Si bien hablamos de una tecnología que nació en los años 50, lo cierto es que la verdadera explosión de la inteligencia artificial (IA) en el gran público se vio hace sólo cuatro meses, cuando gente en todas partes del mundo probó la asombrosa efectividad del chat GPT3. Allí se vió su verdadera potencia de forma más tangible y dejó de ser algo que utilizaban los amantes de la tecnología para estar presente en charlas cotidianas. “¿Probaste el chat GPT?”, se escucha en distintos circuitos con resultados dispares, porque están los amantes, están los detractores, como ocurre siempre cuando se incluye algo novedoso y disruptivo en el mundo laboral.
Negocios entrevistó a un especialista en el tema, Juan Pablo Manson, que es docente en la Tecnicatura en Inteligencia Artificial de la Universidad Nacional de Rosario, que se cursa en la Facultad de Ingeniería, y en el ámbito privado es socio en empresas tecnológicas locales y está a cargo del área tecnológica de Wiener Lab.
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Juan Pablo Manson, especialista en Inteligencia Artificial.
Para entender cómo se llega hasta este contexto actual, Manson cuenta que ha visto evolucionar a la inteligencia artificial: “la empecé a estudiar en los años 80 y fue en los últimos cinco años donde se vio un cambio exponencial. Porque hasta la primera década del siglo XXI se utilizaba sólo para hacer análisis de datos, predicciones, clasificaciones, traducciones”. Luego, agrega que “cuando aparecen las redes sociales empiezan a analizarse los grandes volúmenes de datos, lo que se llama Big Data, con motores de búsqueda que cada vez se hicieron más avanzados”. Y en el 2017 asegura que se abrió una nueva etapa cuando se crean los llamados transformers que en lugar de ser una tecnología de análisis de datos pasa a ser una tecnología generativa. Es decir, puede crear por sí misma una imagen o un texto. Y, haciendo un resumen acelerado, podemos decir que el otro gran salto, que le da hoy algo de masividad, fue el chat GPT3 y luego el 4.
En todo ese mar de información, la pregunta es realmente para qué le sirve a una empresa, industria o incluso a un profesional esta tecnología. Rubro por rubro, Manson explica en qué puede utilizarse. En el caso de las industrias, la inteligencia artificial se utiliza para la “automatización y robótica, puede detectar fallas de productos, por ejemplo, se pueden hacer simulaciones de rotura de piezas, que es muy costoso hacerlo con los productos reales y se utilizan sistemas de modelos que simulan los productos”, explica. Además, es muy útil en logística, en gestión de almacenes donde se detectan dónde están los productos y en planificación de la producción. Se hace un análisis de datos para saber qué cantidad de productos fabricar de acuerdo a la demanda que se calcula que habrá. Por otra parte, son usados en seguridad industrial porque pueden detectar y dar aviso de que una persona no tiene el casco reglamentario puesto o está en una zona de la planta donde no debe estar.
En lo que respecta al comercio o a las empresas que hacen atención al cliente, la inteligencia artificial se utiliza fundamentalmente para los chat o asistentes virtuales. Manson aclara que no se trata de los primeros chats que ya se utilizan desde hace unos años que no han sido muy efectivos, sino que con la aplicación de la IA da la sensación de que realmente se está teniendo un diálogo con una persona. “Los nuevos chats están funcionando con mucha precisión, realmente no se va a poder diferenciar si es una persona o un bot. Y ya hay muchas consultas de empresas rosarinas que lo quieren incorporar, pero pensemos que sólo han pasado 4 meses desde el lanzamiento de estos chats”. Respecto del costo para incorporarlo, Manson piensa que no es algo tan elevado si se tiene en cuenta que es una tecnología que permite una integración del software de una empresa con el chat para que sea efectivo a la hora de responder. También es importante que tenga filtros para que el chat no de respuestas genéricas, donde por ejemplo pueda recomendar un producto o servicio de la competencia. Debe estar configurado para responder lo que la empresa elige comunicar. “Parte del gran trabajo es ese, el de agregarle restricciones y filtros”, añade.
Otro rubro donde la inteligencia artificial tiene mucho que aportar es el de la salud. Es muy útil para la detección temprana de enfermedades o para los primeros diagnósticos antes de ver un especialista. Por ejemplo, el paciente puede contestar una serie de preguntas básicas: si tuvo fiebre, vómitos, dolor de cabeza, y la tecnología puede descartar patologías e incluir otras lo que puede aliviar la carga sobre los médicos y permitirles dedicarse a análisis más complejos. “Incluso google está trabajando en un modelo de doctor virtual”, suma Manson y explica que “para lo que se ha demostrado que es muy efectivo es para el análisis de imágenes como resonancias o tomografías. Esta tecnología permite detectar un cáncer en forma temprana”. Y, por supuesto, que puede ser clave para el análisis de datos que almacenan sanatorios, hospitales y médicos en grandes volúmenes. “Sirve para ver si hay algún problema a nivel regional o global, por ejemplo, prever que está por venir una pandemia”, añade.
Los profesionales no se quedan afuera
Abogados, contadores, economistas, periodistas todos pueden usar la inteligencia artificial para acelerar tus procesos. “Se puede utilizar de muchas formas, pero para pensar casos concretos puede ser usado para asesoría legal o para poder construir documentos legales sin tener grandes conocimientos”, explica. Por ejemplo, se busca en el chat cómo se escribe determinada documentación y el mismo chat lo realiza. Por lo cual puede ser utilizado por un cliente directamente pero también puede ser un gran acelerador de procesos internos de un estudio de abogados. “No reemplaza a los abogados, sólo trae a manos de mucha gente la posibilidad de escribir en lenguaje legal”, cree Manson.
En el caso de los contadores, ya están desarrollándose los sistemas de asesores virtuales en rubros específicos, un ejemplo es el producto de asesoría financiera mediante GPT que está lanzando Bloomberg. Además, los economistas pueden usar la inteligencia artificial para procesar información y hacer sus análisis estadísticos, lo mismo los periodistas o las agencias de comunicación y marketing. Estas últimas pueden utilizar el GPT para la escritura de textos rápidos y ni siquiera los programadores se quedan afuera de esta ola, porque la inteligencia artificial permite acelerar mucho la escritura de códigos por lo cual “ya habrá cosas que no requieran de un operador para desarrollar un software”, añade Manson.
Por último, el especialista en AI agrega que en recursos humanos también será una gran herramienta que permite hacer reclutamientos de forma más veloz con primeras entrevistas hechas por un bot que filtre a quienes no tienen el perfil para un determinado puesto. Y en turismo también será una gran herramienta para las agencias que la incorporen porque podrán dar asesoramiento y respuestas en todo momento.
Da la sensación de que la inteligencia artificial bien utilizada puede permitir que los profesionales den un paso adelante para dedicar su energía en procesos más avanzados y dejarle a esa tecnología la primera fase de trabajos más rutinarios. Pero habrá que esperar para que la historia responda a la pregunta de los efectos reales de esta tecnología revolucionaria en todo el campo laboral.