¿Cómo viene la pretemporada?
Por ahora venimos cumpliendo con todos los trabajos tal cual lo teníamos planificados. En realidad estamos casi terminando la parte más gruesa por así decirlo, ya que el sábado (mañana) una parte del plantel jugará un amistoso ante Argentino y el domingo, el otro grupo se presentará en Santa Fe para medirse con Lanús. Por lo tanto, la idea es ir bajando las cargas para privilegiar de lleno la etapa futbolística. Más allá de todo esto, lo cierto es que los 33 jugadores que tenemos a cargo están bien y vienen cumpliendo con todo lo indicado al pie de la letra.
¿Al haber menos tiempo de lo habitual, los condiciona en algo?
Y... lo ideal para desarrollar una pretemporada muy completa por así graficarlo, es tener de cuatro semanas a cinco. En cambio, recién llevamos poco más de una semana y nos quedan casi otros siete días más debido a que luego no podremos seguir haciendo eje en algunos puntos específicos porque hay que empezar a preparar el partido del 24 contra Independiente. Lógicamente que como nosotros hay otros clubes que están en la misma. Casi todos te diría. Es un problema general en este aspecto. Pero como sabíamos que esto iba a suceder, les entregamos a los jugadores una especie de rutina para que realizaran en las vacaciones. No sólo se les indicaba que había que hacer ejercicios sino además hidratarse y comer sano. Era como una tarea de transición, que por suerte todos cumplieron.
¿Todos cumplieron?
Sí, al menos así lo entendemos y comprobamos desde que comenzamos a hacer la pretemporada, el pasado miércoles 3. Todos vienen respondiendo a las diversas exigencias porque acá se trabaja con un elevado grado de intensidad. Y si no hubiesen hecho bien los deberes, te aseguro que eso se notaba desde el primer día nomás.
¿Además nadie se pasó con el peso pese a que estaban de vacaciones?
Es así, ninguno se pasó. Y eso tiene que ver con que el día previo al clásico pesamos a todos, le dimos la rutina para las vacaciones y el plan de alimentación e hidratación. A eso les indicamos cuál era el peso que debían tener cuando regresaran a las prácticas. Gracias a Dios no hubo ni uno que se haya pasado en un gramo. Incluso hablo también de Marcelo Ortiz y Emmanuel Ojeda, quienes están recuperándose de sus respectivas operaciones de ligamento cruzados. Eso marca la conducta y compromiso de todos los jugadores.
¿Para vos en qué influye esta pretemporada, ya que es tu primer trabajo en primera división?
Con respecto a qué sentido te referís a eso de influir.
Porque no lo mismo preparar un plantel de reserva o de inferiores que de primera.
Depende desde qué punto de vista se lo mire. Por ejemplo, el nivel de cargas no varía en ninguno de los casos. Lo que sí cambia es que no es lo mismo entrenar a juveniles o pibes que juegan por ahí en primera o esperan su lugar, que entrenar a profesionales. Acá debés estar mucho más alerta. Hay que ir viendo en el día a día cómo se va sintiendo un jugador, ya que puede pasar que alguno necesite un poco más de tiempo para recuperarse. Hay otras cuestiones que hacen que la labor termine siendo diferente, es cierto. Porque no es lo mismo lesionar al 9 de la reserva que de la primera. Eso es indiscutible pese a que nadie realiza una rutina para que alguno de tus jugadores se lastime, sea en novena división o primera división. En ese sentido, la persona y jugador tienen la misma importancia para el cuerpo técnico. Claro que no es lo mismo la reserva que el profesionalismo puro. Se entrena para ponerlos a todos a un mismo nivel.
Entonces, ¿va a llegar bien el equipo al partido contra Independiente?
Considero que sí porque hicimos todo para llegar sin buscar excusas después. Por eso en las vacaciones los jugadores también debieron realizar una rutina especial.
Independiente, el primer rival oficial de 2018, también tiene sus complicaciones ya que terminó el año más tarde debido a que jugó y ganó la final de la Copa Sudamericana.
Por supuesto, ellos tuvieron cuatro días menos incluso de trabajo. Como dije antes, todos los clubes tendremos menos tiempo para hacer la pretemporada.
¿Cómo hacen para aumentarles las cargas de trabajo a un jugador que tiene un período diferente de recuperación?
