Newell’s presentó semanas atrás el protocolo de actuación ante situaciones de violencia de género y/o diversidad sexual, que en realidad fue una actualización del que surgió en 2019. Es la guía que indica cómo actuar y prevenir toda clase de violencia, física, psicológica, económica, sexual y simbólica por cuestiones de género e identidad sexual, aparte de promover campañas de concientización para erradicar prácticas machistas y patriarcales. El protocolo es de aplicación en todos los espacios del club y también afuera de las instalaciones si es que las personas involucradas tienen vinculación con Newell’s. La peña Anna Margarita, que lleva el nombre de la esposa de Isaac Newell, fue una de las impulsoras de esta iniciativa y una de sus integrantes, Lucía Cosciuc, que aparte de socia rojinegra es trabajadora social, contó detalles del trabajo realizado. Aportó una mirada valiosa que excede al mundo de Newell’s, a partir del planteo de que “la violencia de genero se camufla detrás del folclore del fútbol”, a la vez que “las canciones de las hinchadas son una muestra de lo que se esconde detrás del folclore”.
Desde la peña ya se había confeccionado un protocolo de este tipo que fue presentado por el club.
Exactamente. Se publicó el 25 de noviembre de 2019. Ese protocolo surgió durante la comisión directiva anterior, en el marco de una institución sin secretaría de genero y diversidad. Era un contexto diferente al que tenemos ahora. Hoy funciona una Secretaría de Género, que es el órgano que le dará respuesta al protocolo. Tampoco en su momento hubo una difusión oficial del protocolo, siendo esa la principal dificultad. Si establecemos una herramienta para la población societaria y la misma población la desconoce, termina en letra muerta. Ahora está la secretaría, que no es un órgano que sanciona pero sí acompaña la denuncia en la Justicia o lleva adelante la estrategia que se considere. Interviene además en campañas de sensibilización, en capacitar a todos. La particularidad de Newell’s, a diferencia de otras instituciones deportivas, es que además del deporte amateur y profesional, y del personal que presta servicios, se le suma la escuela.
¿Durante este año ya hubo distintas iniciativas sobre esta cuestión?
Sí, se arrancó el 2022 con sensibilización, con capacitación de la ley Micaela (en género y violencia de género) en el interior del club. Las que venimos de una militancia feminista entendemos que lo que nombramos es lo que empieza a tener entidad. Por lo tanto, es necesario comunicar diferente. No solo la comunicación de “la órbita de género”. Todo lo que comunicamos debe tender a una comunicación no sexista, no violenta, pensando en un club libre de violencia y en condiciones de igualdad para quienes quieran formar parte.
Abordar estas problemática, ¿es más complejo dentro del fútbol?
Las violencias que vivimos por fuera del fútbol las replicamos en el fútbol. Las prácticas son las mismas, con una lógica machista, patriarcal, en la que hay quienes detentan el poder y quienes se subordinan. Con identidades que sufren violencias, estigmas, discriminación. Lo que tiene el fútbol es que se arma un microuniverso que es el folclore. El folclore es folclore y la violencia tiene nombre y apellido y tenemos que empezar a trabajar desde ahí, desde los cimientos. No todo es lo mismo para quienes entendemos algo de esta problemática y venimos también de la tribuna, de los mismos lugares que vienen los varones, con las mismas prácticas, los mismos viajes en colectivos a ver a Newell’s, los mismos recorridos en la cancha. Antes hablaba del discurso y de cómo comunicamos. Las canciones de las hinchadas son una muestra de lo que se esconde detrás del folclore. Podemos acotar, discriminar y decir que, por tener una orientación sexual determinada, sos menos persona o tenés menos dignidad que otra. Para quienes entendemos que así se avasallan los derechos, eso ya no tiene cabida. Volviendo a la pregunta de si es más o menos difícil, digo que no. Pero hay muchas cuestiones de la violencia de género que se camuflan y se ocultan detrás del folclore y la identidad futbolera del país. Hay que batallar sobre eso, entendiéndolo. Quiero dejar esto bien en claro porque la recriminación es que una no entiende porque viene de otro universo, nunca pisó una cancha, no sabe cómo es. Y no es así. Si me preguntás a mí y a mis compañeras de la peña, entendemos cómo es y pensamos que es importante trabajar sobre estas violencias. Sabemos los paredones con los que nos vamos a enfrentar, porque de entrada te van a decir que no podés cambiar todos los temas de la cancha. Es cierto que no todos, pero podemos hacer pensar por qué no está bueno seguirlos replicando.
¿Qué es lo que se planifica para el próximo año?
Profundizar las campañas de sensibilización. La idea es llegar a más personas, a la población en general interesada y las personas allegadas a lo que es Newell’s. Y en pensar en estrategias para fortalecer lo que decimos de un club abierto, inclusivo del colectivo LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales), con acciones concretas en el tema de igualdad. No decimos que estamos a favor de estas políticas sino que implementamos medidas concretas, que pueden pasar desde la capacitación, la forma en cómo comunicamos y de estrategias que qué convoquen a estas poblaciones para llevar la bandera de Newell’s y sentirse parte.