente para potenciar el semblante. Es que, como se preveía, Russo apostó por un equipo ciento por ciento alternativo, lo que hizo que el último gran antecedente previo a esta final contra Peñarol haya sido el empate ante Tigre, en el que el canalla quedó en deuda desde lo futbolístico con mayoría de habituales titulares. Por supuesto que no daba lo mismo lograr una victoria como la que finalmente logró en cancha de Riestra, pero se trató de un partido para cumplir Igual, sirvió para distender. Y el ánimo se potenció el domingo cuando el club anunció el regreso de Marco Ruben.
PEÑAROL jugó hace más de una semana y volvió a hacerlo el jueves pasado, pero con una realidad totalmente distinta. Es que ese sábado se consagró campeón del Apertura uruguayo tras la victoria 2 a 0 sobre Defensor Sporting de visitante. El carbonero venía con muy buen paso en el torneo y fue tanta la diferencia que le sacó al resto que logró el título a dos fechas del final. Eso a Central podría importarle poco, pero es indiscutible la potencia en el semblante que adquirió el conjunto uruguayo. Futbolísticamente podría analizarse el nivel del fútbol charrúa, pero no debe haber envión emocional más importante que ese. Sus jugadores titulares llegan también con el descanso necesario, ya que tras la coronación el DT Aguirre puso, cinco días después, una formación alternativa frente a Progreso, que igual le fue suficiente para ganar.
Uno o dos resultados
CENTRAL tendrá una carga extrema en ese partido y es la necesidad del triunfo, el único resultado que le sirve para meterse en los octavos de final de la Copa. ¿Qué implica eso? Que el equipo deberá estar preparado para adaptarse a todos los escenarios posibles y tendrá que saber complementar táctica y estrategia. Esa necesidad de convertir debiera no aturdirlo ni hacerle perder los estribos en un partido en el que le será necesario jugar con los pies, pero también mucho con la cabeza. Salir alocado en busca del gol podría implicar caer en desatenciones defensivas que le pueden costar caro y frente al mínimo error la cuesta se le haría más empinada todavía.
PEÑAROL sabe que de tres posibles resultados hay dos que le calzarán como anillo al dedo y desde ese punto de vista tendrá menos chances de caer en la desesperación que el canalla. La única forma de que eso suceda será si Central le convierte primero, pero en ese caso el carbonero tendrá muy en claro que estará a un gol de volver a poner todo como al principio. Y así como el equipo de Russo deberá tener la cabeza en calma, en Peñarol sucederá algo similar, aunque sabe que contará con el plus de saber que el reloj, el corte de ritmo y todo aquello que lentifique el desarrollo, alterará más a Central.
Ultimo antecedente copero
CENTRAL cumplió con la parte que le tocaba en su último partido por Copa Libertadores, al que llegó con la necesidad de ganar para mantener viva la chance de clasificación a octavos de final. Y fue ese resultado a partir del cual potenció la sensación de que nadie debe darlo por muerto. El contraste está en la jerarquía del rival. Es que Caracas demostró con creces ser el equipo más flojo del Grupo G, a tal punto que sumó un solo punto, justamente contra el canalla, en Venezuela.
PEÑAROL se exponía a una parada brava en el partido contra Atlético Mineiro en la quinta fecha de la fase de grupos porque un traspié le daba la chance a Central de que si le ganaba a Caracas en la última fecha iba a tener la ventaja del empate. Pero el carbonero logró sin dudas el resultado más importante en lo que va de la Copa, cuando en su estadio derrotó al por entonces imbatible Atlético Mineiro para lograr tres puntos que lo mantuvieran dos puntos por encima del canalla.