La nueva gama leprosa tiene un espíritu colosal. El equipo va al frente sin medir posibles daños colaterales. También es verdad que genera taquicardia cada vez lo atacan. Hay una marcada descompensación entre lo ideal y lo real. Sin embargo, en las últimas presentaciones obtuvo un sello que lo distingue. Newell’s abrochó frente a las narices de su pasional masa tres victorias al hilo. El plus es que además no recibió goles. En medio del triste frenesí por la eliminación de la Copa Argentina y posterior porrazo ante Instituto hay que destacar que desde que arrancó la Liga Profesional, la tropa de Gabriel Heinze se quedó con los seis puntos que estaban en pugna. La visita inmediata en el Parque es nada menos que Barracas Central, cuyo objetivo inmediato es no sucumbir en las arenas del Coloso Marcelo Bielsa en pos de sumar para alimentar el promedio. No obstante, el Gringo también tiene sus claros objetivos. El más cercano es tratar de completar un póquer de ases para hacer del siempre festivo estadio un genuino aliado que le permita hacer la diferencia y erigirse en protagonista de verdad en el plano nacional. Ni hablar cuando se turno de mostrarse a nivel internacional.
Newell’s transita en su laberinto futbolístico aferrado a un libreto particular. La puesta en escena exhibe diferentes puestas a punto. Sea por el rival de ocasión o, simplemente, porque los jugadores rojinegros ofrecen un espectáculo limitado a la hora de brindar el show.
También es verdad que a la hora de poner en la mira la cosecha de puntos en el Coloso, la resultante arroja un saldo seductor: da superávit. Es que bajo la batuta de Heinze viene empachado. La Lepra ganó los dos partidos que disputó en el parque Independencia. Una cifra tentadora que invita a soñar. A proyectar. Sobre todo si se le agrega el eslabón del triunfo conseguido en la última presentación en casa en octubre de 2022, por el torneo que finalmente conquistó Boca. Es más, el xeneize quedó de rodillas cuando visitó el Coloso fruto del 2 a 0 (Juanchón García y Ditta) que supo conseguir el entonces elenco dirigido por Adrián Coria
Con el inicio de la temporada 2023, Newell’s pisó fuerte y fue más guapo que Vélez (1 a 0) y Banfield (2 a 0). Claro que ante el taladro recién vio la luz de la alegría sobre final. Porque facturó a los 83’ vía Velázquez y a los 92 por intermedio del colombiano Mosquera. Hasta ahí todo era color de rosa, más que rojinegro.
No obstante, en un par de días se instaló sobre el cielo leproso nubes muy oscuras. Primero llegó el diluvio de impotencia en la comunidad del Parque tras perder ante Claypole en San Nicolás, por los 32avos de la Copa Argentina, que es una competencia que a Ñuls le cuesta poder afrontarla entre edición y edición. Y al instante, casi sin anestesia, recibió una nueva dosis de derrota. Esta vez a manos de un práctica Instituto en Córdoba, donde el equipo de Heinze además fue una especie de murga con cambalache.
Pese a la adversidad reciente hay que destacar que Newell’s cuenta con un proyecto deportivo made in Heinze que no tiene intenciones de ser alterado. Desde el seno dirigencial incluso avalan la labor cotidiana que está desarrollando el entrenador. Incluso resaltan que no están preocupados por los dos recientes porrazos sino ocupados en seguir creciendo y solidificando cada una de las estructuras que forman en ADN deportivo.
También hacen eje en que están tratando de devolverle el espíritu ganador que supo tener Newell’s en un momento no tan lejano. La idea es continuar sembrando sobre terrenos fértiles y promocionando, entre otros ejes de gestión, a los juveniles de la casa. El club sigue además intentando recobrar brillo. Lo hace mediante las recientes obra que se están ejecutando. Sea en materia edilicia como la construcción de nuevos palcos como además la instalaciones de flamantes luces LED.
Por la cuarta al hilo
Así y todo, para esta nueva versión rojinegra hay un punto que parece innegociable. Y es ceder ante su gente. Sobre todo tras la llegada de Heinze. Con el Gringo, hasta el momento, está on fire. El equipo jugó dos partidos y ganó ambos. Con funcionamientos y rendimientos disímiles. Pero triunfos al fin. Y eso es lo que cuenta.
Contra Vélez fue 1 a 0 y ante Banfield 2 a 0. Lucas Hoyos, además, se volvió al vestuario con el candado puesto en su arco. Ese no es un detalle más. Es un dato sobresaliente porque se suma al triunfo con Boca por 2 a 0, en octubre pasado por el torneo que finalmente se aferró el elenco xeneize.
Este sábado (a las 21.30) será momento de recibir a Barracas Central. El mismísimo equipo que potenció el presidente de AFA, Claudio Tapia, con todos los condimentos extras que eso genera en esta jungla futbolera. El guapo llegará al Coloso y, seguramente, especulará a la hora de la función. O no. Porque ya dio muestras de que si lo dejan o puede, no vacila y le generara un dolor de cabeza al rival sin dudarlo.
Pero Heinze sabe que esta sería además una nueva oportunidad para archivar el pasado reciente sin olvidar lo traumático que fue haber quedado con las manos vacías ante Claypole e Instituto. El Gringo pretende seguir creciendo como entrenador y continuar viendo un Newell’s cada vez más sólido, independientemente de que hasta la fecha mostró un andar muy irregular. Incluso hasta dudoso.
La misión será conquistar un nuevo triunfo en casa. Sea para retomar la senda de la victoria como para no perderle pisada a los que están en el lote de vanguardia. Porque uno de los objetivos de Newell’s para este torneo es ser protagonista. Por ahora dista de serlo. Pero parece tener materia prima como para terminar esta historia entre los de arriba. Y qué mejor excusa que volver a acopiar ante su gente un nueva victoria y conquistar así un póquer de ases para consolidar la fortaleza en el Parque.