El extraordinario Angel Cabrera, de condiciones fantásticas y a la vez con declives en su carrera que lo relegan a un segundo plano, volvió a agrandarse en un Major (torneo que comprende uno de los cuatro más importantes del mundo). El golfista cordobés encabeza las posiciones del Masters de Augusta, en compañía del estadounidense Brandt Snedeker, y esta tarde a las 15.40 recorrerá los últimos 18 hoyos en busca de la segunda chaqueta verde de su carrera.
El Pato Cabrera, campeón en Augusta en 2009, llegó a este torneo como número 269 del mundo, lo que habla a las claras de que no aparecía como candidato. Pero el golfista, un símil a otro coterráneo, el tenista David Nalbandian, siempre irrumpe de manera inesperada en un torneo de gran envergadura.
“Ganar una vez ya es difícil, así que dos... Faltan 18 hoyos y hay muchos con chances”, dijo un cauto Cabrera, tras lograr ayer 69 golpes (-3), con seis birdies y tres bogeys, para un total de 209 (-7).
“Vengo trabajando mucho y duro para este momento, ahora tengo la chance y voy a tratar de no desaprovecharla”, manifestó el golfista de 49 años.
Depende de sí mismo y de un nutrido número de jugadores que se encuentran al acecho. Además del otro líder, Snedeker, a un golpe se ubica el australiano Adam Scott.
Además otros dos australianos, Marc Leishman y Jason, están a dos golpes, y el local Matt Kuchar, a tres. Y a cuatro no le pierden pisada el número uno, el local Tiger Woods y el sudafricano Tim Clark.
Sólo Cabrera es capaz de concitar la atención por TV, como seguro sucederá esta tarde, de aquellos que rara vez siguen el golf. Hoy gozarán o sufrirán con él.
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