Otra vez se escapó. Central sumó un nuevo empate, esta vez 1 a 1 ante el complicado Huracán -su verdugo en la final de la Copa Argentina- y dejó pasar una muy buena chance se subirse nuevamente a la punta. Mejoró en el complemento, fue incisivo pero no le alcanzó para cerrarlo.,
Central casi fue la copia del equipo que casi siempre cedió los primeros tiempos de cada partido que disputó. Porque el arranque del cotejo ante Huracán lo mostró como dueño de la pelota, como el que más intentaba llegar con juego asociado, pero al que le faltaba abrir la cancha.
De la mano de Colman, con algunas buenas intervenciones de Nery Domínguez, con la eterna movilidad de Cervi y Ruben, el canalla tocaba y buscaba una y otra vez. Claro que el buen trato de pelota no implicaba lastimar a un fondo visitante que hacía retroceder a sus volantes y así todo se complicaba.
Los de Coudet no tuvieron la oportunidad de hacer estremecer a su gente con alguna jugada clara, como si lo hicieron los de Huracán con los suyos, aunque más no sea por TV.
Central no preocupó a Marcos Díaz en esa primera mitad porque un tiro de Delgado -poco participativo- o dos remates de media distancia de Villagra y Colman fueron algunas de las muestras canallas en esa primera mitad.
Huracán, que fue inteligente y espero con paciencia de monje para hacer su juego, fue más productivo. A los 18' Espinoza se la robó a Yeimar y Caranta tuvo que intervenir de urgencia. A los 23', un tiro libre del propio Espinoza pegó en el travesaño de un confiado Caranta. A los 27', el uno canalla hizo vista y el remate de Villarruel casi se le mete junto al palo izquierdo.
Central no hizo pie, fue perdiendo precisión con el correr de los minutos, y Huracán terminó haciendo el juego que mejor sabe y que más le gusta. Y mucho más cuando una escapada de Puch por el lado de Salazar, terminó con un claro penal del defensor que Herrera no dudó en cobrar y que Torassa tampoco dudó en transformar en gol para la victoria parcial de los de Néstor Apuzzo.
En el complemento Central pareció darse cuenta desde el vamos que Huracán le estaba mojando la oreja salió decidido a revertir esa situación. Aunque con desprolijidades, con más voluntad que ideas, pronto tendría su recompensa por ir a buscar la igualdad.
A los 6', Franco Niell -que había reemplazado a Nery Domínguez- buscó el arco, la pelota llegó rauda a la izquierda por donde entraba como una locomotora Villagra y su remate final terminó en el fondo del arco.
A partir de allí, Central mostró a un Chelito Delgado recargado y con una imagen más participativa que la que había exhibido en la primera mitad. El ingreso de Jonás Aguirre por Cervi también le dio otro aire por izquierda al equipo de Coudet y ahora el juego asociado se daba con variantes.
A los 18' el goleador Marco Ruben voló para meter el cabezazo junto al palo derecho, a los 24' Marcos Díaz -a esa altura una de las figura del partido- se la sacó al córner al Chelito, que había buscado un hueco junto al palo izquierdo.
Huracán resistía e iba de contra cuando podía, sin las mismas libertades que en la primera mitad.
Central lo buscó hasta el final pero otra vez no le alcanzó para cerrarlo. Sigue invicto pero desperdicia oportunidades. Eso sí, le sigue sobrando intención, pero todavía no es suficiente para ser el protagonismo que pretende el Chacho.