Al Patón Bauza lo despidieron porque no convencía el juego del equipo y los resultados ya no lo acompañaban. Al Loncho Ferrari lo eligieron para cambiar y es lógico que en una semana no pueda hacer demasiado, sobre todo teniendo en cuenta que tuvo un partido extra y presentando un equipo alternativo en el medio. Y ayer con los habituales titulares algo empezó a asomar.
El 4-1-4-1 que había lanzado a la cancha el Patón en el intenso 1-1 con River siguió en escena. Un esquema que parece muy cauteloso para usar en el Gigante. Y ni hablar si es ante un rival como Belgrano, que juega con la soga del descenso al cuello en una pésima campaña. Y más, Rinaudo, Gil y Ortigoza no pueden compartir momentos si juegan como ante el pirata.
Sobre todo el 10. El hombre "intocable" para el Patón. Difícilmente lo hubiese reemplazado con media hora por jugarse como sí lo hizo el Loncho ayer. Seguramente la decisión más difícil, pero correcta, que tomó el nuevo DT. Ortigoza las jugó casi todas mal, lento y siempre para los costados. Apenas metió un par de pases correctos. Y cuando él salió, Rinaudo creció.
También cambió el ataque con dos de punta por el ingreso de Riaño para acompañar a Herrera (cansado, le dejó su lugar a Zampedri, que no pesó). Suena lógico.
Vergara también hizo más que un Camacho que "pide" descanso, aunque el colombiano aún juega a un ritmo distinto al que se debe jugar acá. ¿Y Lovera, Becker, Barrera? Afuera. A cambiar el chip para tener alguna chance.
Almada trató de hacerla sencilla
A Facundo Almada le llegó el turno del debut en el momento más complejo del equipo en los últimos tiempos y el pibe de 20 años respondió. No tuvo una actuación descollante ni nada por el estilo, pero al menos no pasó sobresaltos. Es más, tuvo una clarísima para convertir, de cabeza. En conferencia Ferrari dijo que había "aprovechado su chance".
A los 20 segundos tocó la pelota por primera vez y buscó un pelotazo frontal, para que la peleen allá arriba. De manual para un debutante. Nada de arriesgar ni mucho menos. Y fue a grandes rasgos la actitud que tuvo a lo largo del partido. Siempre trató de complicarse lo menos posible.
Cuero lo desairó con una diagonal a los 10' pero a los 28', cuando el moreno intentó algo similar se perfiló distinto y le ganó la posición.
Barbieri absorbió mucho la presión de ser salida y Almada sólo tuvo que preocuparse por marcar. En una saltó de manera imprudente y generó una falta cerca del área, cinco minutos antes de contar con una chance inmejorable para convertir tras un centro de Rinaudo.
Tuvo un partido aceptable para ser el debut.