Era el momento para que Central conservara la racha y buscara la tercera victoria consecutiva. Estuvo cerca ayer en Junín, aunque también quedó ahí nomás de perder ante Sarmiento y por esto terminó cerrando una igualdad (2-2) que le permite al menos sumar y no perder. Aunque, claro está, quedó con el sabor de no haber podido hacer pesar su jerarquía para doblegar a un rival que lucha por permanecer en la categoría. Igualmente, el resultado en definitiva no hizo otra cosa que aplicar cierta dosis de justicia a lo hecho por uno y otro equipo.
Todo fue acelerado en el Eva Perón. Desde el arranque. Los dos parecían desesperados por encontrar rápido el gol de la tranquilidad. Encima, el campo de juego mojado le imponía mayor velocidad a cada acción. Y así intercambiaban golpe por golpe, con llegadas no tan claras y donde abundaban las imprecisiones, sobre todo del lado canalla. Porque los volantes no acertaban en los pases y la mayoría terminaba en los pies del verde.
Teo se mostraba activo en ofensiva, pero no podía completar la jugada. Hasta que a los 18' Sarmiento avisó con un cabezazo de Suárez con destino de red que Rodríguez, de buena reacción, sacó al córner.
El Kiwi mostró sus claras intenciones de hacer valer la localía. Pero Central contestó cuando Teo paró de pecho una bocha en los alrededores del área chica y metió un derechazo que encontró la mano salvadora de Chiarini.
A Central le costaba hacer pie en el medio y la defensa dudaba. Villagra cometió una dura falta, Núñez se hizo cargo del tiro libre y con un zurdazo estampó el 1-0 ante el quedo llamativo del Ruso Rodríguez. El canalla desnudaba aún más sus dificultades.
Por eso Sarmiento estaba más cerca del segundo que Central del empate. Pero... Apareció el distinto. Teo pisó el área, amagó para un lado, fue para el otro dentro del área, metió el centro atrás y el Pachi Carrizo entró de cara al arco para acariciar la pelota para poner el 1-1.
El equipo de Montero mostró que estaba vivo. Y en el complemento buscó tener más fútbol con Colman en la cancha. Apenas pasaron 6' cuando Teo le metió una bocha a Bordagaray para que el delantero se fuera como un tractor evitando manotazos y definiera con categoría para el 2-1. Parecía que el canalla se iluminaba. El problema es que la luz estaba en el pie zurdo del Yacaré Núñez, quien cuatro minutos más tarde sacó provecho de un tiro libre para estampar el 2-2 con un tremendo golazo.
El partido quedó planteado como de gol gana. Encima, la defensa canalla hacía agua, aunque cuando Central atacaba también complicaba.
En ese ida vuelta final y electrizante, Camacho lo tuvo para cerrar el juego. Teo también falló en la definición en un par de situaciones. Y el Yacaré la punteó y se fue acariciando el palo derecho del Ruso Rodríguez. Nadie acertó en esos segundos finales y la igualdad fue sellada. Para los locales fue importante, no tanto para los canallas, que vinieron en busca de más de un punto y se fueron con la sensación de que se le evaporaron dos de las manos.