El francés Antoine Meo ganó el sábado la séptima etapa del Rally Dakar-Sudamérica, que fue abreviada para los pilotos de motocicletas por las malas condiciones climatológicas.
El francés Antoine Meo ganó el sábado la séptima etapa del Rally Dakar-Sudamérica, que fue abreviada para los pilotos de motocicletas por las malas condiciones climatológicas.
Sólo algunas motos pudieron cruzar la meta después del recorrido de 336 kilómetros entre Uyuni, Bolivia, y la ciudad argentina de Salta. La fuerte lluvia obligó a suspender el resto de la etapa para las motocicletas, aunque continuó para los automóviles.
El piloto de KTM se situó en cabeza en la categoría de motos con un tiempo preliminar de 3 horas, 30 minutos y 57 segundos en su primera victoria en un especial.
En tanto, el argentino Kevin Benavides llegó segundo hoy en la séptima etapa del rally Dakar 2016, que unió Uyuni y Salta, tras el francés Antoine Meo, y ascendió a la quinta posición en la clasificación general, a 16 minutos y 11 segundos de la punta.
El salteño arribó a 2 minutos y 24 segundos de Meo, y tercero quedó el portugués Helder Rodrigues, a 4 minutos y 58 segundos del puntero.
La clasificación general pasó a ser liderada por el australiano Toby Price, quien le lleva 5 minutos y 33 segundos de ventaja al portugués Paulo Goncalves, y 6 minutos y 40 segundos al eslovaco Stefan Svitko.
"He ido muy bien, sin errores y navegando bien hasta el final'', indicó el francés. "Quería estar entre los 10 primeros, pero de momento voy mejor todavía. Intentaré ser constante sin cansarme''.
En segunda posición se situó el portugués Paulo Gonçalves, actual líder general. El piloto de Honda terminó originalmente en el puesto 15, pero la organización anunció que se restarían 10 minutos, 53 segundos de su crono por el tiempo que empleó en ayudar al piloto austríaco de KTM Matthias Walkner al comienzo del recorrido.
"Me detuve para ayudar a Matthias Walkner, quien se había caído, y me quedó con él hasta que llegó (el chileno) Pablo Quintanilla'', comentó Goncalves. Señaló que la situación se complicó cuando empezó a llover, "`casi parecía nieve''.
"El clima se despejó un poco al final'', indicó, para luego agregar que "estoy satisfecho con la etapa de hoy y con toda la semana''.
El portugués recordó que la altura de Uyuni, a 4.600 metros sobre el nivel del mar, hizo mella en su físico en las dos etapas anteriores.
"No es que estuviera cansado, pero era como si estuviese enfermo por culpa del dolor de cabeza. Ahora que ya estamos aquí es como si nunca hubiese pasado la primera semana, porque me siento bien'', apuntó.
El domingo es día de descanso, y la carrera se reanuda el lunes con un recorrido entre Salta y Belén, en Argentina.