La IA y el nuevo mapa del trabajo: eficiencia, riesgos y desafíos por delante
Desde que esta revolución emergió hace apenas unos años, el mundo laboral viene transformándose de raíz. Cambios significativos y tendencias que se anticipan.
La Inteligencia Artificial viene avanzando casilleros en empresas rosarinas que la empiezan a adoptar para diversos procesos.
No mucho tiempo atrás, escuchar hablar de inteligencia artificial no era moneda corriente para el común de la gente y la temática quedaba ligada, más que nada, al sector tech. Se trataba de un asunto de especialistas, desarrolladores y empresas tecnológicas, algo lejano al día a día de la mayoría. Pero en muy poco tiempo ese escenario cambió por completo y la IA dejó de ser una conversación reservada entre expertos para pasar a instalarse en las oficinas y fábricas, en los procesos productivos y hasta en las tareas más rutinarias del trabajo administrativo.
Sin embargo, todavía son varios los interrogantes que se abren acerca de cómo las empresas, y especialmente las pymes, están incorporando herramientas de inteligencia artificial dentro de sus estructuras, o incluso si planean sumarlas en el corto plazo. Y aún más grande es la pregunta sobre qué tendencias se anticipan para los próximos años en materia de IA aplicada al trabajo y cómo Argentina se está preparando para adaptarse a esa evolución y no quedar atrás en la carrera por lograr eficiencia.
Para conocer más acerca de cómo las empresas regionales están atravesando este proceso de adopción, cómo evalúan los beneficios y riesgos de automatizar tareas y qué barreras frenan la transformación digital, Negocios consultó la mirada de especialistas. Quienes dieron su visión son Juan Pablo Manson, Chief Technology Officer (CTO) del laboratorio Wiener y docente de la Tecnicatura en Inteligencia Artificial de la UNR, y Mariano Di Maggio, CEO de Crombie, firma con base en Santa Fe dedicada al desarrollo de software a medida.
Un punto fuerte de coincidencia entre ambos es que la adopción de la inteligencia artificial no es un salto automático ni una solución mágica, sino un proceso que exige primero una base sólida. Su verdadero impacto depende de contar con infraestructura, procesos internos ordenados, personal capacitado y, sobre todas las cosas, de entender que los procedimientos suelen ser lentos y los resultados no se ven de inmediato. Pero es tal el avance que está teniendo en el mundo y su desarrollo constante que los empresarios avizoran un futuro cercano donde será difícil que no esté presente en la cotidianeidad de las empresas.
Una transformación a paso firme
A la hora de hacer una breve historización, Manson se refirió a noviembre del 2022 como fecha clave, cuando se lanza oficialmente ChatGPT, alcanzado desde ese momento y hasta ahora, 800 millones de usuarios activos. “Hoy tenemos Microsoft Copilot, que está basado en GPT-5, el último motor del chat, y que usa IA generativa para todo tipo de tareas, como redacción de documentos, resúmenes, análisis de datos, revisión de contratos. Eso está disponible para toda la gente y se puede usar de distintas maneras”, indicó Manson.
Los modelos de inteligencia artificial conversacional desarrollados por OpenAI y Google, como ChatGPT y Gemini, están hoy al alcance de cualquier empresa y se encuentran entre los más utilizados por personal y directivos para múltiples tareas. A las funciones ya mencionadas, se suman otras cada vez más demandadas, como la automatización de tareas administrativas y la asistencia en la toma de decisiones mediante comparaciones y evaluación de escenarios.
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Mariano Di Maggio, CEO de la firma Crombie.
Foto: gentileza Crombie.
Según Di Maggio, a primera vista se puede decir que incorporarla permite a las empresas agilizar procesos por ser un motor de eficiencia y productividad. “La industria del software está claramente afectada por la irrupción de la inteligencia artificial. Hay dos formas de ver ese impacto. Por un lado, la reducción de costos y la mejora de la eficiencia en distintos procesos; por el otro, el desafío nuestro de aplicarla en nuestras áreas. Necesitamos adoptar IA para hacer más eficiente el trabajo que ofrecemos a nuestros clientes y poder entregar desarrollos a medida más rápido”, consideró el referente de Crombie.
