El club Social Lux fue otra vez víctima de un hurto y en este caso nuevamente se llevaron los cables que hacen al sistema lumínico de la entidad, una caja de herramientas y otros materiales que se encontraban en el cuarto de mantenimiento.
Por Sergio Faletto
El club Social Lux fue otra vez víctima de un hurto y en este caso nuevamente se llevaron los cables que hacen al sistema lumínico de la entidad, una caja de herramientas y otros materiales que se encontraban en el cuarto de mantenimiento.
Franco Scala, el presidente de la entidad ubicada en Pascual Rosas al 400, le contó a La Capital que el robo se perpetró en la madrugada del lunes. "Los clubes están siendo víctimas de estos robos, ya pasó en María Reina, General Paz, entre otros, y ahora nos tocó de nuevo a nosotros. Esperemos ser los últimos, porque en este contexto tan complicado para los clubes de barrio que se produzcan estos despojos hace aún más difícil e camino", reflexionó el directivo.
"Alertados por un vecino el lunes a las 2 de la madrugada dos directivos fueron al club para ver si nos estaban robando, vieron que habían intentado forzar la puerta del cuarto de mantenimiento, y como ya una vez habían robado los cables de iluminación, probaron y las luces encendieron lo más bien. Luego de permanecer un rato se retiraron. Y evidentemente los delincuentes volvieron, porque después nos encontramos que se habían llevado los cables, una caja de herramientas y materiales. Un perjuicio que no es menor porque en este contexto de pandemia la economía de las instituciones están colapsadas", explicó Scala.
Social Lux ya pasó por estas circunstancias en otras oportunidades, en las que lo despojaron también de los cables de iluminación, elementos e incluso hasta de un inodoro de los sanitarios.
La particularidad del robo del pasado lunes y del anterior, ambos en tiempo de coronavirus, es que se produjeron luego de que los directivos debieron acudir al club para desalojar en buenos términos a grupos de jóvenes que habían ingresado, pese a estar cerrado, para jugar a la pelota en la cancha de 7. "Para nosotros es una causalidad, porque en ambas ocasiones los robos fueron hechos luego de que fuimos a pedirles a quienes estaban jugando que no lo podían hacer por las medidas sanitarias preventivas, y que en lugar de llamar a la policía preferíamos hacerlo de esa manera amable. Si bien se retiraron, asoma como sintomático que horas después padecimos los despojos", narró el máximo dirigente de la entidad también conocida popularmente como Mercadito.
Scala profundizó en el análisis de cómo estos casos hacen aún más difícil la subsistencia de los entidades deportivas "porque los clubes de barrio en su gran mayoría padecen la falta de actividad deportiva debido a la pandemia, y en función de ello muchos socios, también complicados por sus propias realidades, dejaron de pagar las cuotas, por lo que poder subsistir es cada día más complejo y así empiezan a estar en riesgo instituciones que cumplen una invalorable función social en los distintos lugares de la ciudad", describió.
"Social Lux como la gran mayoría de los clubes sufrieron una caída en la recaudación de las cuotas, por eso hay que apelar al ingenio para lograr recursos que nos permitan mantenernos. Ahora vamos a organizar una venta de prepizzas para tratar de obtener los fondos para reponer lo que nos sustrajeron, así como dispusimos hace un tiempo la venta de camisetas luego de que ascendimos al torneo Molinas, una iniciativa que tuvo excelente receptividad", comentó el presidente.
La cuota de Social Lux está compuesta por un aporte societario de 260 pesos y un abono deportivo de 240, pero desde que comenzó la pandemia dispusieron cobrar sólo el primero, ya que las prácticas de los deportes colectivos aún no están permitidas.