Hace 30 años comenzó la leyenda. El 19 de agosto de 1990 se concretó el primer mojón de lo que es la gloriosa historia de Marcelo Bielsa en su paso como DT de Newell’s, lo que luego disparó una carrera notable como entrenador, siendo respetado y valorado por las personalidades más destacadas del mundo futbolístico, por levantar las banderas del juego limpio, la búsqueda constante del arco de enfrente y siempre pregonando la ética deportiva. Desde ese día el Loco dejó una huella imborrable en el corazón de los hinchas de Newell’s. Y su legado con el paso de los años se enaltece cada vez más. Tal vez, Marcelo sea el técnico más referencial y adorado por el pueblo leproso. Si hasta el legendario estadio del parque Independencia fue bautizado con su nombre. Supo armar un equipo memorable que escribió páginas gloriosas, entre ellas aquella final ganada tras la tanda de penales en la mismísima Bombonera. Bielsa es sinónimo de Newell’s. La última escala profesional del DT rosarino es el ascenso a la Premier League con Leeds United de Inglaterra. Y en el futuro, por el amor recíproco entre la institución y el propio entrenador, es imposible no imaginarlo vinculado directamente y cumpliendo alguna función concreta en la entidad del Parque. Más tarde o más temprano, eso se dará.
Justo hoy se cumplen 30 años del estreno de Marcelo Bielsa como entrenador de Newell’s. Fue en aquel 19 de agosto de 1990, en la primera fecha del Apertura 1990, cuando Newell’s le ganó 1 a 0 a Platense con gol de Gerardo Martino. La lepra formó con Norberto Scoponi; Juan Manuel Llop, Mauricio Pochettino, Eduardo Berizzo y Miguel Fullana; Julio Saldaña (86’ Sergio Stachiotti), Gerardo Martino y Darío Franco; Julio Zamora, Lorenzo Sáez y Adrián Taffarel (75’ Cristian Rufini). Quedaron en el banco Carlos Pancirolli, Juan Carlos Roldán y Roberto Cerino.
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Bielsa entró en la historia grande leprosa.
Y, tras una gestión brillante en Newell’s, el último partido del Loco fue también ante Platense el 5 de julio de 1992. Newell’s, ya campeón del Clausura antes de jugar, igualó 1 a 1 en Vicente López. El gol leproso lo hizo Ricardo Lunari. Los rojinegros formaron con: Scoponi; Gustavo Raggio (54’ Soria), Fernando Gamboa, Llop y Pochettino; Saldaña, Berizzo, Alfredo Berti y Zamora; Cristian Domizi (45’ Lunari) y Alfredo Mendoza.
En el medio de estas dos fechas, el Newell’s de Bielsa se coronó campeón en la Bombonera el 9 de julio de 1991 al ganarle a Boca en la definición por penales. Dirigió 4 clásicos. Ganó 3: Apertura 1990, 4-3 en Arroyito con goles de Gamboa, Zamora, Rufini y Sáez; el Clausura 1991, 4-0 en el Parque con dos goles de Ariel Cozzoni, Pochettino y Fabián Garfagnoli; y Clausura 1992 como local, con un equipo alternativo, por 1 a 0 con tanto del Pájaro Domizi de cabeza. Perdió el del Apertura 1991, jugado en el Gigante de Arroyito por 1 a 0, con gol de Marcelo Delgado.
En total, Bielsa dirigió 94 partidos a los rojinegros, de los cuales ganó 39, empató 37 y perdió 18.
Y para explicar su idolatría en el Parque la respuesta es sencilla desde los números. Es el entrenador con más títulos en la historia de Newell’s, ya que ganó el torneo 1990/91 y el Clausura 1992. Además logró llevar al equipo a la final de la Copa Libertadores, pero no pudo lograr el campeonato, ya que perdió la final contra San Pablo por penales.
Pero el legado de Bielsa en Newell’s excede las victorias y los títulos conseguidos en la cancha. Bielsa forjó una manera pasional y única de defender los colores rojo y negro. Y como como él mismo aseguró: “¡Newell’s, carajo!", resonará en los hinchas para la posteridad.