Argentina-Bolivia, un partido que sirve para esperar rival

La selección argentina afrontará el cierre de la fase de grupos más plácida de lo imaginado cuando arrancó la Copa América con un empate bastante criticable ante Chile en Río de Janeiro. Es que ni el más optimista hubiera proyectado un andar tan descongestionado del equipo de Scaloni hacia los cuartos de final. Sobre todo teniendo como rivales a Uruguay, Paraguay y el mencionado seleccionado trasandino, una suerte de bestia negra para Argentina debido a que le ganó las ediciones de 2015 y 2016 de este torneo. A Bolivia, el adversario de esta noche, no se lo incluye en ese recorrido presumiblemente sinuoso porque hubiera sido un milagro que llegara a enfrentar a la selección argentina con chances de clasificar a la próxima fase.

El partido de hoy a las 21 ante Bolivia le servirá a la selección para esperar como ganador del grupo al Ecuador de Gustavo Alfaro, ya que sólo un trasnochado no podría imaginar la tercera victoria al hilo del equipo de Scaloni. Y eso que Argentina todavía demuestra ser una selección con marcha forzada y sin una reconocible identidad de juego. El DT albiceleste mucho tiene que ver en esto porque de un partido a otro acostumbró a dar barquinazos de nombres que no parecen propios del plan de recambio que activó desde que asumió en el cargo.

De lo único que se puede estar seguro en torno a la formación de esta noche es que Lionel Messi no se pierde ni loco el partido ante Bolivia. Además de no gustarle salir ni cuando juega un picadito con sus hijos Mateo, Thiago y Ciro, Leo quiere estar porque se convertirá en el jugador con más presencias con la camiseta de la selección argentina al alcanzar 148 partidos disputados. En un depredador de récords como él, descansar y postergar ese registro es una ventaja que no está dispuesto a dar.

Con Messi afuera del operativo rotación, Scaloni piensa en guardar a algunas piezas estelares para el mata y mata que arrancará el sábado contra, seguramente, Ecuador, que ayer empató contra Brasil y se ubicó cuarto en el grupo B. Por ahí debe entenderse que Emiliano Martínez, Leandro Paredes, Lautaro Martínez y Giovani Lo Celso no sean arriesgados ante Bolivia por estar al límite de las amarillas. Entrarán Armani, Montiel, Pezzella, Guido Rodríguez y Palacios, la armada de los que visten y vistieron la camiseta de River. También Scaloni confirmó que jugarán de entrada dos chicos tallados en los potreros rosarinos como el ex Newell’s Lisandro Martínez y Angelito Correa, confeso hincha de Central.

De no ocurrir nada estratosférico, Argentina tiene la mesa servida para llegar a una nueva final de este torneo que tan esquivo le viene siendo desde Ecuador 1993. Es cierto que aún debe ganarle a Bolivia y superar las instancias de cuartos y semifinal, pero también es verdad que por lo visto hasta ahora no hay mucho para preocuparse a excepción de Brasil. Eso sí, para lograr el título antes hay que definir un rumbo futbolístico. Bolivia se presta para empezar a consolidar la base de sustentación.

Ecuador, todos los boletos

En los papeles, Argentina tiene grandes chances de quedarse con el grupo. Para eso debe ganarle a Bolivia y de esta forma será el primero en su grupo. Entonces, Ecuador sería el rival en cuartos de final. El seleccionado dirigido por Gustavo Alfaro ayer terminó en el cuarto puesto de su zona. En caso que Argentina empate con Bolivia, si Paraguay no derrota a Uruguay, Ecuador también se medirá contra el seleccionado de Scaloni. Y una derrota llevaría a la selección argentina al segundo lugar y en ese caso se mediría contra Colombia, que finalizó tercero en el grupo B.