A Carlos Tevez le llegó demasiado rápido una de las paradas más bravas que hay en el mundo del fútbol y en especial en Rosario, donde el clásico suele tomar una dimensión un tanto desmedida. Porque después de apenas cuatro partidos como entrenador de Central, el Apache afrontará un compromiso que, para bien o para mal, acostumbra a dejar una huella en los protagonistas. Y como Tevez se subió al barco en medio de la tormenta no tuvo el tiempo suficiente como para lograr la aclimatación necesaria de cara a un partido de alta tensión. “Voy a disfrutar mi primer clásico”, dijo Tevez minutos después del empate ante Independiente, pero sabiendo que las cuestiones emocionales no lo es todo, sino que lo deportivo es fundamental. ¿Qué es lo que logró hasta aquí el DT canalla? Que su equipo mostrara una mejora paulatina, que todavía no se transformó en un verdadero salto de calidad, pero sí con mejoras en unos cuantos aspectos.
En el momento en el que Tevez tomó las riendas en Central lo futbolístico maltrecho, con pésimos resultados, pero sobre todo con rendimientos que no convencían absolutamente a nadie, por eso la necesidad y el desafío de acomodar todo lo antes posible. Claro, Tevez más que nadie sabía que en ese proceso de urgencias extremas no había demasiado tiempo antes del clásico que ya le tocará vivir en carne propia.
Si hay algo que Tevez tiene a favor en medio de este corto tiempo que lleva como técnico canalla es que ya atravesó instancias intensas desde lo emocional en medio de su larga trayectoria como futbolista, básicamente en su estadía en Boca. Desde ese lado no habrá nada que lo sorprenda, más allá de algunas situaciones puntuales que pueden ser potestad del fútbol rosarino.
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Tevez logró que Central fuera un equipo con mayor solidez defensiva.
Celina Mutti Lovera / La Capital
Pero lo dicho, lo emocional queda a un lado cuando la pelota se echa a rodar, porque es ahí donde se evaluará el trabajo del entrenador, en este caso Tevez, quien perdió los dos primeros que dirigió, pero que después lo enderezó bastante.
En realidad la mano de Tevez se comenzó a ver ya desde su primer partido como DT canalla contra Gimnasia, donde modificó el esquema que venía utilizando Leandro Somoza y eso hizo que Central luciera un poco más compacto. Es cierto esa vez el tiro le salió por la culata porque fue derrota, por un error muy puntual en defensa, sobre el final del partido.
De ahí en más Tevez mantuvo una línea de pensamiento en relación al sistema de juego, aunque de un partido a otro fue modificando algunos de los intérpretes, básicamente en el mediocampo, con la conformación del doble 5. A veces fue un doble 5 clásico, con un volante central de marca y otro de juego y otras con dos jugadores más técnicos, como sucedió ante Sarmiento, donde jugaron Walter Montoya e Ignacio Malcorra.
Quizá el avance más evidente que logró Central en este nuevo proceso es la solidez defensiva, algo que Tevez puso como prioridad ya desde el primer partido. Al menos en estos cuatro encuentros el equipo no sufrió en la magnitud de como lo venía haciendo en la era Somoza.
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Carlos Tevez vivió muchos Boca-River y sabe lo que es la adrenalina de un clásico.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Fue Aldosivi el equipo que más dolores de cabeza le generó, especialmente en el primer tiempo (después el canalla logró emparejar el trámite). Es que Gimnasia le llegó poco y nada, Sarmiento sólo lo arrimó algo de peligro en el final y contra Independiente el arquero Gaspar Servio prácticamente no tuvo trabajo.
Esa solvencia defensiva hizo que tomara trascendencia un dato que para un equipo más o menos serio no sería nada extraño, pero para este Central parece mucho. Porque era toda una rareza en estos tiempos en Arroyito ver a un Central mantener la valla invicta en dos partidos seguidos. De hecho, la última vez que lo logró fue hace un año, en aquel 1 a 0 sobre Deportivo Táchira (partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana) y el 1 a 0 ante Vélez (segunda fecha del tornero local), de la mano del Kily González.
Tomado a la ligera suena a un pequeño analgésico, pero no está mal pensarlo como un indicio de lo que Tevez está buscando del equipo. Porque el hecho de que en los dos últimos partidos no le hayan convertido parece estar íntimamente relacionado con esa mayor solidez defensiva que hace que el rival no le llegue tanto ni tan claro.
Estos son esos pequeños detalles que sobresalen de este incipiente ciclo de Tevez como técnico de Central, un Tevez que ya al quinto partido tendrá el enorme desafío de dirigir su primer clásico.