Desde Crombie destacan la utilidad de estas herramientas en áreas como Recursos Humanos, donde los reclutadores suelen recibir decenas de postulaciones por vacante. Di Maggio explica que la IA permite cargar 50 CV y obtener una selección de los tres mejores según filtros como nivel de inglés, trayectoria, experiencia o habilidades técnicas, quedando el rol humano en supervisar y decidir. En el sector tech, lo mismo ocurre con los asistentes de código, que aceleran tareas antes lentas generando código a partir de instrucciones o prompts. El programador pasa así a revisar, auditar y corregir lo que produce la máquina: “De alguna manera, esta persona se convierte en el gerente de un desarrollador de IA”, resumió.
Obstáculos en su adopción
Tanto Manson como Di Maggio señalan que muchas pymes aún no saben dónde aplicar la IA y que su implementación requiere de diagnósticos específicos. Coinciden en que no habrá una sustitución masiva de puestos en el corto plazo, sino una convivencia entre personas y nuevos colaboradores digitales. Ambos ponen en foco lo mismo: la IA potencia el trabajo, pero no lo reemplaza sin una base tecnológica sólida y una estrategia clara, ni puede suplir las habilidades blandas vinculadas a la interacción social y emocional.
“Las habilidades blandas siguen siendo lo que fueron. No todo es IA, la parte humana es valiosa y difícil de abordar cuando hay muchas personas participando de un proyecto”, indicó Manson y agregó que, en otras áreas como desarrollo de software, la adopción de IA genera una dependencia muy fuerte. Una vez que las empresas empiezan a usar estas herramientas, no pueden volver atrás porque la diferencia en velocidad y eficiencia es enorme.
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Juan Pablo Manson, CTO de Wiener Lab y docente de la tecnicatura en Inteligencia Artificial de la UNR.
Foto: gentileza Juan Pablo Manson.
Sobre los sectores más impactados, el docente de la UNR señaló que las empresas digitales o con tareas mayormente de escritorio tendrán una adopción más rápida. En cambio, aquellas con procesos manuales, manejo de insumos, maquinaria o transporte, como logística, alimentos o manufactura, avanzarán más lento porque gran parte de su operación no puede acelerarse solo con software. “El nivel de adopción es muy variable. Los más jóvenes lo tienen más fácil por ser nativos digitales, pero en general todos la utilizan. La idea es que la IA sirva para que las personas tengan más tiempo de dedicarse a tareas de mayor valor”, señaló Manson.
Costos y proyecciones
Al incorporar soluciones de IA, lo primero es evaluar si la empresa cuenta con áreas de desarrollo o equipos técnicos que puedan acompañar la adopción, sin importar su tamaño. “No se puede saltear haber transitado ciertos escalones de transformación digital”, señaló Manson.
Ambos empresarios recomiendan apoyarse en consultoras externas que realicen un diagnóstico previo para identificar el nivel de madurez digital y los procesos donde conviene aplicar IA, ya que sin ese análisis es probable que surjan dificultades en la implementación.
Di Maggio anticipó que pronto todas las empresas, de cualquier industria, tendrán un sector tecnológico propio. En cuanto a inversión, señaló que los costos de implementar tecnología están directamente relacionados con el valor que aporta. Por ejemplo, instalar un chatbot de atención al cliente quizá no sea costoso y con unos pocos cientos de dólares por mes se puede resolver, pero la ventaja competitiva puede ser limitada. En cambio, el titular de Crombie consideró que, si se aplica IA a una línea de producción para detectar fallas o reducir desperdicios, el desembolso inicial puede ser alto, pero el ahorro a largo plazo también será mayor.
