La mañana arrancó con el cielo encapotado, lluvia y truenos, lo que puso en riesgo la concreción del amistoso de ayer ente Newell's y San Martín de San Juan en el predio de Villa Marista. Pero de repente el cielo se apiadó, el sol le fue ganando la batalla a las nubes y la pelota comenzó a rodar. En el primer cotejo (70 minutos), el DT Lucas Bernardi paró a mayoría de titulares y el equipo rindió en buena forma, porque dominó la pelota, jugó en campo rival y además se acopló a perfección el tándem ofensivo Ignacio Scocco y Lucas Boyé, justamente los autores de los goles en la victoria 2 a 1 ante los sanjuaninos. Una sociedad goleadora que si se consolida puede motorizar la ilusión leprosa.
Así, Newell's cerró la pretemporada en La Feliz con una ola de optimismo porque sus delanteros están afilados, picantes y empiezan a entenderse cada vez mejor. La sorpresa táctica de la mañana fue que Marcos Cáceres se paró de volante tapón, como una especie de limpiaparabrisas de contención ubicado unos metros delante de los zagueros.
En el primer partido (se dividió en dos tiempos de 35 minutos), el equipo que dispuso Bernardi estuvo integrado por mayoría de titulares. Esta alineación con algunos retoques podría acercarse bastante a la del debut oficial, dentro de dos semanas, también frente a los sanjuaninos, pero en suelo cuyano. En el arco estuvo Ezequiel Unsain (45' Sebastián D'Angelo), que respondió las pocas veces que fue exigido. En la última línea jugaron Luis Advíncula, Franco Escobar, Sebastián Domínguez y Milton Valenzuela. Los laterales pasaron permanentemente al ataque con criterio y generaron peligro. Mientras que los marcadores centrales estuvieron prolijos en la salida con pelota y muy rápidos para cortar cerca de los laterales. Nehuén Paz hizo sólo tareas físicas para bajar las cargas de trabajo.
En la mitad de la cancha estuvo la sorpresa táctica que ejecutó el DT leproso. Porque con Raúl Villalba preservado (hoy será sometido a un estudio de imágenes por una molestia en el sóleo), la posta la tomó Marcos Cáceres. El paraguayo se paró 10 metros delante de los centrales y fue el típico volante tapón. Cumplió con su tarea de marcar y darles la pelota prolija a los compañeros. Será una opción a tener en cuenta para la competencia oficial. Incluso porque el otro jugador en ese puesto es Diego Mateo, que ayer actuó para los suplentes.
En tanto, los volantes interiores fueron Denis Rodríguez y Mauro Formica, ambos muy movedizos y criteriosos con la pelota. Está claro que los dos van para adelante con más luces que con las que retroceden. Así tienen la misión de hacerse cargo de la pelota, liderar la tenencia colectiva y llevar al equipo al frente. Ayer lo hicieron muy bien.
Y arriba se pararon Daniel Mancini como extremo derecho, Lucas Boyé de nueve e Ignacio Scocco arrancando desde la izquierda. Mancini dio una gran mano en la presión, pero le faltó terminación por afuera. Hay que aclarar que ayer fue preservado Maxi Rodríguez para no exponerlo a una sobrecarga muscular (hizo tareas físicas aparte). La Fiera podría integrar el tridente ofensivo con Nacho y Boyé.
El desempeño de Boyé estuvo en el podio porque aguantó todo lo que le tiraron, lidió con los rivales a pura guapeza, pisó la pelota, encaró con astucia y trianguló con sabiduría. Mientras que Nacho hizo el sacrifico de retroceder a marcar por su banda, pero cada vez que aceleró generó peligro, se animó a la media distancia y supo aprovechar a Boyé como pivote.
Fue una sólida actuación colectiva de Newell's, ante un rival muy débil, que además recién había llegado desde Tandil en un viaje de dos horas en micro. Igual, el mérito leproso fue funcionar con efectividad más allá de las limitaciones del adversario.
La apertura del marcador llegó a los 31 minutos. Tras un gran enganche, Advíncula lanzó un centro estupendo desde la derecha para la entrada lúcida de Boyé, que conectó de cabeza lejos del alcance del arquero sanjuanino. Fue la recompensa para un primer tiempo donde Newell's intentó jugar ancho y con los zagueros centrales parados cerca de la mitad de la cancha.
En el segundo tiempo, Newell's acentuó el dominio. Gran combinación entre Formica, Scocco y Boyé, pero este último picó la pelota de cara al arco y se le fue apenas ancha. El segundo grito rojinegro no tardó en llegar. El inspirado Boyé encaró a pura gambeta y le cedió el gol a Nacho, que no perdonó y estampó el 2 a 0. Newell's ejerció una presión alta y en una acción aislada del final llegó el descuento de San Martín por intermedio de Daniel González, en una de las pocas veces que los defensores perdieron las marcas.
PUNCTUATION_SPACEEN_SPACEEN_SPACELos rojinegros cerraron de manera aceptable la etapa preparatoria en Mar del Plata, con una auspiciosa actuación colectiva y con individualidades que van levantando paulatinamente su nivel. En especial, tener afilados y en sintonía a Boyé y Scocco no es un dato menor. Puede ser el principio de una sociedad goleadora.