Mateo tiene catorce años y vive en el barrio Parque Casas. Por curiosidad y diversión empezó hace un año y medio a practicar waterpolo. El adolescente deslumbró a todos y fue convocado a la preselección argentina sub-15 de dicho deporte.
Mateo López tiene 14 años y vive en Parque Casas. Conoció el waterpolo en la vecinal de su barrio, se acercó por diversión y se enamoró del deporte
Por Mila Kobryn
Mateo López, el adolescente rosarino convocado a la preselección nacional de waterpolo. Foto: Gentileza provincia de Santa Fe.
Mateo tiene catorce años y vive en el barrio Parque Casas. Por curiosidad y diversión empezó hace un año y medio a practicar waterpolo. El adolescente deslumbró a todos y fue convocado a la preselección argentina sub-15 de dicho deporte.
Mateo está en primer año de secundaria en la escuela Las Heras. Vive con su padre en Parque Casas y tiene cinco hermanos. En enero de 2024 empezó a jugar al waterpolo en el histórico club Sparta por invitación de Fernando de los Santos, entrenador del club,
“Escuché hablar del waterpolo en la vecinal de Parque Casas, en el barrio. Me llamó Fernando para que vaya a probar si me gustaba y me encantó”, recuerda Mateo en diálogo con La Capital. Cuando se acercó a ese deporte acuático lo hizo por pura diversión y lo que más le atraía era compartir un rato con su familia. “Estaba con mis hermanos y mis primos y me gustaba por eso. Pero después me fui enamorando del deporte y me puse las pilas y dejé lo otro de lado”.
Mateo es muy joven, pero se nota que carga una fuerte convicción. “Ahora lo que me gusta es competir, la disciplina, ponerme las pilas”. Después de estar todo el día en la escuela, a las ocho de la noche se va a entrenar.
“Quedé en la preselección nacional. Éramos cincuenta chicos y quedé entre los 24 primeros. Sentí mucha emoción, me hizo ponerme más las pilas. Me esfuerzo más porque puedo llegar a representar el país”, cuenta el adolescente.
Haber quedado en el preseleccionado fue una alegría para la familia. “Mi papá tiene mucha felicidad”, dice Mateo. Y al preguntarle sobre su futuro contesta con simpleza: “Siempre ser humilde y seguir así”.
La escuela de waterpolo abrió sus puertas en Sparta en enero de 2024. El proyecto de llevar aquel deporte al barrio fue idea de Fernando de los Santos, exjugador de la Selección de waterpolo de Argentina, presidente de la Vecinal Parque Casas y orgulloso entrenador de Mateo.
“Mateo surge del proyecto que nosotros iniciamos en el club Sparta hace un año y medio. La idea era llevar el waterpolo al club. Ahí fue cuando Mateo comenzó a practicar. Sin experiencia previa en deportes acuáticos, Mateo arrancó y empezó a jugar muy bien. Su evolución fue muy rápida. Fue jugador revelación en un torneo internacional. Hizo 42 goles, la rompió”, cuenta de los Santos en conversación con este medio.
“Teníamos el desafío de sostener la pileta todo el año porque no está climatizada. Ahí nos llegó el apoyo de Nueva Oportunidad de la provincia y pudimos sostenerlo todo el año, yendo al club de Parquefield en invierno y entrenando en Sparta durante el verano”. De los treinta chicos que arrancaron cuando abrió la escuelita hoy ese número creció a 120. “Eso nos lleva a competir en ligas locales y regionales, lo que hace que los chicos tengan experiencias distintas y se perfeccionen”.
“Lo que pensamos es que cuando no se pierden los sueños, hay oportunidades, y tenes a las instituciones, la familia, y el Estado conectados, se pueden transformar las cosas para bien. Ahora Mateo está preseleccionado entre los mejores jugadores del país. Está en un proceso de entrenamiento semestral, entrena con la Selección y en su club con Sparta”.
El deporte, que es característico de la clase media y alta, no era conocido en el barrio. “Ahora tenemos una cantidad enorme de chicos jugando a esto. Y Mateo le abre el paso a todos los chicos, es un ejemplo para todos los chicos del club y del barrio. Abre un camino que está buenísimo. Pero también es una experiencia dentro y fuera del agua. Es un trabajo colectivo. No es sólo jugar bien, se hace un abordaje educativo, en la disciplina, se busca que haya contención y, sobre todo, que ellos estén dentro de un club y no en la calle”, cuenta Fernando.
“Lo más importante es que él sea feliz. Que disfrute dentro del agua, que conozca otros clubes, que viaje. Él tiene un futuro impresionante. Hay que trabajar colectivamente para dar la contención necesaria para que pueda seguir creciendo”, concluyó el entrenador.
El gran obstáculo del proyecto llegó con los primeros fríos y la falta de pileta climatizada. Fue entonces que Fernando se contactó con el gobierno provincial, que a través del programa Nueva Oportunidad facilitó el alquiler de otra pileta para poder continuar con las prácticas durante la temporada fría del año.
“En el marco de lo deportivo, apareció Fernando de los Santos y nos contó la experiencia en Sparta. Tenía 30 chicos y quería sostener la grupalidad en invierno porque no tenían pileta climatizada. Decidimos incluir el waterpolo en el marco de Nueva Oportunidad, que pone el foco en las actividades recreativas, culturales y deportivas”, especificó la directora del programa, Andrea Travaini, en conversaciones con La Capital.
Asimismo, Travaini explica que "el programa hace convenios con organizaciones sociales, municipios y comunas" y fue así como se generó un convenio con otro club "para que los chicos de Sparta puedan continuar practicando en invierno".
“Es muy lindo lo que empieza a pasar con los chicos. A veces no es sólo el waterpolo, algunos pibes no sabían nadar, no se animaban a meterse a una pileta. Y ahora los ves y siempre están metidos en el agua. La pasan bien y las familias lo empiezan a acompañar", sostuvo. “La idea es recomponer lazos y que los chicos se entusiasmen, que les guste la actividad. Si después podemos continuar a una salida laboral, bienvenido sea".