El gobierno de la provincia de Santa Fe, a través del Ministerio de Seguridad, realizó dos inspecciones de seguridad preventiva y acciones antibarrabrava en los estadios Gigante de Arroyito, de Rosario Central, y el Coloso Marcelo Bielsa, de Newell’s. Los procedimientos fueron acompañados por el grupo de operaciones tácticas (GOT) de la Dirección General de Seguridad Rural, Los Pumas, y por la policía de acción táctica, con motivo del inminente regreso de público a los estadios que será desde octubre. Y, a la vez, por la necesidad de disuadir avances coercitivos de las barras bravas en la vida institucional de los clubes. En este sentido, el subsecretario de Seguridad Preventiva, Diego Llumá, que lideró la inspección en ambos estadios, le confió a Ovación: “No estamos dispuestos a conceder que haya salas fortificadas a las que la autoridad policial no tenga acceso. El regreso del público a los estadios requiere acciones contundentes de afirmación de la autoridad legal para mantener a los violentos lejos de los estadios”.
Según informaron las autoridades, “durante la inspección a Newell’s se procedió a neutralizar la sala-búnker fortificada que la barra brava tenía dentro del estadio. Esta instalación, ubicada frente a la herrería del club, se trataba de una cámara blindada por una serie de puertas de hierro de varias cerraduras de alta seguridad cada una y una alarma interna con clave digital. Las llaves y la clave de la alarma obraban solamente en poder de la barra brava, por lo que fue necesario disponer de herramientas neumáticas para demolerla”.
Para contextualizar los hechos de la escalada de incidentes en Newell’s tras las elecciones en el Parque, el propio Llumá destacó que el pasado lunes 20 septiembre “en la visita de Newell’s a Lanús hubo algunos incidentes. Una persona de la delegación fue retenida por no tener derecho de admisión y la policía bonaerense no le permitió el ingreso a la cancha, también hubo personas que protagonizaron vandalismo y fueron invitadas a retirarse de la cancha. Y a comienzos de la semana pasada hubo una agresión a un empresario gastronómico de parte de Pescadito Guillermo S., tercera línea de los Monos”.
Llumá detalló que “en cuanto a la demolición del búnker fue debido a que el nuevo jefe de Seguridad de Newell’s, el comisario retirado Daniel Vallejos, no tenía la llave para ingresar. También se accedió a sitios que pertenecen a las peñas. En esa sala cerrada había banderas y bombos y como las autoridades del club se hicieron cargo de esos bienes, siguen estando en la entidad, en una sala donde ahora tienen llave el club y también jefe de la policía”.
A Newell’s también se le solicitó remover una gigantografía en la zona de camping que cubría la visión del domo de seguridad que da sobre los parrilleros y, además, completar la red de video seguridad para evitar que existan puntos ciegos que liberen espacios a los violentos.
“Con el cambio de autoridades en Newell’s, los barras vinieron por todo y le quieren marcar la cancha a los nuevos dirigentes. Pero está la voluntad del gobierno de que impere la ley. No se necesitaba un cerrajero para abrir el búnker, había que tirarlo abajo porque es un símbolo de que los barras no tienen impunidad”, le aseguró Llumá a este diario.
Completada la inspección de seguridad preventiva en Newell’s, las fuerzas de seguridad fueron a Rosario Central para notificar las medidas de seguridad indispensables para iniciar la nueva etapa. Se le pidió al club de Arroyito remover antes del 1º de octubre la pintada ubicada detrás de uno de los arcos con la consigna “Los Guerreros”, que referencia a la barra brava de Central. Y desarmar la estructura de caños que ocupa la parte superior de la popular de Regatas y que el municipio considera un riesgo para la seguridad de los simpatizantes que se trepan.
“En Central también se hicieron cargo como pertenencia del club de las banderas y los bombos y eso quedó en una sala con llaves para el club y la policía”, concluyó Llumá.
Lo concreto es que Central volverá a tener público este domingo, a las 13.30, cuando reciba a Argentinos con un aforo del 50 por ciento, mientras que Newell’s hará lo propio el próximo viernes 8 de octubre cuando reciba a Vélez.
“No es un búnker del narcotráfico”
El presidente de Newell’s, Ignacio Astore, se mostró contrariado con el procedimiento del Ministerio de Seguridad y la policía que permitió abrir una sala que presuntamente era utilizada como un búnker por la barrabrava en el estadio Marcelo Bielsa, en el parque Independencia. “Habíamos hablado con el funcionario (Diego) Llumá, pero hoy (ayer) fueron al club y violentaron la puerta de un inmueble privado. Eso no corresponde, es un abuso de autoridad”, destacó. Igual Astore valoró que “en todo momento colaboramos con el Gobierno de Santa Fe en materia de seguridad”.
“No hubo orden de allanamiento. Yo tomé mal lo que pasó. Eso no es un búnker del narcotráfico. Sólo llevamos ocho días de gestión. Y hablé mucho con Llumá. Nos llamó la atención la forma en que se procedió”, concluyó Astore.