Sin decirlo abiertamente, el Kily dejó entrever que el rival en octavos de la Sudamericana no le cayó para nada mal. Y no en desmedro de Deportivo Táchira, sino porque en la previa sentía que lo mejor que le podía pasar a Central era evitar jugar en la altura, donde podría ir en caso de avanzar a cuartos. Más allá de eso, el DT canalla consideró que había rivales de mucho peso y que el sólo hecho de estar en esta instancia de torneo le genera “orgullo”. Calmó la “enorme ansiedad” con el mate en la mano “ya desde una hora antes” y con el rival ya definido dio a conocer su parecer en una extensa charla con Ovación, en la que señaló: “El cuento se termina cuando debés demostrar que sos mejor”.
“Lo primero que se me vino a la mente es que con tantos equipos que estaban en la copa quedamos sólo 32, entre Libertadores y Sudamericana, y eso es, al menos para mí, un escenario hermoso de cara a lo que un jugador, o yo como técnico, siempre buscamos. El hecho de enfrentar a un tercero de la Libertadores es un indicador de que se trata de rivales duros, más allá de que por nombre, por historia o incluso por los viajes, uno analiza qué es lo que más le conviene. Pero todo es relativo porque en el fútbol no hay nada escrito”, le dijo el Kily a este diario, ya con las pulsaciones en su ritmo habitual.
¿Es desatinado pensar que lo que querías era evitar jugar en la altura?
Y, uno lo vivió mucho como jugador y el tema de la altura siempre es complejo.
¿Te preocupaba que te tocara un equipo así?
Siempre se dice que para ser campeón hay que ganarles a todos, pero en situaciones como estas uno apuesta a que te toque lo que más te conviene. Y esto lo digo porque no tengo muchos jugadores que tengan la experiencia de haber jugado en la altura, por eso mi análisis es un poco más profundo. Ojo, si pasamos esta fase ya en la próxima te puede tocar Independiente de Valle, que juega en la altura. Pero bueno, había equipos que sabíamos no íbamos a enfrentar, por ejemplo Gremio, que son rivales que en la previa pensás que es mejor no cruzarte. Con muchas de las personas que hablé quedaron contentas con el sorteo que nos tocó.
Es que si no les tocaba la altura había otros rivales con muchísima historia.
Mirá, cualquiera puede decir “qué bueno lo que nos tocó”, pero después hay que jugar. Más allá de eso pudo haber pasado también que muchos equipos hayan pensado en evitar a Central por lo que representa venir a jugar a Rosario y eso que no vamos a poder contar con el factor gente, que para nosotros es un plus. En situaciones como estas uno sueña con definir de local, pero no tener hinchas es complejo. Porque es cierto que los jugadores son los que definen las cosas, pero los hinchas en las tribunas son un plus y no los vamos a tener. De todas formas la emoción que tengo es por tener la responsabilidad de preparar un equipo que esté a la altura de jugar octavos de final de la Copa Sudamericana.
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El Kily dijo que vivió la previa del sorteo con mucha ansiedad.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
¿El sorteo lo viviste con mucha ansiedad?
Uf, no te das una idea. Ya una hora antes estaba con el mate. Lo viví no sólo como el técnico de Central sino como hincha y la incertidumbre era la misma que la que tenía cualquier otro hincha, para ver qué nos tocaba. Después, el tiempo nos dirá de qué manera nos preparamos para semejante desafío. Porque no es poco lo que vamos a jugar, si no preguntale a la gente de Uruguay lo que significa que se crucen Nacional y Peñarol. Las emociones eran muchísimas y eso que sólo estaba esperando el sorteo. Tengo expectativas y lo mismo les pasa a los jugadores, muchos de los cuales al toque me mandaron mensajes.
Hablaste de que no van a tener la chance de contar con los hinchas, pero por lo que sucedió en la fase de grupo tampoco saben si van a poder jugar en el Gigante.
No nos podemos dar ese lujo. Más allá de que no juguemos con gente, no es lo mismo jugar en nuestra cancha que en otro lado. No hubo un equipo que haya pasado por lo mismo. De los seis partidos que jugamos, en cinco lo hicimos prácticamente de visitantes. Entendemos la situación de lo que se está viviendo, pero como club tendremos que hacer todo lo posible para que la revancha se pueda jugar en el Gigante.
¿Mas allá del rival que les tocó o que les te hubiera tocado, encararías la llave amparado en el funcionamiento del equipo en los últimos partidos?
Claro que sí. No tengo dudas de que pudo haber equipos que querían evitar a Central, porque así como nosotros pensamos en ciertos rivales, otros pueden hacer lo mismo y el nivel de Central en los últimos partidos fue muy bueno. Nuestro desafío va a ser, después de un parate importante, mantener el nivel con el que terminamos el campeonato. Para mí no es una incertidumbre porque estoy convencido de que los muchachos tienen la capacidad de hacerlo, pero sí tengo muy en claro que de acá en más no hay margen de error y por eso tendremos que estar en todos los detalles. Hoy (ayer) mismo empezamos a mirar el rival.
¿Habrás analizado ya que se quedó tercero por diferencia de gol?
Totalmente. Cuando te encontrás con un rival que no tiene tanta historia pensás que podés ser superior, pero no es así. La verdad y el cuento se terminan en el momento cuando debés demostrar que sos mejor.
¿Te preocupa que el segundo semestre arranque directamente con la copa, sin la chance de probar al equipo antes?
No me preocupa. Y no sólo no me preocupa, sino que me siento orgullo de tener esta chance. El fútbol te da oportunidades y no todos los jugadores tienen la chance de disputar este tipo de partidos. Toca esto y tenemos que saber lo que nos jugamos porque acá perdiste y te quedaste afuera.