Se lo va viendo en el día a día. Cuando ves al jugador ya sabés como está. Quiero resaltar algo y es que este plantel tira desde lo físico muy parejito. No hay uno que venga más flojo que otro o haya acusado alguna molestia, que puede pasar porque esto es entrenamiento y alto rendimiento. De los 31 jugadores en campo que tenemos, aseguro que todos hacen su aporte con la misma intensidad. Gracias a Dios nos encontramos con un plantel que está bárbaro.
¿Es verdad que las pretemporadas variaron mucho en cuanto a su rutina diaria?
Por supuesto. Ni hablar que es así. Ahora ya no se corre tanto todo el día. Se combina lo físico con la pelota y en bloques cortos con mucha explosión. Eso te da muchas variables a la vez también porque el jugador debe ir al frente con la pelota dominaba y pensar cómo definirá o qué pase dará. Y eso al jugador también le gusta porque hace toda la parte física, pero con la pelota debajo de sus pies.
¿Y Ortigoza cómo vino? Sobre todo porque se cuestionaba mucho sobre su real estado antes de sumarse.
Llegó bien y está muy bien. El paso de Néstor por Olimpia no fue el mismo que uno estaba acostumbrado a ver cuando estaba en San Lorenzo. Sin embargo, dos semanas antes de sumarse a Central trabajó con un profe doble turno y eso se vio cuando empezó a moverse con el grupo. Sinceramente llegó mejor de lo que mucha gente hablaba o imaginaba. En lo personal no me sorprendió porque la gente que conoce a Ortigoza me habló muy bien de cómo se maneja a la hora de trabajar. De hecho, hoy en día viene muy bien. Pero no es sólo eso. Antes de entrenar y después de cada práctica se mueve por su cuenta. Sea en el gimnasio o en una cancha trotando. Y nadie se lo ordena a eso. Le sale y lo ejecuta.
Se ve que hay muchos que hacen eso porque después de cada sesión se puede ver que el grueso del grupo se mete en el gimnasio y regeneran mientras charlan.
Es realmente así. Sea antes como después de cada entrenamiento hacen alguna rutina. En ese sentido, no es que me sorprenda, pero sí genera una enorme satisfacción porque ves el alto grado de compromiso que tienen con el club y trabajo sin que uno se los ordene.
¿La idea es recuperar la intensidad?
La intensidad y el compromiso en nuestros equipos no se negocian. No se transan, es así. Lo demostramos en cierta parte contra Talleres, Boca y en el clásico ante Newell's. Pudimos variar en algunas cosas, pero la intensidad nunca se bajó. La idea de Leo (Fernández) es poner un conjunto extremadamente intenso y tener la posición la pelota. Quienes hayan visto jugar a la reserva saben cómo se trabaja.
¿Coincidís con que desde afuera se ve que no debe ser fácil para algunos jugadores ser intensos porque muchos tienen más de 30 años y sufrieron lesiones serias o padecen molestias crónicas?.
Tenemos un mix de edad, es cierto. También que hay de todo en el grupo. Pero puedo asegurar sin dudar que cada uno trabaja con un nivel muy alto de intensidad. Incluso, los más grandes son los que marcan el camino. De hecho, son los primeros que van al gimnasio para hacer trabajos de prevención. A eso le agrego que luego se quedan un buen rato haciendo alguna otra pauta que ellos consideren tras el entrenamiento que les indicamos. Son ejemplos a seguir. Entonces, cuando tenés que los referentes actúan así, es imposible que el pibe que viene de abajo no se pegue a ellos o trate de imitarlos. Porque si no deben morirse de vergüenza sino imitan a los mayores. Sin dudas es un plus que tenemos.
¿El plus es que conocen a casi todos los juveniles porque lo tuvieron en las divisiones inferiores?
Ni hablar. A la mayoría los tuvimos como jugadores, sea en sexta división de AFA o en reserva. Este cuerpo técnico hace mucho que trabaja en el club y tiene la suerte de conocer bien lo que hay abajo. Sea Leo (Fernández), el Cuis (Daniele) o Pirulo (Rivarola) mismo. Todos conocemos a los pibes.
¿Hay alguno que te haya sorprendido por capacidad aeróbica?
Hay un ejemplo que es para resaltar. El zurdito López Pissano. Es enganche y generalmente se lo tilda del vago dentro de la cancha porque corre poco. Pero aseguro que este agarra el cronómetro y marca el paso a seguir. Incluso llega a la meta hablando con aire, como si nada. Aunque en líneas generales los pibes vienen muy bien y están con muchas ganas de mostrarse. Gracias a Dios estamos muy bien en líneas generales.