La pandemia fue un momento en el que muchos emprendedores aprovecharon para impulsar su creatividad y algunos se animaron a dar el salto con un proyecto propio. Así fue el caso de Paulo Crissy y su mamá, Mónica Battistessa, que crearon una marca de sándwiches de miga y vieron en aquellos años la oportunidad de generar un negocio a mayor escala. La idea surgió por un pedido particular que hizo una clienta: se contactó y les dijo si se animaban a hacer una torta hecha con pan de miga, rellena de queso y fiambre. Aunque ninguno de los dos tenía experiencia en una creación similar decidieron poner manos a la obra y así nació: Sándwiches & Co, tortas saladas.
"Trabajaba en una cadetería que se enfocaba en repuestos para autos y ayudaba a mi mamá repartiendo los sándwiches. La inseguridad en las calles hizo que empezara a ayudarla con su emprendimiento y al mes de arrancar, recibí un mensaje de una chica que me pedía que hiciera una especie de torta con dos números con sándwiches", contó al Suplemento Negocios de La Capital Crissy, sobre los orígenes de la iniciativa. Él había visto una idea similar en redes y se animó con un diseño propio que fue todo un éxito, así comenzaron a ofrecerlas a clientes para eventos específicos.
Corazones y algo más
Las originales tortas saladas varían en formas y tamaños. Las hay convencionales, en sus modelos cuadrados y circulares, inclusive con forma de corazón para aniversarios o fechas especiales como el Día de los Novios y de los Enamorados. También con números o letras para cumpleaños o festejos de empresas, más una propuesta personalizada con escudos decorativos de clubes de fútbol o logos. “Llegamos a elaborar tortas para despedidas de solteros, no me animo a subir los diseños porque son muy jugados”, confesó el gastronómico.
A su vez, fabrican modelos en tamaño pequeño, son cajas pensadas para festejos íntimos de parejas o amigos, que se acompañan con medialunas rellenas, tarteletas, sándwiches individuales y latas de cerveza. Según el emprendedor, fue una idea que se les ocurrió para vender los productos en un formato que sea atractivo.
Tortas osadas, estándar o premium
El relleno es otra clave que desarrollan desde la marca. El gusto estándar más solicitado es el de miga de queso y jamón con mayonesa, pero en verdad madre e hijo se permiten innovar con diferentes mezclas para crear sabores osados y nada típicos si se piensa en una torta. Roquefort, palmitos y salsa golf, choclo con salsa blanca, queso crema y huevo son algunos de los ingredientes que ofrecen.
Las tortas premium contienen fiambres gourmet estilo jamón crudo, salame o bondiola en combinación con aceitunas, queso y verduras como lechuga y tomate. Hay versiones decoradas con snacks, del tipo palitos y papitas. En el caso de una torta de tamaño regular, como pueden ser las rectangulares o cuadradas, oscilan entre los $6 mil y los $8 mil. Cuando son dos números, al ser una producción mayor los valores van de los $11.500 a los $16 mil.
“La decoración es una parte fundamental que me encanta hacer a mí y me cuesta delegar. Se usan menos insumos que en el rubro dulce, por eso hay que ser creativos. Algunas tortas las decoro con verduras, otras con saladitos, hago dibujos con mayonesa, nos las vamos rebuscando para que destaquen y sean combinaciones ricas. Vendemos mucho lo que son tortas veganas y vegetarianas, una de cada cinco reservas es de esta clase y los clientes valoran que sumemos opciones”, aseguró el emprendedor.
La demanda viene en alza, tanto en cumpleaños como en eventos corporativos, y el sueño de tener un local propio es el paso que madre e hijo tienen por delante. Esto, para crecer en visibilidad y atraer nuevos consumidores, simplificando el pedido y despacho de las tortas saladas, ya que, a diferencia de las dulces, no pueden congelarse ni estar demasiado en una heladera. “Trabajamos anticipados porque lo que producimos debe comerse en el día, por eso tener un local nos permitiría un espacio para que los compradores vengan y hagan su orden en el momento”, agregó Crissy.