El culebrón por la continuidad de Santiago Gentiletti continúa sumando capítulos de indefiniciones y ya se torna de castaño a oscuro. En un mundo Newell’s que está ordenado en cuanto a la composición del plantel y la continuidad del cuerpo técnico de Frank Kudelka, el único lunar que irrumpió en la pandemia fue la permanencia de Gentiletti, que tiene un año más de contrato en el Parque, pero evalúa su futuro deportivo. Ayer no hubo ningún avance y eso, a la luz de que el martes arrancan los entrenamientos en Bella Vista, es otro paso atrás. Pero la última palabra no está dicha aún.
Es sin dudas la novela leprosa de la pandemia. La saga que protagoniza Santiago Gentiletti suma capítulos de intriga, idas, vueltas, reuniones, discusiones, contrapuntos, algún acercamiento y distancias muy marcadas. Es un cóctel que puede terminar de la peor o la mejor manera, pero que evidentemente ya generó un cortocircuito marcado entre las partes. Desde cada lado del mostrador defienden sus posiciones a rajatabla y nadie está dispuesto a ceder ni un centímetro.
Newell’s siempre quiso que Gentiletti siga siendo el segundo marcador central del equipo de Frank Kudelka y por ello la dirigencia se sorprendió muchísimo cuando el pasado 23 de junio el zaguero tomó la palabra en un rueda de prensa por Zoom y abrió un enorme signo de interrogación sobre su continuidad. “Desde adentro de Newell’s me hacen sentir el sentido de pertenencia y tengo un cariño muy lindo por el club. Esto también pesará a la hora de elegir. Y no pasará mucho tiempo, en estos días estaré reuniéndome con mi representante (Pascual Lezcano) y mi familia resolviendo el futuro y, una vez que esté decidido, lo voy a comunicar sin problemas”, había manifestado Gentiletti.
Además en el último contacto con la prensa el futbolista adujo: “Con respecto a la continuidad siempre trato de poner las cosas en claro, por ética y por cómo me manejé a lo largo de mi carrera. Las cosas claras siempre son más fáciles. En cada receso de junio analizo lo que pasó y lo que está por venir. Me siento con mi representante y con mi familia a charlar sobre lo que haremos en el futuro”.
Y avisó: “Disfruté mucho en Newell’s, pero siempre incluyo la chance de plantear una salida en los mercados de pases. Esto no quiere decir que no siga, no quiere decir que me vaya. Pero siempre analizo todo y busco lo mejor. Soy muy ambicioso a la hora de plantearme nuevos objetivos. Asumo que el futuro siempre es incierto y muy dinámico”.
"Disfruté mucho en Newell's, pero siempre incluyo la chance de plantear una salida en los mercados de pases"
También mencionó que “varios equipos me llamaron. No sólo de Argentina, de Europa, de México y hasta de Arabia. Es un tema que tengo que hablar con la familia. No me focalizo en un club puntual para resolver el futuro. Obvio que en San Lorenzo pasé momentos hermosos y en Argentinos Juniors y Gimnasia de La Plata también. Quiero analizar bien las cosas. Newell’s también es parte de cosas hermosas que viví”.
La jornada de ayer no arrojó ninguna novedad sobre la continuidad. Y no hay dudas de que cada día que pasa la grieta se agranda entre las partes. Incluso el viernes el defensor estaba citado para realizarse el hisopado junto al resto del plantel para iniciar los entrenamientos la semana que viene, pero no se presentó en Bella Vista y eso expuso el conflicto con claridad arriba de la mesa.
Igual en el fútbol hay sobrados casos de conflictos que parecían insalvables y luego se calmaron las aguas y la relación siguió adelante. En el Parque quieren que el contrato se cumpla en los mismos términos en los que fue firmado hace una temporada. Y allí radica el quid de la cuestión. Más allá de que ninguna de las partes en pugna lo dice con todas las letras a esta altura salta a la luz que lo que dificulta el acuerdo no sería otra cosa que los montos económicos del vínculo.
Lo cierto es que en la puja entre lo que pretende Newell’s y lo que quiere el defensor hay una distancia que asoma insalvable. ¿Habrá reconciliación? Ambas partes por ahora están firmes, lejos y el punto de encuentro no asoma en el horizonte.