Hace desde el partido con Temperley que Edgardo Bauza viene hablando de que su Central llegó a una final y que esa instancia la juegan sólo dos equipos. Ahora, con el conocimiento de que Gimnasia será el rival en el encuentro decisivo en Copa Argentina el Patón reforzó su idea. Lo hizo desde una óptica como grupo, pero también abordando el análisis desde el plano individual. "No podría trabajar en un equipo si no pienso que puedo ser campeón", tiró ayer el Patón en alusión a las sensaciones de lo que se jugarán él y su equipo, pero teniendo en cuenta aquellas declaraciones apenas asumió el cargo en las que hizo referencia a que el principal objetivo iba a ser mejorar la campaña anterior y bajar la cantidad de goles en contra. "Me tendría que dedicar a otra cosa", dijo el técnico canalla, quien agregó: "A veces no llego, pero mi pensamiento es ese".
"Obviamente que hubo problemas en el medio, pero se superaron por la gran voluntad de los jugadores. Ya dije que vamos a jugar una final, que es un tema importante, y estamos tratando de tranquilizarnos. Es que es un partido y conociendo la ciudad sé que va a ser una locura. Lo que estoy tratando es de bajar un poco los decibeles, de estudiar al rival y pensar en hacer un buen partido porque considero que esa es la única forma para ganar", abundó Bauza sobre el enorme desafío que se le avecina al canalla.
Para el Patón ese gran objetivo "es una final y hay poco por analizar". Pero rápidamente analizó que "vamos a enfrentar a un equipo que eliminó a Boca y a River, lo que habla a las claras de que va a ser una final dura, como todas las finales. Todas son difíciles cualquiera sea el rival. Primero tenemos un encuentro previo y hasta la final tenemos tiempo para recuperar jugadores. Trataremos de armar el mejor equipo que podamos".
"La final ya se empieza a vivir", reflexionó el entrenador cuando hizo mención a que "a los jugadores se lo hace sentir la gente, caminando por la calle. La final ya se empieza a vivir y no se puede esquivar. Pero el partido de Vélez es importante también y trataremos de armar el mejor equipo posible para ver si podemos sacar un buen resultado".
La patriada que se juega Central es grande, con un técnico que ya tuvo la chance de darle un título al canalla y no pudo (jugó la final de Copa Conmebol 1998 y semifinal de Libertadores 2001, además de pelear hasta la última fecha un torneo con River, en el Apertura 99). De allí la consulta sobre a esta final llegaba más aplomado. "Eso es relativo. Yo me siento bien, pero sobre todo muy tranquilo y los que me dan tranquilidad son los futbolistas. De mi parte tendré que devolverles la calma que ellos me transmiten para que puedan hacer un partido normal, que no sea una locura. Creo que si hacemos un buen cotejo tenemos muchas posibilidades de ganarlo".
En muchos pasajes de la charla el Patón habló de la "tranquilidad" que les debe inculcar a los futbolistas, aunque en eso nada tiene que ver con las finales perdidas en los últimos años. Es que el técnico considera que "esas frustraciones son más para el hincha que los jugadores. En el plantel debe haber dos o tres que jugaron esos encuentros. Lo que vamos a intentar es trabajar para que el hincha se sienta bien y que esté contento. La historia es historia".
"Creo que los dos equipos llegan bien, sobre todo desde lo anímico. Por algo este campeonato lo empezaron a jugar más de cien equipos y sólo dos están en la final. Llegamos confiados y creo que voy a poder armar con los que mejor estén. La cabeza va a estar puesta en eso, pero hay muchas cosas que pensar todavía", analizó el Patón.
¿Que sea Gimnasia y no River el rival significará una mayor presión para Central? "No sé si Gimnasia está por debajo de River porque dejó en el camino justamente a River y a Boca, por eso digo que va a ser un rival difícil con un técnico al que conozco muy bien. No tengo dudas de que va a ser muy duro, pero sé que vamos a tener el tiempo necesario para trabajar y planificar el encuentro", dijo.