“Tuvimos la chance del tercer gol, perdonamos y lo pagamos caro” fue el título más jugoso que dejó Matías Lequi luego del empate en dos tantos ante Talleres. Esta frase tiene mucho que ver con lo que le cuesta a Central convertir goles luego de una jugada elaborada. Y de la Copa América para acá los delanteros no convierten.
De hecho, en los últimos siete partidos, los canallas llegaron a la red en siete ocasiones y esos festejos se generaron, ya sea directamente o en una segunda pelota, a través de una pelota detenida.
El actual entrenador auriazul debutó el 5 de agosto pasado, en la 9ª fecha de esta Liga Profesional, con un triunfo por 1 a 0 ante Gimnasia en La Plata con gol de Tomás O’Connor. Fue el único tanto que se generó con una jugada limpia.
Después del primero con Matías Lequi, nunca más
Arrancó con Jaminton Campaz por el sector izquierdo, quien cambió de frente para Enzo Copetti y el delantero asistió a O’Connor, que si bien definió casi al medio del arco, fue suficiente para festejar el tanto tras la floja respuesta del arquero platense Marcos Ledesma.
Pero desde allí, la pelota detenida fue la estrella principal en los goles del equipo de Lequi.
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En la fecha 10, frente a Newell’s, Facundo Mallo aprovechó un rebote largo que dio Ramiro Macagno, luego de un tiro libre de Malcorra, para quedarse con los tres puntos en el clásico.
Luego, en el 1-1 contra Fortaleza en Arroyito, en la ida de los 8º de final de la Sudamericana, Agustín Sández capitalizó una pelota que peinó Mallo, luego de un tiro de equina para empatar. En la vuelta se repitió la fórmula. Central le sacó provecho a un tiro libre desde la izquierda de Malcorra, para que el uruguayo se llene el pie con la pelota y consiga el 1-0.
Después llegó el grito del pibe Juan Valentín Giménez para vencer 1 a 0 a Atlético Tucumán en Rosario. Se inició con otro tiro libre, desde la derecha que Maxi Lovera volcó al área. La pelota la despejó con los puños el arquero Durso, le cayó a Emanuel Coronel, quien la volvió a tirar al área y luego de un rebote del defensor de 18 años, de zurda, le dio el triunfo.
Los últimos tres gritos vinieron de pelota quieta: Jaminton Campaz, de tiro libre, en la derrota por 2 a 1 en la Bombonera contra Boca y los dos de Malcorra, de penal frente a Talleres.
Y se le agregan los delanteros de Central
Entre las causas hoy no abundan delanteros en el plantel. Central tuvo un 2024 muy movido en este puesto. En el primer semestre se escribió mucho al respecto. Desde la poca participación y posterior salida del uruguayo Abel Hernández, hasta las llegadas de Ruben y Copetti por el bajo nivel de Cervera y Martínez Dupuy, los atacantes campeones en 2023.
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Eso hizo que lo terminara con sobreabundancia de delanteros y los nuevos respondieron de entrada. Los últimos cinco festejos antes de la Copa América fueron de Martinez Dupuy y Fabricio Oviedo contra Riestra; Agustín Módica con Peñarol; Ruben con Lanús y Copetti versus Godoy Cruz.
Pero luego comenzaron los problemas. Módica se rompió los ligamentos, Ruben se lesionó, Oviedo se fue a Suiza y Cervera a Platense. Martínez Dupuy casi emigra, pero ante esta situación se quedó. Y a Copetti se le cerró el arco.
Una situación inédita ante Talleres
Incluso Lequi no se animó con algún pibe en el puesto ante Talleres. Concentró a Thiago Ponce (categoría 2005), pero no estuvo entre los 23. Y así solo tuvo a dos atacantes, Copetti (titular) y Martínez Dupuy (suplente). De la pandemia para acá, donde se agrandó el banco, pasaron 191 partidos y fue la primera vez que pasó.
Desde que se fue Alejo Veliz, Central disputó 58 partidos, con 60 goles. Y solo 20, la tercera parte, los anotaron delanteros: Módica (8), Dupuy (5), Cervera (4), Copetti (1), Ruben (1) y Oviedo (1).