La expectativa por volver a ver a Newell’s, y especialmente a este Newell’s del Gallego Méndez, ganador la fecha pasada, se esfumó en 90’. La voracidad ofensiva con la que jugó contra Barracas Central apareció muy poco en el Coloso. El fútbol, la generación y las llegadas fueron escasas y confusas. Contó con situaciones para quebrar el marcador, pero no en cantidad y tampoco muy claras. El 0 a 0 frente a Independiente Rivadavia fue en definitiva un resultado que expuso las carencias del conjunto rojinegro en el aspecto ofensivo.
El declive individual y colectivo en relación al rendimiento contra Barracas fue notorio. Ever Banega, determinante en el triunfo de la fecha anterior, no fue el mismo. Participó poco del juego, de la elaboración. Tampoco pateó al arco. Su despliegue fue menor, quizás por el esfuerzo realizado hace pocos días.
La necesidad de contar con un socio no apareció en la noche del Coloso. Gabriel Carabajal, de cuyo pase nació el gol del triunfo sobre Barracas, no estuvo fino, ni compartiendo la cancha con Banega cuando ingresó, jugando sobre la izquierda, ni cuando pasó a moverse por el medio ante el reemplazo del Diez.
Cuando el partido se encaminaba al 0 a 0, Carabajal finalizó una contra con un fallido tiro cruzado, impropio del futbolista considerando su buena pegada.
Otro que no repitió el buen desempeño de la reciente presentación fue Juan Ignacio Méndez, ocasión en la que se convirtió en el nexo entre defensa y mediocampo, y sumándose al ataque. Anoche le costó hacerse de la pelota.
Además, al equipo rojinegro le faltaron las variantes ofensivas por los extremos. Ni Armando Méndez ni Ángelo Martino se proyectaron con peligro. Por delante, Francisco González preocupó algo, pero no lo suficiente. Y Fernando Cardozo mucho menos.
Los ataques de Newell’s a fondo fueron esporádicos. Forzados. Un tiro de Panchito González, un cabezazo del mismo jugador que Centurión envió al tiro de esquina, un remate poco potente del Colo Ramírez, de quien se sigue esperando más, y un centro que Méndez no llegó a empujar.
Los ingresos de Carabajal, Jeremías Pérez Tica y Giovani Chiaverano durante el segundo tiempo no mejoraron la falta de peso ofensivo del conjunto del Gallego Méndez.
Mejor resultado le dieron los cambios al entrenador en el partido pasado, con Carabajal y Pérez Tica siendo partícipes del único gol.
Newell’s pudo haber señalado ante la Lepra mendocina. Pero no jugó con la intensidad y peligrosidad que había mostrado con Barracas. Allí esta la principal razón por la que no hizo goles.