El negocio de las pescaderías se sofisticó y dio paso a un nuevo concepto en lo que refiere a la venta de productos de mar y de río. Al igual que sucedió con demás rubros como las panaderías, carnicerías o los locales de café, algunos jugadores ganaron terreno en este mercado al acercar a los clientes una propuesta de categoría, tanto desde los alimentos que ofrecen como en lo que es la atención en sus comercios y a través de redes sociales.
Es así que no solo se centran en la calidad, sino también en comercializar productos gourmet derivados de la pesca y otros que sirven como complemento para acompañar platos de alta cocina. Otro punto fuerte es la estética de cada espacio, bien cuidados y con especial atención en la decoración y en la distribución de la mercadería, que en vez de estar concentrada en una misma exhibidora se encuentra repartida en distintos sectores y de acuerdo a las categorías como pescados, envasados al vacío, frescos, mariscos, rebozados y pastas.
Así, la oferta de las pescaderías tradicionales convive en la ciudad con estas marcas “premium”, que piensan el modelo de negocio a partir de una óptica de expansión, con locales propios y redes de franquicia, dentro y fuera de Rosario y con una cartera de clientes que muchas veces incluye al consumidor final y a compradores mayoristas como empresas, restaurantes y supermercados, entre otros.
Tradición pesquera
“El pescado es según temporadas, según tiempos y pescas, es un rubro hermoso y todos los días te sorprende y vas surfeando novedades”, señalaron a Negocios las hermanas Florencia y María Reviglio, quienes están al frente de la marca Flomar, que lleva su nombre en honor a las iniciales de cada una. Se trata de una distribuidora mayorista y minorista de pescados y mariscos premium, actualmente ubicada en la calle Zeballos al 1500.
“Nosotras pertenecemos a una gran familia de pescadores que aprendieron el oficio en donde creemos es el mejor lugar, la ciudad de Mar del Plata. Nuestros abuelos marplatenses nacieron y se criaron entre la ‘jerga’ del puerto, los barcos y la pesca, lo que nos da a nosotras la posibilidad de llevar adelante una empresa moderna, inteligente, adaptada a estos tiempos”, señalaron las emprendedoras, que hoy aplican las enseñanzas de este legado a la hora de seleccionar, manipular, cuidar y procesar la materia prima con la que trabajan.
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La distribución la realizan desde su negocio central en Rosario. Ahí se encuentra lo que llaman “la base operativa”, que contempla las oficinas de administración, los sectores de envasado, procesado, armado de pedidos y facturación, más la logística que hace posible la entrega en Rosario, Fisherton, Funes y Roldán con envíos a través de una flota de vehículos refrigerados.
“Abrimos dos canales de venta, minorista y mayorista, porque notamos que en la pandemia la gente perdió el miedo a consumir por internet y podemos llegar a las personas de otra manera. Nosotros en nuestro local tenemos un showroom con heladeras de última generación para exhibir nuestros productos y ofrecemos un asesoramiento personalizado, donde explicamos lo que vendemos, mandamos muestras sin cargo y nos centramos en brindar un servicio con valor agregado”, indicó Florencia.
Aunque cada vez más personas incorporan el pescado a su dieta, en Flomar destacaron la importancia de brindar opciones sustentables, veganas y vegetarianas, que sirven como acompañamiento y que ya están listas para ser cocinadas, acortando los tiempos en la cocina. “Yo creo que algo muy importante es trabajar un abanico de propuestas variadas porque le da la oportunidad de tener a la marca como único proveedor y que todos puedan consumir lo que ofrecemos”, aseguró Florencia.
El contexto económico es sin dudas un factor que toman en cuenta y es por esto que desde la empresa ofrecen amplitud de precios en pos de dirigirse a distintos perfiles de clientes, además de ofertas semanales dependiendo la variedad de pescado disponible según la temporada o un producto en particular que buscan promocionar.
Al estilo europeo
Al momento de abrir la primera sucursal de Pescadería Santa Lucía dentro del Mercado del Patio, en el año 2017, Ariel Gandossini se inspiró en un formato que conoció en Europa, con el stock a la vista y cuidando su exhibición, permitiéndole a la gente mirar en detalle y elegir lo que va a comprar. La meta, según el empresario, era contar con una atención rápida y un alto nivel de rotación de mercadería con una baja utilidad, favoreciendo la rentabilidad de una marca cuyo foco está en crecer con locales, dentro y fuera de Rosario.
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“Hoy son cuatro tiendas en la ciudad y estamos por inaugurar en poco tiempo una nueva en el Mercado de Funes y viendo de incorporar otros puntos de venta a futuro. Ya hace seis años que estamos y vamos sumando clientes, aunque por la coyuntura del país, en el último tiempo se ve una suba en el número de tickets, pero una baja en el volumen de alimentos vendidos”, señaló Ariel a Negocios.
Si bien los altos costos, como bien mencionaba el empresario, afectan la estructura y el desempeño interno, la apuesta es seguir ofreciendo variedad de pescados y opciones, tanto de alta gama como de gama intermedia y baja, pensando en atraer la mayor cantidad de público. “Más allá de que haya diferentes precios, la estrategia es remarcar poco y vender mucho, a nosotros nos sirve así porque el pescado necesita tener una rotación ágil, sino se arruina”, explicó el comerciante.
También consideró que es un momento favorable para el consumo de pescado frente al gran aumento que tuvieron otras carnes, como las rojas, debido a la inflación e hizo mención a los programas de cocina que popularizaron nuevas variedades de río y de mar que las personas ahora conocen y quieren incorporar a su dieta. En este sentido, destacó que dentro de la clientela hoy en día hay muchos jóvenes que se animan a probar nuevos sabores.
Invertir para crecer
Otro caso de crecimiento en Rosario es el de la pescadería Las Caracolas. Tradicionalmente ubicado en la esquina de Paraguay y Zeballos, hace unos meses invirtieron para abrir un gran local de 500 m2 en Corrientes y 9 de Julio. La propuesta arquitectónica es muy superior al local anterior, con una cocina a la vista para que las personas puedan ver el proceso de producción que hay detrás. La estrategia del local para sumar ventas es la de ser constantes en el envió de promociones y ofertas a su cartera de clientes directamente por WhatsApp así cómo por redes sociales.