“Acceder a un abono de una herramienta profesional como Gemini, Claude o ChatGPT cuesta entre 20 y 30 dólares por persona por mes. Y si bien eso puede ser costoso para una pyme, no siempre todos los empleados necesitan cuentas de este tipo sino solo algunos puestos. Pero cualquier proyecto a medida para resolver un proceso industrial, algo que implique visión por computadora o análisis de datos de máquinas, requiere muchas horas de consultoría y los valores suelen estar por arriba de los 50 mil dólares”, sostuvo Manson.
La implementación actual en las empresas rosarinas
La firma Argental, especializada en el sector de la industria de equipos para panificación, incorporó IA para agilizar soporte técnico, estandarizar información y mejorar la experiencia del cliente. Desarrolló agentes inteligentes que responden consultas en segundos, automatizó la lectura de documentación técnica y también la usa para generar instructivos y capacitar al personal, lo que redujo tiempos de respuesta, aumentó la productividad y mejoró la coherencia de la información.
Agustín Inza
Agustín Inza, al frente de la empresa Argental.
Foto: gentileza Argental.
La compañía enmarca este avance en un proceso que viene transitando de transformación digital general e Industria 4.0 en su planta en Granadero Baigorria. Agustín Inza, presidente de Argental, detalló a Negocios que ahora están en una etapa de utilizar la AI “para mejorar la competitividad, el servicio y la experiencia del cliente”. Próximamente lanzarán esta tecnología a su comunidad bajo el nombre Busquetti, en homenaje a un histórico colaborador que formó a numerosos industriales panderos de Latinoamérica.
Enfocadas en el desarrollo de soluciones en sistemas de pesaje, la empresa rosarina Sipel adoptó IA como un cambio principalmente humano, no solo tecnológico. Tras probar distintas herramientas y priorizar la seguridad de la información, decidió integrarla dentro del ecosistema Microsoft, usando Copilot para trabajar en un entorno protegido. En el proceso diferenciaron la automatización, que sistematiza tareas repetitivas, de la inteligencia artificial, que hoy aplican para análisis comerciales, resúmenes de reuniones, informes y lectura de pliegos o correos complejos. Actualmente cuentan con un agente interno capaz de responder diversas consultas de la empresa.
Hacia 2026, Daniel Pluss, gerente comercial de Sipel, contó que buscan integrar su sistema de gestión Odoo con los agentes ya desarrollados para potenciar datos y habilitar interacciones con clientes y proveedores.
Daniel Pluss - Sipel nueva
Daniel Pluss, responsable de la gerencia comercial de la firma Sipel.
Foto: gentileza Sipel.
La empresa Strada, dedicada a fabricar perfiles plásticos y con sede en Villa Gobernador Gálvez, comenzó a incorporar inteligencia artificial en varios de sus procesos. Tras capacitar al personal, la IA se utiliza en el área administrativa para optimizar compras mediante una aplicación que procesa pedidos internos y los vincula con proveedores. En ventas, permite convertir en texto los pedidos que llegan como imágenes y cargar la información al sistema. En Recursos Humanos agiliza la recepción de CV y analiza su adecuación al puesto.
También la emplean para generar imágenes y contenido para comunicaciones de la firma. El paso grande que quieren dar, en palabras de Agustín Pistone, gerente de operaciones de Strada, es aplicarla al control de calidad para detectar productos que no cumplan con los estándares establecidos.
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Agustín Pistone, gerente de Operaciones en Strada.
Foto: gentileza Strada.
Lo que se viene
Ante la pregunta de qué debemos esperar en materia de IA que todavía no haya irrumpido en el mercado los entrevistados fueron contundentes. Para el CTO de Wiener Lab, ya en el corto plazo se van a ver colaboradores digitales, que realiza distintos tipos de tareas, sin que necesariamente esto implique resignar puestos de trabajo.
Para el CEO de Crombie, habrá cada vez más productos y servicios nativos con IA, pensados desde cero y dio un ejemplo: “Ya hay prototipos de dispositivos similares a un parlante inteligente pero enfocados en el cuidado de adultos mayores: recuerdan medicamentos, hacen compañía, ayudan con gestiones. Es la versión moderna de los Alexa o Siri. También veremos robots domésticos para hacer, por ejemplo, tareas de limpieza”.
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