Diego, el mejor jugador del fútbol moderno, creador de jugadas y goles que son obras de arte, se erigió además en un símbolo social y cultural del sur pobre y marginado napolitano contra el poder del norte.
Por Miguel Pisano
Diego, el mejor jugador del fútbol moderno, creador de jugadas y goles que son obras de arte, se erigió además en un símbolo social y cultural del sur pobre y marginado napolitano contra el poder del norte.
En Italia, Maradona sólo jugó en Napoli, el humilde equipo del sur que ganó con él su primer título y donde sus hinchas lo veneran a la altura de un santo, a tal extremo que cuando jugaba el capitán del equipo sólo pudo salir a la calle dos veces y en ambas debió ser rescatado de la gente por los bomberos. narra el periodista Adrián Paenza.
El norte italiano respondió al scudetto de Diego en Napoli con una agresiva campaña secesionista, en la que calificaba al sur con el despectivo “Maradonia”, un territorio al que consideraban parte del norte de Africa.
Apenas emigró de Napoli, cientos de intelectuales del sur italiano se reunieron en un congreso organizado por la universidad para analizar y debatir el fenómeno social y cultural generado por Diego, en una ciudad de la que es ciudadano ilustre y que bautizará con su nombre al estadio. Cualquier parecido con la historia argentina no parece coincidencia.