El dato llama poderosamente la atención. Y más allá que todavía no haya terminado el 2020, es casi un hecho que por primera vez en la historia, en la misma década, los clubes rosarinos de gran convocatoria en el fútbol argentino, los leprosos y canallas, terminen con mayor cantidad de incorporaciones que futbolistas que debutaron surgidos de las divisiones inferiores.
Sí. Aunque parezca mentira, la fábrica canalla y la usina leprosa no producen como antes. En el periodo 2011-2020, tanto Newell’s como Central contrataron tantos futbolistas de afuera que postergaron a los productos de la cantera.
De los 125 futbolistas que se estrenaron en Rosario Central en los últimos 10 años, 75 de ellos (el 60 %) no hicieron las divisiones inferiores en el club. Mientras que de los 124 jugadores que jugaron su primer partido en Newell’s en esta década, el 52 % de ellos (65 players) no conocían lo que era jugar en Bella Vista.
Los rojinegros ya habían sufrido este desfasaje entre debutantes de inferiores e incorporaciones en la década pasada. Pero es la primera vez que sucede en una década en los dos clubes a la vez.
Las causas son varias y se prestan al debate. Las exigencias de los resultados inmediatos y el contexto que vivieron tanto canallas como leprosos al inicio de la temporada 2019-20 con el tema del promedio del descenso (que se terminaron suspendiendo debido al Covid-19) hicieron que los de afuera sean más prioridad que los de adentro.
Además cuesta mucho para un entrenador, sobretodo si no es del riñón del club, apostar más a los juveniles por una sencilla razón, no tiene el conocimiento suficiente como uno que sea de la ciudad y que haya estado trabajando en las inferiores.
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Los clubes rosarinos sacaron provecho con ellos. Giovani Lo Celso, hoy en Totteham de Inglaterra, y Ezequiel Ponce,hoy en Spartak de Moscú. Dos ventas que les dieron y les siguen dando dividendos a Central y Newell’s.
La otra pata es la dirigencial. En la teoría queda muy lindo hablar de un proyecto de divisiones inferiores. Pero cuando se tienen que poner los pantalones largos y que para el técnico de turno sea una prioridad y hasta casi una obligación mirar para abajo, en la práctica son los primeros, que a los efectos de no pagar el costo político, prefieren traer a una figurita de afuera, por más que a veces se tenga que “googlear” su apellido en lugar de apostar por un juvenil.
En el fútbol no hay ni habrá un manual al respecto. Se puede salir campeón o irse al descenso con jugadores de experiencia, con un grupo de juveniles o con un mix. Es una cuestión de concepto. En dos clubes como Central y Newell’s, donde el motor son sus divisiones inferiores, donde la economía del club depende de lo producido por el Centro de Entrenamiento Jorge Bernardo Griffa o por lo que salga de la Ciudad Deportiva, tener más contrataciones que debutantes de la cantera es preocupante.
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De afuera con rédito. Como pasa habitualmente, algunos refuerzos rinden y otros no. En estos caso, Fernando Zampedri le dio satisfacciones a Central y Milton Casco a Newell’s. Una inversión que además potencia juveniles.
Vale destacar que el 13 de abril de 2019, la cuenta oficial del Ajax de Holanda, publicó como un hito que en su alineación titular hubo al menos un futbolista de sus divisiones inferiores desde 1982 (llevaban 1.750 partidos consecutivos en esos momentos). Días después, el historiador oficial de Argentinos Juniors replicó que los bichitos colorados no salían a la cancha sin futbolistas de divisiones inferiores desde 1979 (1.666 partidos). La última vez que no inició al menos uno de inferiores fue el 22 de julio de 1979, ante Vélez, desempate para semifinales del Metro 79. Y en las distintas redes sociales los hinchas de La Paternal se denominaban El Semillero del Mundo.
https://twitter.com/AjaxYA/status/1117136973603528705
https://twitter.com/JavierRoimiser/status/1117954679344910336
Sepan los hinchas de Newell’s y Central que los números de Argentinos Juniors y Ajax en este rubro no les atan los cordones a los equipos rosarinos. Ya que tanto canallas y leprosos nunca en su historia salieron a la cancha sin al menos un futbolista de la cantera. Los de Arroyito llevan 3.962 partidos oficiales disputados desde 1903 cuando ingresó por primera vez a la Copa Competencia de la actual AFA. Mientras que los del Parque Independencia registran 3.908 encuentros oficiales desde 1905 cuando disputaron por primera vez la Liga Rosarina de Football.
Por eso es indispensable volver a las fuentes. Donde en una década la proporción de futbolistas de inferiores con respecto a los que venían de afuera era de 65 % contra 35 %. Aunque cabe destacar que en la década del 80, en Newell’s, con Jorge Griffa a la cabeza de la coordinación de divisiones inferiores, el 82 % de los futbolistas que debutaron en Newell’s entre 1981 y 1990 eran de inferiores. En ese período solamente debutaron 13 futbolistas que no eran de la cantera. En 1981 lo hicieron Francisco Azzolini, Rubén Peracca, el arquero Rubén Sánchez y Carlos Alberto Alvarez. Al año siguiente vinieron Héctor Ortega y Hugo Villarruel. En 1984 aparecieron José María Lorant y Waldemar Victorino. Recién en 1988 volvió a contratar uno de afuera: el santiagueño Juan Carlos Roldán. En 1989 llegaron el Panza Mario Videla, Oscar Tedini y Raúl Falero, mientras que en 1990 arribó Ariel Boldrini al Newell’s de Bielsa.
Mientras que en Central, si bien no hubo picos así en un período determinado, sí la proporción mayor de jugadores de inferiores respecto a incorporaciones se mantuvo inclusive hasta la primera década del siglo, algo que en el Parque ya se había revertido en ese lapso. Sea cual sea la cuestión, está claro que ambos necesitan revertir el proceso para que la cadena reproductiva nunca se corte y mantenga las estructuras.