Newell’s ya vivió una experiencia única, maravillosa, como es la de visitar la casa de Lionel Messi y jugar un partido amistoso contra su equipo, que también es el del Tata Martino. Lo ocurrido el jueves 15 de febrero de 2024 en Miami no se olvidará jamás en el mundo leproso y bien valió la pena el esfuerzo del viaje. Ahora, lo que toca es la vuelta, enfocarse de nuevo en la Copa de la Liga que no permite distracciones. Con el plafón del buen inicio, pero la preocupación que le dejó la última presentación en casa ante Racing, los conducidos por Mauricio Larriera ya deben etiquetar a Estudiantes, al que enfrenta el lunes en La Plata, como la mayor prioridad. Y recién después, el clásico, el del siguiente domingo 25 en el Coloso del parque Independencia.
La noche en Miami fue inolvidable, siguió después de los flashes de las cámaras con encuentros en la zona de vestuarios, luego de todas las fotos de rigor que absolutamente todos los jugadores leprosos buscaron sacarse con el máximo ídolo futbolístico de los argentinos y seguramente del mundo.
Así Gustavo Velázquez fue el que primereó con la foto pero luego le siguieron uno a uno. Y el más emocionado fue el autor del gol de Newell’s en el DRV PNK Stadium, Franco Díaz, que no dudó en calificar ese encuentro cara a cara con la Pulga como el cumplimiento del sueño que tenía en su vida.
Ever Banega se encontró varias veces con Lionel dentro y fuera de la cancha, y en ámbitos más protocolares, como cuando también estuvieron presentes el presidente rojinegro, Ignacio Astore, y el de la AFA, Claudio Chiqui Tapia, que viajó especialmente para la ocasión.
Mientras que uno con los que más charló Messi en la cancha y se rio mucho fue con Lucas Hoyos, titular todo el partido en el 1-1. La muy buena onda pegada se tradujo luego en el short de arquero de Newell’s con el que se vio a Leo en la zona de vestuarios.
La noche mágica fue dejando paso al necesario descanso y a la última actividad antes de partir hacia Argentina. Que fue un entrenamiento liviano en las instalaciones de Inter Miami. Luego del almuerzo y una breve siesta, la comitiva leprosa ya encaró al aeropuerto para el retorno a Ezeiza, adonde arribaban en las primeras horas de este sábado.
Larriera pensó el amistoso con Inter Miami en función de lo que vendrá. Mucho más después del cachetazo recibido por Racing que le indicó que el que se relaja, pierde. Sabe que Newell’s no puede darse el lujo de que este viaje le agregue cuestiones colaterales de rendimiento. Sobre todo porque la próxima cita de local es ante Central, uno de los objetivos que el uruguayo se propuso para su ciclo, como si fuera un torneo en sí mismo.
Por eso cuidó sobre todo a su estratega Ever Banega, al que a los 31 minutos ya excluyó. Tampoco jugaron más de un tiempo el resto de los supuestos titulares. Ni Ramiro Macagno fue al arco.
Habrá que ver si Larriera mete cambios para el lunes en La Plata (21.30) ante un durísimo Estudiantes que le pisa los talones. Por lo pronto, para evitar más cansancio, el plantel se queda en Buenos Aires hasta el traslado a la ciudad de las diagonales y entrenará en lugar a determinar sábado y domingo.
Newell’s vuelve a poner los pies sobre la tierra luego de una noche que vivió como en una nube. Después del mano a mano con el mejor del mundo, ahora a lidiar con los mortales. Así es el fútbol.