Lluvia de silbidos se sintió ayer en el estadio Santiago Bernabéu, donde Real Madrid se enfrentó a Deportivo de la Coruña y ganó 2 a 0. Pero no mojó como se esperaba al ídolo blanco Cristiano Ronaldo. Los que quedaron peor parados ante el veredicto sonoro de los escasos 15 mil hinchas fueron el capitán, Iker Casillas, y el técnico Carlo Ancelotti. Una muestra más de que a Cristiano, se le perdona todo y encima lo aplauden.
La silbatina colectiva fue el cierre de una semana para el olvido. Una humillante derrota del clásico ante Atlético de Madrid por 4 a 0, sufrida en el Vicente Calderón, y el fiestón de cumpleaños inmediatamente posterior, de Cristiano Ronaldo, con videos recorriendo todos los rincones del planeta, dejaron a todo el plantel de Real en una complicada situación ante la masa social madridista.
Los movimientos de cadera del portugués en la fiesta junto a algunos compañeros, después que su equipo mordiera el polvo en la cancha, fue sentido como el peor de los pecados por hinchas y medios españoles.
Ni las palabras del cantante colombiano Kevin Roldán que amenizó su fiesta (“Cristiano estaba triste por la derrota”), pudieron poner paños fríos. Por el contrario, surgió de la hinchada una demoledora y contundente frase como contraofensiva: “Vuestra risa, nuestra vergüenza”. Toda una síntesis del dolor de los simpatizantes, a pesar de que el equipo sigue puntero en la liga española y hace poco más de un mes y medio se consagró como el mejor plantel del mundo tras ganar el Mundial de Clubes.
Dicen que Ronaldo está arrepentido e intranquilo por molestias físicas y anímicas que opacan su genialidad dentro de la cancha. Ayer se esperaba que su público, el mismo que lo elevó al Olimpo, le dictara sentencia por lo sucedido en el Calderón y en el pospartido. Pero el club trabajó para que el recibimiento de su gente fuera a favor de su estrella. Y así fue: pesaron más sus últimos seis años en el Madrid, que la última semana.
Ronaldo sabía que un buen partido ante el Deportivo podía ser el mejor antídoto para terminar con la mala racha que le hace marca personal. Y, aunque los videos de la fiesta que siguen apareciendo no lo ayudan, la hinchada _como suele pasar_ le responde más con el corazón que con la razón.
Ayer, los tantos de Francisco Isco Suárez y del francés Karim Benzema permitieron la victoria del Real. Después de dos disparos al palo de Cristiano y Gareth Bale, Isco abrió el marcador en el minuto 23. Cerca del final, en el minuto 73, Benzema recibió un centro de Cristiano y cerró el marcador.
Lo que sigue esperando la hinchada blanca de él es más gol. Cristiano metió cuatro tantos en este 2015. Pero tras la reacción de ayer, seguro le tendrán paciencia. A Ronaldo se le perdona todo.
Ni el himno merengue pudo con los silbidos
Antes de que diera ayer inicio el partido ante Deportivo La Coruña, Real Madrid puso a todo volumen el himno merengue. Se la evaluó como una estrategia del club para tapar los reproches a los jugadores tras perder el clásico con el Atlético por 4 a 0.
Iker Casillas (a quien no se le perdona su error ante el primer gol del equipo colchonero), Gareth Bale, Karim Benzema y Carlo Ancelotti fueron los más silbados. Incluso, cuando se inició el encuentro e Iker tocó el balón por primera vez, también se pudieron escuchar abucheos.
En el minuto 14 del encuentro contra Atlético de Diego Simeone, el portugués Thiago pateó desde fuera del área y el tiro le pasó a Iker por debajo de sus manos. Ronaldo se lo quiso “comer” y su reproche dentro de la cancha se vio claramente en las filmaciones.
Después del partido, el capitán blanco, se excusó: “Ha tocado en Nacho y me ha desviado la trayectoria”. Pero la explicación no le bastó a nadie.