Con más de 40 años de trayectoria en la región centro, Pilay ha tenido la oportunidad de lograr que gran cantidad de personas tuvieran su primer hogar o que hicieran a través de ellos su primera inversión inmobiliaria. El negocio fue evolucionando y hoy, entendiendo que ese grupo ya está en otras etapas de la vida, la empresa se reformuló para acompañar a su cartera de clientes con nuevas soluciones. En ese marco, lanzó su nueva campaña que propone “Hagamos algo nuevo”.
Dentro de la cartera de productos que ofrecen, se encuentran soluciones habitacionales como también otras específicas para inversión, como pueden ser cocheras, locales comerciales, departamentos de diversas tipologías como monoambientes y unidades más grandes, lotes de todo tipo en barrios abiertos, cerrados y condominios: “Queremos acompañar al mismo cliente en su crecimiento y en su intención de llevar sus ahorros a otros productos y destinos. Nuestro modelo le cambió la vida a mucha gente, pero también hoy tienen otras perspectivas y estamos allí para atenderlas”, dice a Negocios de La Capital Gonzalo Crespi, presidente de Pilay.
La nueva campaña de la desarrolladora
Manteniendo su estrategia en base a la tierra, ladrillos, largo plazo y cuotas, Pilay sostiene su liderazgo comprendiendo al ahorrista inversor. Explica Gonzalo que: “el lema ‘Hagamos algo nuevo’ no significa dejar de lado lo que venimos haciendo, sino dar cada paso sobre bases sólidas para seguir transformando el futuro de nuestra región, ampliando nuestras propuestas, todas en una misma dirección y con el mismo propósito”.
Con esta acción y objetivos muy claros, Pilay busca, otra vez, mover el tablero de la inversión en Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba. Ahora, hablándole también a un segmento ABC1 -que busca unidades de mayor diseño y metros cuadrados- empieza a posicionarse como la opción líder en ciudades aledañas a las grandes localidades. Sobre esto habla Martín Prez, CEO de Pilay: “Estamos buscando crecer en el Gran Rosario, Gran Santa Fe, Gran Córdoba y Gran Paraná, apuntando a conseguir terrenos y participar de proyectos en Funes; Ibarlucea con Cinco Lagos en alianza con Life Desarrollos y en Córdoba con Manantiales junto a Edisur”.
La estrategia de diversificación se complementa con una fuerte expansión territorial. Por ejemplo, en Santo Tomé la compañía avanza con un proyecto de 160 hectáreas y en Sauce Viejo, lanzó 1500 lotes en Los Domingos: “Hicimos un estudio de mercado que nos dio como resultado que el producto ideal para esa zona era un barrio abierto de lotes de 400 mt2 con cierto tipo de terminaciones”, amplía Prez. Justamente la lectura sobre dónde desembarcar y con qué solución, está dentro de los análisis permanentes de la firma.
Sobre esto Crespi suma: “Nos abrimos a zonas de influencia, de conexión rápida con autopistas, además de continuar nuestro posicionamiento en ciudades universitarias. Siempre manteniendo la base en esta zona geográfica”. Por otro lado, estos proyectos se enmarcan en otro estudio, en el cual antes era un imperativo vivir en el centro de las ciudades y hoy las poblaciones se desplazan hacia las afueras, en barrios cerrados o urbanizaciones con amenities.
La inmediatez como regla general
A su vez, el crecimiento se apoya también en otro análisis de tendencias. Según explican los referentes de la marca, el mercado cambió radicalmente en la última década. La capacidad de ahorro que caracterizaba a los clientes de Pilay hace 20 años se redujo drásticamente y la inflación obligó a repensar los plazos de inversión: “Cambió la idiosincrasia del público inversor y ahora rige la inmediatez, por lo que tenemos una serie de productos disponibles, mucho más tangibles, para atender la situación económica que se volvió vertiginosa”, reflexiona Prez.
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El desafío más complejo, como suele ser, está en los costos. El metro cuadrado más vendible de Pilay sale u$s 2000 a u$s 2200, incluyendo terreno, obra e impuestos. En contraste, el mercado secundario ronda los u$s 2.700: “Hoy el departamento usado sigue estando por debajo de lo que cuesta construir. Ese es el gran desafío que tenemos: bajar el costo mientras esperamos que el valor de mercado empiece a subir. La duda es cuándo se van a encontrar esas dos curvas”, advierte Prez.
Eficiencia y alianzas, las claves de la nueva etapa
La brecha económica, a su vez, obliga a ganar eficiencia. La empresa evalúa nuevas metodologías constructivas, incluida la importación de terminaciones como pisos, cerámicos y puertas desde China, para reducir costos en la franja del 20% al 30% correspondiente a acabados.
Otra de las transformaciones centrales de Pilay es la apertura a alianzas con otros desarrolladores. Hoy apuestan a sumar socios estratégicos para potenciar cada proyecto: “Estamos en una franca apertura a unirnos a socios, buscando que la fortaleza sea un centro de atracción para otros desarrolladores. No se trata solo de crecer individualmente, sino de hacer crecer al mercado en su conjunto”, suma Crespi.
Con presencia consolidada en Rosario, Santa Fe, Córdoba y Paraná, Pilay es una de las pocas desarrolladoras con cobertura integral en la región centro y un foco permanente en esta zona. La compañía define esta etapa como una continuidad de su visión de largo plazo: “En cualquiera de los nuevos productos, el cliente sabe que la financiación extendida sigue estando presente”, aseguran los voceros. El propósito sigue siendo acompañar a sus clientes en cada etapa de la vida, desde la primera vivienda hasta proyectos de inversión de mayor nivel, siempre bajo la misma premisa: transformar ahorros en bienes que sostienen su valor en el tiempo.